Denuncia y rechazó a las leyes e instituciones supranacionales que pisotean los derechos de los pueblos y los fueros de la Vida y la Naturaleza valiéndose del respeto supersticioso a la ley y a los dogmas económicos impuestos por los sicópatas que nos desprecian, embrutecen, fanatizan y esquilman.
Han de cambiarse por leyes forjadas entre todos los interesados, en los niveles que corresponda, desde el más local y próximo al ciudadano, hasta el global, que ahora se arrogan con exclusividad los potentados aprovechando las instituciones supranacionales que nos han ido imponiendo ladinamente.
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