LOCALES ASUNTOS MUNDIALES
Darío Botero Pérez
Dedicado a
la elemental, limpia y penetrante
sabiduría de mi preciosa madre.
CONTENIDO
1/5 Signos de progreso letal............................................................................... 1
2/5 Mal de tontos abundantes............................................................................ 9
3/5 Consecuencias obvias, culpables ciertos................................ 16
4/5 Alternativa ecuménica decente.......................................................... 27
5/5 Plenitud democrática...................................................................................... 28
Disponer de luz en las noches atrae a muchos noveleros. En Medellín, su llegada causó estupor y empoderó al bobo de la época para condenar la luna a irse a iluminar el campo. Los gobernantes engañadores de sus pueblos, pero ignorantes de su talante y despreciadores de sus talentos, consideran que tal novelería infantil sigue siendo efectiva.
Las ruines recetas neoliberales se caracterizan por su arrasamiento global de todo lo digno en aras de los sucios intereses de los potentados.
Según se observa en los contubernios para agravar las crisis artificiales de los países, los enemigos comunes disponen de fieles sirvientes, como Ángela Merkel con Nicolás Sarkozy, a quien ahora pretende remplazar el ambicioso corrupto Mariano Rajoy.
Pero la camarilla de lacayos del gran capital es abundante, como se ve en la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y demás organismos con que un par de países (Inglaterra y Alemania) les han robado la soberanía al resto de los 28 de la Unión Europea, dieciocho de ellos sin moneda propia, ahora altamente endeudados por cuenta de los politiqueros ladrones y de las multinacionales, tanto de las financieras como de las del mundo económico real, incluyendo la industria bélica.
Con tales argucias, dichos países ahora son susceptibles de ser privatizados por sus acreedores, tras caer ingenuamente en el embeleco de la Unión Europea y la moneda única, como respuesta a USA, tratando de emular su aparente grandeza.
Por fortuna, aunque enfurezca a los siervos de los enemigos comunes, el actual gobierno griego parece dispuesto a recuperar su soberanía, de modo que su pueblo, si se empodera dignamente, puede dirigir su economía atendiendo a sus intereses en vez de a los de los parásitos rentistas que se han encargado de arruinarlo, buscando declararlo como un país fracasado.
La misión de los cipayos es someter y condenar, a los pueblos que gobiernan, a recetas tan improvisadas, contraproducentes y osadas, como letales, impulsadas e impuestas mancomunadamente por el sionismo, la masonería y sus cómplices anglosajones blancos y protestantes, pero adoptadas, adaptadas y enmascaradas contemporáneamente por todas las ideologías autoritarias propias de la Historia, en particular las religiosas que pretenden sumirnos en la guerra de civilizaciones.
En este escenario suicida, Juan Manuel Santos Calderón ha considerado que con la promesa de llevar electricidad a las comunidades aisladas -que han sobrevivido sin la energía eléctrica durante siglos, en ejemplar armonía con la Naturaleza que el capitalismo viene depredando aceleradamente desde hace un poco más de doscientos años- podrá seguir construyendo represas por cuenta del erario, para ponerlas al servicio de (cuando no se trata de regalarlas a, o "negociarlas" con) corporaciones extranjeras dispuestas a ofrecer coimas o sobornos, depositados en paraísos fiscales a favor de los vendepatrias que intervengan en los negociados.
Éstos han sido el recurrente medio de enriquecimiento ilícito de los politiqueros, que cedieron a Panamá y regalaron nuestro petróleo, en un vulgar gatuperio parecido al actual, cuando prefieren volver a entregarle a Rubiales o a la transnacional que se preste, los todavía abundantes pozos de Caño Limón, cedidos por el bojote Ernesto Samper Pizano en su momento, sin dudas por comisiones significativas que desean volver a percibir los vendepatrias, en lugar de reforzar a ECOPETROL con yacimientos ciertos.
Prefieren que la petrolera nacional explore y comparta sus hallazgos con quienes pagan sobornos. Algo parecido ocurrió en 1919 para recibir los 25 millones de dólares con que el Imperio pretendió indemnizarnos por el despojo de la zona del canal interoceánico, que nos quitó Teodoro Roosvelt aprovechando la vileza de José Manuel Marroquín, en 1903.
La verdad es que el país recibió casi 20 años después de la intervención yanqui en 1903, 25 millones de dólares como reparación por los perjuicios causados, pero realmente se entregaron como gratificación por la cesión a los yanquis de algo tan valioso como el departamento de Panamá, si éste pudiera tasarse en dinero: la riqueza petrolera.
Para recibir los 25 millones de dólares -cuya entrega dilataba Washington- la casta gobernante otorgó a los norteamericanos:
Las concesiones Barco y de Mares;
Aceptación de la doble propiedad del subsuelo, es decir, obsequio de todos los posibles terrenos petroleros que tuvieran títulos particulares (legítimos o no) con anterioridad a 1873, y
Sanción de una ley redactada por los petroleros y por el Departamento de Estado (ley 120/1919).”
(Ver: Jorge Villegas, Petróleo colombiano, ganancia gringa, 7a. ed., Medellín, Ediciones Hombre Nuevo, 1981, p. 40)
Santos procede olímpicamente contra el pueblo y servilmente ante los usanos (y quienes los emulen, así sea la China Comunista), como sus predecesores y sus colegas del mundo entero, igualmente lacayos, todos comprometidos con el Neoliberalismo.
Realmente, son parásitos mediocres, incapaces de concebir un diferente modelo económico, social, cultural y político.
Mucho menos estarían en condiciones de imaginar siquiera un paradigma antropológico adecuado para superar el período conocido como Historia, remplazándolo por uno igualitario, decente y viable para el devenir humano en las sociedades planas que siempre han anhelado los mejores, pero que ha frustrado la lógica de la fuerza bruta propia del periodo que agoniza y pretende enterrarnos a todos con él.
Además, en su ruin mediocridad e incapacidad para hacer fortuna personal honradamente, a los politiqueros los estimula, tienta y corrompe el enriquecimiento fácil que les ofrecen los enemigos comunes a los desalmados traidores de sus pueblos.
Nada les importa sumir a sus compatriotas en el abandono y la miseria, despojándolos de sus tierras y obligándolos, para conservar sus vidas, a emigrar a pueblos y ciudades, destruyendo su tejido social y sus valores ancestrales, mientras los desplazadores arrasan con el medio ambiente y los vendepatrias pasan sus fines de semana en Miami o en las islas Caimán, o donde les provoque.
No obstante, asombra la capacidad para mentir, exhibida y practicada permanentemente por los politiqueros colombianos de todos los partidos, que se protegen mutuamente para perpetuar sus privilegios sin temor a pagar los delitos en que los basan, como ha sucedido con el Contralor General durante le dictadura del gurú, Julio César Turbay Quintero, quien ni se menciona...
Aunque dicen estar espantados con el negociado retomado por Santos y que nació con el ex dictador Uribe, todos son capaces de vender la estratégica gran generadora de energía, Isagen, una empresa en marcha, con vocación de monopolio público y alta rentabilidad social.
También aporta una alta rentabilidad financiera, asegurada por su mercado cautivo, de modo que ningún inversionista racional, según los criterios capitalistas, la vendería, a no ser que sea idiota o haya trampas a su favor en el negociado, como es evidente en este caso, y como lo ha sido en otros.
Tal sucedió, por ejemplo, con las empresas municipales de servicios públicos en muchas localidades, o con Telecom, el monopolio público de telecomunicaciones que el gurú vitando le entregó a la supuestamente española Telefónica, otorgándole subsidios, además.
Igual hizo el ex dictador con Granahorrar, un banco arruinado por sus tramposos directivos, como Bankia y Caja Madrid en España, saqueados por Rodrigo Rato y Miguel Blesa en su condición de altos directivos a nombre del Partido Popular del inmoral Mariano Rajoy y sus huestes de corruptos, tan ruines como los de los demás partidos que embaucan a los ciudadanos para despojarlos de su derecho soberano e inalienable a participar en los asuntos públicos y disfrutar de la riqueza de la sociedad a la que pertenecen.
Tras su recuperación con dinero público (como ha sucedido con los bancos europeos arruinados por los banqueros privados, émulos de los Rothschild), aunque representaba una excelente institución financiera, que se volvió boyante luego de ser nacionalizada y sacada adelante con el talento nacional, de modo que, honestamente administrada, podría fomentar la inversión productiva de los empresarios nacionales y de los consumidores, el banco Granahorrar fue privatizado y desnacionalizado, acatando, como lo reconoció en su momento el chalán de Salgar, las exigencias de los potentados mediante sus agencias de crédito e intervención en la soberanía de los pueblos (FMI, BM, BID, OCDE, BCE, USAID y demás).
Igual que en el vendepatria paisa megalómano, amante del poder y la riqueza mal habidos, maestro en la mentira, el engaño, la calumnia y la traición, ahora pidiendo ayuda internacional para la camada de bandidos con que nos apabulló durante ocho tenebrosos años como dictador civil, es prudente fijarse en su ex ministro cómplice de los falsos positivos.
Se trata del actual presidente de Colombia, oportunista y convenientemente odiado por su mentor sicópata, lo cual distrae a la galería de los saqueos y letales negociados que ambos impulsan, pues son fieles al Neoliberalismo, dispuestos a obedecer sin chistar todo lo que les ordene, y a aplicar todas sus recetas ruinosas, bestiales y funestas.
Por eso, pese a ser un criollo de fortuna, descendiente de libertadores, vergonzosamente para alguien decente, dejando de lado los costos ocultos que paga la Vida en general, que son irrecuperables, el avalúo oficial de la codiciada e irremplazable Isagen ha sido fijado en 5.2 billones de pesos, mucho menos de lo que valen sus cuantiosos y estratégicos activos, por los vendepatrias nombrados por Juan Manuel Santos Calderón, un rico Epulón que pretende satisfacernos con migajas del banquete común.
Debido a la creciente devaluación del peso, dichos billones equivalen a menos dólares -una moneda con valor negativo pero revaluada frente al peso, gracias a la ambición de los canallas sirvientes del Neoliberalismo, que han promovido la emisión sin respaldo de varios billones para los potentados causantes de la crisis pero interesados en aprovecharla para apropiarse de los recursos de las neoliberocolonias- de modo que el Estado recibirá menos del 75% de los pesos que habría recibido cuando todavía no había terminado la construcción de la monumental represa del río Sogamoso, que costó alrededor de 4.5 billones de pesos y le será entregada, al comprador del consorcio público, como un regalo precioso y altamente rentable en términos financieros.
Desgraciadamente, también es notablemente letal en términos ecológicos, denigrante en términos soberanos e inicuamente onerosa en términos tributarios, pero, sobre todo, en términos de utilidades operacionales, pues sus ingresos seguros, que percibirá el afortunado comprador por pura generosidad de los vendepatria, más los que aporta la empresa en marcha, habrán de suplirse con impuestos, o con préstamos que también habrá que pagar con impuestos.
Como debe ser bajo la lógica dominante, tales impuestos serán asumidos, preferentemente, por cuenta de los pobres, que se ven sometidos a un IVA despojador desde que el Neoliberalismo les ordenó a sus cipayos eliminar o reducir los impuestos pagados por los ricos, dizque porque son los Atlas indispensables, según la fastuosa filósofa atea, Ayn Rand.
Semejante dislate es un soberbio disparate social que contradice la más elemental justicia tributaria, que el mismo capitalismo clásico respetó, y que postula que el que más gana más paga, siendo sometido a una tasa impositiva creciente que prevenga la riqueza excesiva, ahora campeando, hasta el punto que 80 sicópatas sin escrúpulos poseen la mitad de la riqueza mundial.
Qué bello es el Neoliberalismo... para unos cuantos. Para las mayorías es lo más parecido al infierno.
El Impuesto al Valor Agregado (o Añadido), el famoso IVA, que remplazó al de las ventas, lo introdujo, como uno de sus aportes a la implantación del Neoliberalismo en Colombia, el anciano todavía impune, Belisario Betancur Cuartas, asesino de los obreros cementeros de Santa Bárbara y de los magistrados entrampados en el Palacio de Justicia.
Estos distinguidos ciudadanos fueron asados después de que su hermano Jaime y otros magistrados con familiares en el alto gobierno habían salido del premeditado horno, apto para quemar expedientes y gente molesta.
Fue toda una obra macabra del ministro Miguel Vega Uribe y su socio Pablo Emilio Escobar Gaviria, alcahueteados por el flamante humanista de Amagá y su gabinete de vendepatrias, incluida la precoz preciosa, Noemí Sanín, la famosa hija de don Jaime, ministra de comunicaciones en ese entonces.
Evidentemente, la venta de Isagen constituye un pésimo negocio para la nación, aunque los sobornos se han revaluado, pues se reciben en dólares, lo cual apura el negociado, que tanta envidia ha causado entre los vendepatrias que no percibirán coimas o tajadas por el despojo.
En este caso es indudable, aunque indemostrable, que las comisiones bajo cuerda bien pueden superar lo que recibirá el Estado, pues los vendepatria han aprendido, tras los casos vergonzosos narrados por Villegas en sus libros, a mejorar sus participaciones ilegales en los negociados que adelantan con los activos de la nación.
Por esta razón, los congresistas excluidos del patético festín estaban tan aburridos y frustrados, que hasta amenazaron con no aprobar el Plan Nacional de Desarrollo si el gobierno no desistía del billonario chanchullo, que nos priva de una fuente confiable y segura de ingresos, además de que golpea seriamente nuestra soberanía como país independiente.
La estafa es tan patente que, aunque su valor presente, desde el punto de vista financiero, puede considerarse inconmensurable por tratarse de una empresa en marcha y con mercados asegurados durante un largo período de tiempo, su valor de venta para el erario escasamente sobrepasa lo que costó la última represa agregada al sistema de generación de energía por esta ejemplar y rentable empresa, indudablemente estratégica.
Se trata de la lesiva y productiva mega represa del río Sogamoso, como ya se dijo, recientemente inaugurada y cuya alta e inmediata rentabilidad está tan garantizada como los daños ambientales, económicos y sociales que ha causado en la región, y los que seguirá causando crecientemente.
Esto indica cuán jugosas habrán de ser las comisiones y coimas recibidas en paraísos fiscales por los vendepatrias afanados por concluir el escandaloso negociado que, insólitamente, ha sido rechazado casi unánimemente por los partidos con representación en el Congreso, tanto como por todos los ciudadanos sensatos que saldrán perjudicados con el ruin y patético negociado, aunque no por las mismas razones de los vendepatria.
Es tan escandaloso el crimen económico, que el Consejo de Estado se ha visto obligado a frenarlo el 14 de mayo, dictando medidas precautelares antes de que se adjudique al mejor postor extranjero, pues los técnicos intermediarios han conspirado para evitar que la empresa siga siendo nacional, ya que sería mas difícil garantizar los anhelados sobornos, que las transnacionales están acostumbradas a repartir discretamente, a su conveniencia y sin mayor tacañería, aunque sin dejar de regatear.
Por eso, los politiqueros que arriban al gobierno, anhelan y se esmeran por entregarles la patria a las corporaciones trasnacionales, lo más rápido posible, pues el tiempo vuela.
Aprovechan su elusivo y mal ganado cuarto de hora en el ejercicio del control del Estado para aumentar o adquirir sus fortunas personales, mientras hacen pésimos negociados para la nación, buscando convertirnos en el país paria que desean los enemigos comunes para poder privatizarlo y destruirlo, cual a Haití desde el s. XIX.
Es lo mismo que tratan de hacer con Grecia y las demás víctimas de la artificial y perversa crisis en que nos han embarcado los Rothschild y sus compinches en USA, Europa y Asia, desde 2007, y que tantos derechos les ha robado a los ciudadanos del Estado de Bienestar, aprovechando la confianza que han depositado en los traidores que venden la patria y arruinan a sus compatriotas naturales e ingenuos, a quienes han sabido engañar, y hasta sin hogar los han dejado.
Independientemente de su demagogia ideológica, como los politiqueros de todos los países, los de Colombia también anhelan entregarles el patrimonio común y los indispensables e irrecuperables recursos naturales a las corporaciones transnacionales. Ni tontos que fueran para perder su oportunidad, que siempre pintan calva. Si no la aprovechan, otros lo harán.
Acatando sus órdenes, les financian por cuenta del erario la infraestructura necesaria para adelantar el saqueo lo más rápido, barato, rentable y depredador posible, en condiciones tributarias ampliamente favorables para los saqueadores pero elevando los impuestos que pagan las mayorías, pues de alguna parte ha de salir la plata que se pierde al privatizar las fuentes de riqueza pública.
Ese es el lamentable panorama con las depredadoras autopistas de cuarta generación, que se amortizarían con la cesión de Isagen, aunque valen diez veces más de lo que el Estado recibiría por la rentable empresa.
Los vendepatria amenazan con arruinarnos para que las transnacionales puedan seguir obteniendo utilidades extraordinarias, como lo anhela el candidato del establecimiento tradicional, Germán Vargas Lleras, furioso con el vendepatria Mauricio Cárdenas, hijo del famoso estafador de cafeteros, Jorge Cárdenas Gutiérrez, porque no vendió a Isagen.
Pero es que la reacción de los decentes y los envidiosos se lo ha impedido, pese a que es su gran deseo, compartido por Santos, quien se juega su prestigio para no defraudar a tanto lagarto esperanzado con salir de pobre traicionando la patria, lo cual es algo que constitucionalmente no podemos tolerarle a nadie.
Desde luego, dicha infraestructura necesaria para el monumental saqueo la construirán las multinacionales, a su conveniencia, aunque la paguemos los colombianos del montón.
Así lo consagra el Plan Nacional de Desarrollo diseñado por la OCDE para Colombia, y que, cínicamente, Juan Manuel ha denominado Todos por un nuevo país con paz, equidad y educación, haciendo un ejercicio de neolengua que ha de tener entusiasmados a los furibistas, o, tal vez, asustados por la capacidad para engañar del pícaro que le puso conejo a su amado führer paisa.
Las multinacionales favorecidas han de proceder como lo hicieron, desde hace unos 130 años (a finales del s. XIX) hasta hace unos 50, con los Ferrocarriles Nacionales, que tantas vidas arrebataron, tantos saqueos extranjeros promovieron, a tantos miserables vendepatria enriquecieron, tantas peleas intestinas provocaron y tanta selva destruyeron.
Traumáticamente crearon un corredor de civilidad y progreso interno que los gobernantes criollos abandonaron a su suerte después de adoptar el Neoliberalismo como guía para el desarrollo, renunciando a la saludable política de sustitución de importaciones que había agenciado la Cepal en la región, y que tanto favoreció el surgimiento de industrias nacionales.
Tan brutal y deliberada destrucción del medio ambiente y la biosfera en general, se adelanta simultánea y febrilmente en todos los países de todos los continentes, disfrazada de actividad económica orientada a elevar el PIB, aunque indiferente y ajena a su distribución equitativa entre todos los humanos.
Para ganar voluntades e impedir arrepentimientos o reatos de conciencia en quienes no sean sicópatas congénitos, ofrece utilidades financieras a los que logren participar en el festín que expropia a las mayorías, pues el dinero y la ganancia todo lo corrompen y justifican.
No obstante, la intención verdadera, escrita en la Biblia y la Torá, y confirmada en el Corán, jamás negada pero perversa y perseverantemente predicada, no es otra que precipitar el Fin del Mundo, para proceder al Juicio Universal que, aunque compartido por cristianos y musulmanes, se reservan los sionistas como otra de sus prerrogativas antihumanas.
Al efecto poseen un arsenal de más de 200 cabezas nucleares en su propio territorio, que complementan con el disponible en sus colonias incondicionales, sobre todo en la lacaya USA, indudable policía mundial y notable violador de los Derechos Humanos, incluyendo el de libre expresión, que el macartismo ha negado hasta con la pena de muerte para los disidentes. (Anexo A veces hay que utilizar bombas atómicas para defenderse.doc)
A los vendepatrias no les importa, en absoluto, el bienestar de sus subyugados, despojados, humillados, pero decentes, pacíficos y honrados, crédulos y hasta pusilánimes, o astutos y prudentes compatriotas que, usualmente. se han dejado engañar.
Cohibidos y fanatizados, amenazados por autócratas que los obligan a matarse mutuamente por diferencias ideológicas tras las cuales se ocultan los enemigos comunes, los politiqueros los han usado como masas embrutecidas y maleables, dispuestas a matar y comer del muerto, si se los ordenan sus caudillos, generalmente santones criminales y rezanderos, o redentores mesiánicos, como Hítler o su tercermundista caricatura burda, Álvaro Uribe Vélez, tan aficionado a las pepitas milagrosas.
Pero ahora, gracias a la sorprendente Ágora Virtual, que democratiza el conocimiento y descalifica absolutamente la falsa democracia representativa, cualquier ciudadano puede integrarse a la Aldea Global, sin delegar su sagrado derecho a pensar y expresarlo amplia y libremente, a fin de someterlo al escrutinio público, sin imposiciones ni prerrogativas de ningún tipo, pues éstas son propias de la falsa democracia representativa, que repudiamos desde ya y para el resto de futuro que tengamos como especie viva.
Sobran los corruptos representantes que privan del ejercicio del poder al pueblo, sometiéndolo a los intereses ajenos y personales del politiquero, arbitrario, servil, ambicioso y perverso, inepto o sin deseos ni vocación para identificar y defender los intereses de las mayorías, pero atento en la defensa de los plutócratas y sus inversiones.
Por fortuna, a todos ellos los ha ido desenmascarando la democracia directa, cada vez más lúcida, penetrante, sólida, universal y multitudinaria.
Los ciudadanos globales, librepensadores y libertarios, amantes de la Vida y defensores de la biosfera, aprovechamos que actualmente existen los medios objetivos para actuar como multitudes conscientes en busca del bien común.
Ya somos capaces de castigar a los enemigos comunes, que se esmeran por evitarlo y no dudan en robarles a los demás sus conquistas sociales, económicas y políticas, ni en desconocer y pisotear los Derechos Humanos, que son inalienables.
No obstante, el problema para los plutócratas acostumbrados a disfrutar de impunidad y de toda clase de privilegios inmerecidos, consiste en que tanta humillación, tanto engaño, tanta represión y tanto abuso, las víctimas ya no los reciben ni responden de rodillas ni temblando de miedo, sino con la dignidad de los indignados, cuya paciencia se ha agotado.
Así lo constatamos en México con la actitud beligerante, consecuente y reflexiva de los padres y familiares de los normalistas de Ayotzinapa en el municipio de Iguala de la Independencia, del Estado de Guerrero, cuya justa causa se suma a la de la Revolución Mundial en Marcha.
Persistente y dignamente han desenmascarado al corrupto cipayo, que ha abierto el monopolio petrolero a la inversión extranjera, traicionando una de las mayores conquistas populares, Enrique Peña Nieto, cuya renuncia exigen, denotando una significativa evolución política para sus reivindicaciones ciudadanas, cada vez más orientadas a la recuperación del poder para el pueblo.
Similar crecimiento político se observa en Guatemala, Chile o Brasil, cuyos ciudadanos se muestran intransigentes con la corrupción, de modo que también se han manifestado exigiendo la renuncia de la cabeza del ejecutivo...
Es de esperarse que cada vez más pueblos los imiten y se involucren en la elaboración de contratos sociales adecuados a su idiosincrasia pero enmarcados en el respeto a los Derechos Humanos y la protección del Medio Ambiente.
Igualmente es notable la evolución política en los despreciados, perseguidos, discriminados y asesinados negros usanos, ahora tomando en Baltimore y Ferguson, y cada vez en más ciudades, conciencia del destino que les han trazado los wasp, los masones y los sionistas, que se quieren apoderar legalmente del Mundo calificándose a sí mismos de triunfadores, mientras denigran de sus víctimas ingenuas llamándolas perdedores, para que se callen llenas de vergüenza por su aparente mediocridad.
Rápidamente, las víctimas del racismo usano están comprendiendo su posición social -histórica, deliberada y estructuralmente inferior- en el falaz y frustrante país de las oportunidades, la mendaz y rutilante democracia ejemplar, que apabulla a la mayorías sin capacidad para hacer lobbies o financiar campañas.
Gratamente, reivindicando el movimiento por los derechos civiles, económicos y sociales, con el coraje de un Malcolm X o la dignidad de un Nelson Mandela, con la decisión y claridad de un Martín Luther King, de nuevo los vemos asumiéndose como ciudadanos, al ejercer de manera multitudinaria y espontánea su capacidad para mejorar su situación personal.
Éste, entre otros de índole superior, habrá de ser el resultado si asumen el poder popular mediante la Democracia Directa, única solución universal en las actuales circunstancias de nuestra evolución como especie inteligente.
Tienen la oportunidad, como todos los indignados dignos, de sumarse a la Revolución Mundial en Marcha, en vez seguir alimentando la farsa electoral, financiada por sus explotadores para mantener su abusivo e ilegítimo monopolio de la política; o sea, del poder y la riqueza, que son patrimonio de todos los seres humanos en su condición de integrantes de los pueblos, como individuos únicos y ciudadanos globales, pero de los que suelen despojar a las mayorías unas élites desalmadas e impunes.
A los enemigos comunes -que han monopolizado, ocultado, dosificado y tergiversado a su arbitrio y conveniencia la Verdad durante la vigencia de la desigual pero ya moribunda Historia-, las mayorías decentes los confrontan con esa Verdad que nos esta haciendo libres e iguales ante la ley global, implícita en las luchas iniciadas con la Primavera Árabe, que siguen inspirando a ciudadanos auténticos de todo el Mundo.
Sin duda, la gran contradicción que mueve al mundo es la que separa a los indignos de los indignados, como sostenía Eduardo Galeano, según afirma Gloria Helena Rey y cada vez es más cierto y claro para más y más personas lúcidas y decentes.
Muy a su pesar, a los potentados, la Verdad los desenmascara unánimemente como las lacras corruptas, despreciables, inescrupulosas, ambiciosas y miserables que son, y que Jorge Luis Borges describió magistralmente en su Historia Universal de la Infamia.
Están dedicados a amargarles la Vida a quienes la poseen, la aprecian y anhelan disfrutarla. Por fortuna, ya disponemos del suficiente desarrollo técnico industrial capaz de resolver el problema de la escasez, siendo ésta la razón objetiva que ha justificado las diferencias económicas entre las personas durante la vigencia de la violenta Historia.
Pero en las manos de los plutócratas ególatras se deforma la asombrosa productividad alcanzada con la automatización, que libraría a las mayorías de la maldición de trabajar, impuesta a los descendientes de Adán.
Por la ruindad de los potentados, continúa la súper explotación del trabajo humano, en peores condiciones que las conocidas por Charles Dickens en el s. XIX, como sucede en la China Comunista, tras su presunta revolución proletaria, apoyada por el campesinado, o en Bangladesh, o en Medellín, Colombia, o en Filipinas, la India y tantos países y regiones, incluyendo los barcos fábricas perdidos en altamar.
En vez de poner la robótica al servicio de todos, prefieren usar las tecnologías liberadoras para humillar a los débiles, obligándolos a producir la basura que agobia y envenena la biosfera, derrochando unas materias primas que perfectamente se podrían reciclar sin ofender más a la madre Naturaleza ni reproducir la miseria.
Desprecian el talento humano obligándolo a gastar inoficiosamente sus energías, desperdiciando su creatividad y agotando aceleradamente los recursos naturales, que tanto echan y echarán de menos las personas decentes, en todas las épocas.
Su criminal híper explotación neoliberal convierte todos los recursos en irrecuperables o no renovables, así lo hayan sido durante miles de años, como los fértiles lodos del Nilo, perdidos por la inmensa y nociva represa de Asuán, o los campos de Haití, erosionados como nuestras selvas tras la actividad minera, las carreteras de cuarta generación, las represas gigantescas, o por la mera deforestación criminal.
Indudablemente, aplicar la productividad y la automatización para mejorar las condiciones de vida, mientras se protege la biosfera, es una tarea que corresponde a las mayorías que despiertan, si logramos evitar el cataclismo que nos tienen preparado los enemigos comunes, pues se sienten dueños de todo y a todos nos despojan, a su conveniencia.
Tenemos, ahora, la oportunidad de corregir las bestialidades del consumismo, exacerbado con las recetas letales del Neoliberalismo.
Éste representa y constituye la etapa agónica del capitalismo, condenado a desaparecer junto a la Historia y las sociedades piramidales que la caracterizan, cuyos integrantes de las cúpulas acaparan la riqueza, perpetuando y agudizando abusivamente la desigualdad al negarles a las mayorías su presunto derecho a tener propiedades, que sólo se les garantiza a los sicópatas y a sus sirvientes de alto rango, grandes expropiadores de las masas inermes y crédulas.
Cada vez son más quienes ven con claridad las abominaciones de la Historia, que ha agobiado durante diez mil años a nuestros persistentes antepasados, ascendientes sufridos y luchadores, indispensables para nuestra existencia actual.
También nosotros estamos agobiados y obligados a continuar la lucha. Pero somos los asombrados integrantes de las generaciones que pueden restablecerles a las mayorías su dignidad pisoteada, siempre y cuando esas mayorías lo exijan, pues no existe fuerza humana capaz de oponérseles.
De todos modos, si confrontamos y derrotamos la extinción en curso, podremos ser dignos antepasados de las generaciones futuras, o, si reculamos, los cobardes que les negamos su oportunidad de existir.
Estamos hartos de los gobiernos de sicópatas despiadados que despojan a los pueblos del poder que nos pertenece, sometiéndonos mediante la fuerza bruta (tan ajena a la de los argumentos), la violencia, la ignorancia, el engaño, el miedo, las supersticiones, los fetiches, la división y el enfrentamiento entre pueblos, y cuanto recurso vil se les ocurra. No admitimos que nos mientan, que nos roben, que nos desprecien, engañen, despojen, desplacen y asesinen durante más tiempo.
Cada vez son más quienes entienden que la dinámica de estas aberraciones antropológicas -que han conllevado un costoso, arbitrario, letal, deforme y criminal progreso presunto- nos acerca vertiginosamente a la extinción de la Vida, al menos en las que denominamos sus manifestaciones superiores, como la de los mamíferos, de la cual hacemos parte.
Pero, incluyendo las microbianas, todas están siendo agredidas cotidianamente con los venenos de Monsanto y sus pares, como se menciona en uno de los anexos sobre el TLC con la UE.
Se trata de multinacionales perversas dedicadas a envenenar los aires, las aguas y los suelos, matando en éstos los microorganismos. Pero son los microorganismos los que conservan la fertilidad en las tierras cultivadas con sabiduría y espíritu de permanencia y supervivencia de la especie en las mejores condiciones posibles.
Esto es lo que hacen las comunidades ancestrales que han podido eludir las imposiciones consumistas y que, ahora, con su agricultura orgánica tradicional, que no envenena al consumidor, se destacan como las más idóneas para enmendar las bestialidades del capitalismo en su letal explotación del llamado sector primario de la economía.
En cambio, la agroindustria o economía verde es promovida por el joven David Rothschild como una panacea, tan sensacional y falaz como la revolución verde que remplazó los procesos naturales por métodos copiados de la industria, y que en 1944 inició, en México, el doctor Norman Berlaug.
Como lo ha hecho tan falaz, nociva e insostenible revolución, acabarán con la diversidad de la Vida, pero a un nivel global, de aplicarse las recetas de los Rothschild.
Sin embargo, así lo quiere y lo ha consignado en su Plan de Desarrollo Nacional el astuto converso, Juan Manuel Santos Calderón, ofreciéndoles todas nuestras tierras fértiles, como las de la altillanura, a los inversionistas extranjeros, asociándolos a los campesinos que, además de sus tierras aportarían su trabajo y abandonarían la molesta lucha armada, que tanto retrasa las inversiones depredadoras del medio ambiente.
Es tan obvio el propósito de involucrar a los campesinos tradicionales en el agro negocio -que los despoja o subordina onerosamente, profundizando, al unísono, la ofensiva contra las técnicas respetuosas del Medio Ambiente-, que ya USAID ha creado un fondo con ese nombre, el Fondo de Agro-Negocios Colombia, el cual es una muestra del modelo de negocios que USAID está incorporando en sus iniciativas, algunos de cuyos loables y depredadores objetivos son penetrar las organizaciones de base de los productores rurales... por medio de la compra de participaciones accionarias..., dizque para que se fortalezcan, aportarles conocimientos y ofrecerles nueva visión de acceso a los mercados ('Arranca fondo de inversión exclusivo para agro negocios, periódico Portafolio del 16 de abril de 2015, p. 6)
El efecto funesto de semejantes bestialidades se observa en los actuales eriales que eran campos fértiles cuando y donde se aplicó inicialmente la deslumbrante revolución verde que, por ejemplo, prometió que la India no tendría que importar trigo a partir de 1972, tras tres años de aumentos prodigiosos en su producción, que terminaron cuando el suelo agotó su fertilidad porque las lombrices de tierra tanto como las bacterias de las que se alimentan, habían desaparecido por efecto de los químicos milagrosos.
Bajo la lógica capitalista de la preferencia por los ricos, la provocada desertificación obliga a aumentar la destrucción de selvas para saquear sus recursos ampliando, simultáneamente, la frontera agrícola.
De forma tan irresponsable, criminal y letal, buscan compensar, ampliándola, la desertificación que tales métodos siguen extendiendo a un ritmo que la Naturaleza no puede remediar con sus ciclos y ritmos vitales, indispensables para que sus procesos no se malogren por afanes mezquinos.
Pronto agotan la fertilidad natural, que no admite interferencias de necios ambiciosos, petulantes y suicidas inconscientes, convencidos de que la agricultura tradicional, orgánica, saludable, y respetuosa de las aguas tanto como de las tierras y del aire, es una práctica primitiva poco productiva, de modo que no satisface la voracidad por ganancias rápidas y fáciles que les exigen a los gobiernos de vendepatrias, y que estos traidores, mediocres y ambiciosos están prestos a ofrecerles.
Disfrazada de negocio, presentada como un asunto meramente económico, realmente tanta agresión significa la búsqueda deliberada del destino apocalíptico que nos han trazado los abrahámicos y que afana a los herederos del tramposo Jacob.
Pero que los descendientes del ingenuo y traicionado Esaú tienen la oportunidad de evitar, unidos entre ellos y junto a los ajenos a tales dinastías pero evidentemente humanos, que somos las mayorías variopintas del Mundo entero.
De esta forma, quienes no son sicópatas y se niegan a seguir sirviéndoles a quienes manifiestamente lo son, porque han evolucionado, lo que les permite superar la primacía de su cerebro primitivo, o reptiliano, dándole prelación al sector o al bulbo más moderno, pueden eludir el destino que los abrahámicos insisten en aplicarnos a todos.
Y que nos lo están aplicando a ojos vistas y aceleradamente, buscando salirse con la suya antes de que las multitudes decentes y conscientes alcancen la masa crítica necesaria para evitarlo y resarcir, hasta donde sea posible, los daños que han causado las bestias retrógradas.
En concreto, lo que está en juego es el fin de los tiempos para la especie humana, que tan bien diseñado y financiado tienen los Rothschild, sus hermanos sionistas y sus demás secuaces potentados, ya sean cristianos, musulmanes o pragmáticamente ateos, como Vladimir Putin.
Se trata de quienes se creen y actúan como dueños del Mundo, junto a los masones y a los blancos anglosajones protestantes que posan como padres fundadores de USA y se expresan en el tea party, la caverna más retrógrada del partido republicano.
En conjunto, pese o gracias a su aparente diversidad ideológica, que los diferencia y logra confundir a los más crédulos, los gobernantes y politiqueros vendepatria constituyen los enemigos comunes que todos los pueblos están obligados a desenmascarar, combatir, vencer y castigar, lo más rápido posible, mientras tenemos la oportunidad de hacerlo.
Desde luego, hay que tener en cuenta que dicha oportunidad cada vez es menor en la medida en que el ecocidio, las estafas de la economía formal, financiera o, simplemente parasitaria, y la guerra, se extienden y profundizan. Pronto han de alcanzar el punto de no retorno, cuando muere la esperanza para las mayorías desahuciadas...
Semejantes mortales realidades: desastre ambiental, manipulación de la economía real y fomento de guerras civiles e intra regionales, que alimentan la hecatombe mundial, son resultado de la ideología neoconservadora dominante en USA y adoptada como guía política por los plutócratas que están imponiéndoles a los pueblos el Nuevo Orden Mundial (NOM), particularmente mediante las recetas neoliberales.
Éste constituye la cabeza invisible de tantas instituciones creadas por los plutócratas vencedores financiados por el sionismo, tras la segunda guerra mundial, incluida la todopoderosa Alianza del Atlántico Norte (OTAN), que se justificó como recurso de la guerra fría, pero que no desapareció con ella.
Su permanencia injustificada confirma su carácter de organismo supranacional al servicio de los intereses privados y juicio finalistas de los enemigos comunes.
En particular de los poderosos y ricos sionistas, una de cuyas más notables proezas fue retornar, en 1948, a la capital de la tierra prometida, Jerusalén, contando con la creación por la ONU, en 1947, del Estado artificial de Israel en los territorios ancestrales de los palestinos.
Son las mismas tierras que despertaron la codicia del ambicioso Abraham desde que sus primeros, amables y generosos ocupantes lo acogieron con su mujer Sarai y su sobrino Lot, hace más de tres mil años.
De ahí su desespero por cuajar una tercera guerra mundial que les permita consolidar su poder global, invisible, contundente, omnipresente y totalitario, diluyendo la crisis económica en ríos de sangre que eliminen y disuadan a los inconformes que despiertan, para evitar que los indudables y reconocidos culpables sean castigados, tanto como para apurar la destrucción del Medio Ambiente en toda clase de nichos ecológicos, ya tan agredidos por las multinacionales depredadoras.
Pretenden ganarnos la partida a las mayorías, para someternos como a los ciudadanos y a los parias de Un Mundo Feliz, la novela o ensayo social escrito por Aldous Huxley a instancias del sionismo financiero, que no improvisa sus planes apocalípticos, de modo que pretende diezmar la Humanidad eliminando, de ser posible, al 95% considerado parásito y prescindible por Ayn Rand y su Neoliberalismo, y que comparten filántropos tan famosos y astutos como Bill Gates y Ted Turner.
Confían en que el respeto supersticioso a las leyes por las masas ignaras y cobardes, les permitirá seguir imponiéndoles a los ciudadanos del montón las arbitrariedades a que los someten actualmente los parlamentos corruptos, los jueces venales, los ejecutivos vendepatrias y asesinos, los banqueros ladrones y desalmados, las corporaciones transnacionales, las agencias internacionales y las normas supraconstitucionales, que violan las soberanías nacionales tanto como las individuales.
Al respecto, hemos llegado hasta el punto de que un simple juez de distrito de Nueva York se cree autorizado a violar la soberanía argentina en beneficio de los rentistas especuladores que invierten en fondos buitre.
Semejante exabrupto pone de presente una perversa preferencia de la justicia neoliberal por los bandidos particulares contra los oficiales. Pero, sobre todo, el insólito e inverosímil equiparamiento de los individuos adinerados y degenerados con las naciones independientes y soberanas, que siempre representan intereses comunes superiores.
Sin embargo, el pragmatismo, su caducidad, mortalidad o transitoriedad personal, y la ambición de los gobernantes vendepatrias, los inducen a aumentar esta pérdida de soberanía con más medidas que la lesionan gravemente.
Tal es el caso con el establecimiento o firma de tratados de libre comercio entre lobos y caperucitas.
A través de sus cláusulas leoninas, los enemigos comunes aumentan el despojo aceleradamente, deterioran los términos de intercambio, arruinan a los productores nacionales, expropian a los habitantes del campo, empobrecen a las mayorías, e intensifican el saqueo de los recursos naturales con la consecuente, amplia, extensa, rápida y, muchas veces, irreparable destrucción del Medio Ambiente.
En consecuencia, deliberadamente condenan a las mayorías al empeoramiento y el deterioro de sus condiciones de vida, tanto como a la pérdida de sus derechos constitucionales y legales.
Paralelamente, los inversores extranjeros exigen y obtienen tratos legales preferenciales, constitucionalmente negados a los nacionales, incluyendo exenciones de impuestos tanto como pago de indemnizaciones si no pueden desarrollar sus negociados en las condiciones pactadas a espaldas de los ciudadanos y, obviamente, contra sus intereses y los de la biosfera.
La evidencia es abundante y contundente. Al respecto, en sólo tres años, el TLC de Colombia con USA, vigente desde el 14 de mayo de 2012, ha aumentado el déficit de la balanza comercial contra la neoliberocolonia suramericana, de 232 millones de dólares en 2012, a 1.022 en 2014, según lo han denunciado Aurelio Suárez y Fernando Barberi en reciente informe (Efectos del TLC Colombia-EE. UU. sobre el agro).
Semejante realidad, suficientemente advertida, obliga a todos los que defiendan su patria y sepan valorarla, a denunciar, combatir y castigar a los vendepatrias, rechazando sus maniobras. O sea, exigiendo la denuncia y el rechazo a los TLC y demás mecanismos ruinosos, como las concesiones para explotar los recursos naturales, la desnacionalización de activos, así no sean públicos, o el creciente endeudamiento externo.
Es deber de los pueblos dignos que se niegan a seguir siendo engañados como tontos y laboriosos Ananías, por muy carismático que sea el Pedro que los despoje de su patrimonio y su dignidad.
Sobre el abuso que significan los TLC, conviene tener en cuenta su atropello a las soberanías de los estados, que quedan reducidos a contratistas subordinados a las transnacionales, como lo han advertido algunos lúcidos europeos, aterrados con el TLC que les está imponiendo USA a los gobernantes lacayos de la Unión Europea: Estados Unidos y la Comisión Europea negocian en estos momentos sobre el TTIP. Uno de los aspectos más controvertidos dentro de este tratado es el mecanismo de resolución de disputas inversor-Estado (ISDS). Este mecanismo otorga privilegios a las grandes empresas, que podrían denunciar a los Estados si considerasen que sus intereses privados se ven mermados con una decisión política o un cambio de legislativo. (Ver anexo Ciberacción reclama a eurodiputados que se pronuncien contra el TPI y Organizan en Gijón un debate electoral sobre Tratados de Libre Comercio).
Afortunadamente, gracias a las precauciones de los gobiernos que posan de antiimperialistas pero, sobre todo, a las advertencias de los ciudadanos sensatos que han prevenido a la opinión pública, la fiebre de guerra mundial no ha pelechado en Latinoamérica al ritmo del Medio Oriente, en los casi 14 años corridos desde los auto atentados de USA en 2001, tras 28 años del golpe en Chile.
(A propósito del criminal golpe contra el civilizado pacifista, Salvador Allende, es el mismo tinglado que ahora pretenden repetir en Venezuela, y que dio inicio oficial al Neoliberalismo, previamente impuesto a Colombia, Brasil y Argentina, sin aspavientos).
No obstante, para la guerra el escenario está siendo preparado con la reinstalación de la Cuarta Flota usana en el Caribe, que ha sido respondida con presencia rusa y china en sus países amigos. Intentan compensar acciones como la invasión, de hecho, a países como Colombia, ocurrida desde los tiempos de Andrés Pastrana Arango, por lo menos, pero trágicamente fortalecida por el dictador Uribe tras la expulsión de los militares usanos de la base de Manta en el Ecuador por el presidente Rafael Correa.
Pastranita y sus sucesores, honrando el proverbial lacayismo criollo ante las potencias mundiales de turno, se han declarado empeñados en reprimir la protesta y desarmar la subversión popular; mantener el negociado artificial e injustificado de las drogas alucinógenas al negar su legalización; y llenar el territorio nacional de bases militares del Imperio, que alarman a toda la región, y asustan hasta a la misma África; que reprimen al pueblo, combaten la guerrilla y protegen los saqueos adelantados por las transnacionales contra todos, aunque los vendepatrias se sientan a salvo.
Perversamente, la ofensiva contra los pueblos y la biosfera se disfraza de lucha contra el narcotráfico, lo cual mantiene la rentabilidad del vil e inhumano negocio, afrentando a la sociedad, derrochando recursos, destruyendo ecosistemas y amargándoles sus vidas a los adictos y a sus primeras víctimas, sus seres queridos.
Sin duda, es deber de los pueblos denunciar y rechazar permanentemente y en todas parte esta estrategia bélica, desacreditando y combatiendo a sus patrocinadores criollos, como Juan Manuel Santos, Ollanta Humala, Enrique Peña Nieto, Otto Pérez Molina y tantos cipayos más que nos agobian y traicionan, mientras se enriquecen por cuenta del erario y el patrimonio común.
Lo que sí va viento en popa es la depredación de la Naturaleza, mediante los agroquímicos, los pesticidas y los herbicidas, como el glifosato que en Colombia es inocuo, según el flamante procurador beato y otros furibistas incondicionales de los potentados, enemigos declarados del bienestar social y la conservación ambiental, detestables moralistas hipócritas, contradictores radicales de la ética y la Verdad.
No obstante, en todo el Mundo y desde hace muchos años, el glifosato, envasado bajo marcas diferentes, envenena aguas y suelos, además del aire precioso, lo cual es evidente con su aspersión desde aviones, como bien lo ha expresado el Ecuador -y lo han confirmado autoridades mundiales-, en sus reclamos a Colombia por su irresponsabilidad ambiental y social que, en lo referente a fumigaciones con el veneno de marras, ajusta 40 años de infamia.
También hay un aporte significativo al deterioro ambiental creciente, con la gran minería y sus explotaciones inmensas a cielo abierto mediante poderosos explosivos y enormes mega máquinas altamente depredadoras, que agotan en meses lo que podría perdurar miles de años en beneficio de las generaciones futuras y actuales, así como ha servido a las anteriores, que lo conservaron inclusive si lo explotaron, como en el Potosí boliviano con la plata, o en el Marmato colombiano con el oro.
Desde luego, el arrasamiento de selvas para saquear sus recursos y destinarlas, una vez deforestadas y asoladas, al monocultivo industrial en extensiones inmensas pero frágiles, que albergaban una gran diversidad biológica, constituye un crucial aporte a la devastación de la biosfera que amenaza con extinguir aceleradamente la Vida para que se cumplan las profecías de los abrahámicos.
Además, se cataloga de agro negocio, lo cual justifica la criminal agresión a la Naturaleza y evita cualquier crítica de un capitalista racional y de quienes lo admiran, envidian e imitan, aunque a los sensibleros ecologistas los escandalice.
Al fin y al cabo, éstos soñadores son parásitos asombrados por la belleza pero carentes de sentido común y ambiciones de enriquecimiento en términos monetarios -parecen indios integrados a Pachamama-, lo cual delata su retraso mental, que los capitalistas pueden tolerar pero jamás compartir ni respetar.
Por fortuna para esos mansos que recibirán la Tierra por heredad, según lo prometió el mártir Jesús, la ofensiva mundial contra la biosfera y las mayorías humanas ha venido siendo desenmascarada seriamente, con argumentos y hechos sólidos, irrebatibles desde el punto de vista lógico y racional más provechoso para las personas sensatas, interesadas en la superación de la escasez sin destruir las fuentes de la abundancia, aunque la ideología neoliberal no se inmute ni renuncie a sus dogmas absurdos, palpablemente antieconómicos y abiertamente letales.
Prefiere eludir sus responsabilidades en la depredación deliberada, causada por su explotación doctrinaria de los tesoros naturales, que a nadie pertenecen y son sagrados, achacándole la culpa de los desastres palpables, tanto como de los que nos ocultan, al cambio climático, un fenómeno cuyo origen no es exclusiva ni fundamentalmente causado por la actividad humana, como sí lo es el ecocidio, justificado como negocio y aporte al desarrollo económico.
Pero que Al Gore pretende ocultar, culpando a los consumidores por el cataclismo global en su tendenciosa obra, Una Verdad Incómoda, que pretende asignarle el cambio climático -un fenómeno cósmico que podríamos mitigar si actuamos con inteligencia, pero que estamos empeorando, estúpida e histéricamente-, sobre todo, a los gases con efecto invernadero, producidos en gran medida por el uso de necro combustibles, obsoletos y letales, y por agro combustibles que dejan de alimentar gente.
Por su parte, el payaso Barack Obama, aunque ha hecho lo contrario, atacando auténticos sagrarios, como Alaska, tuvo la oportunidad de abandonar esos venenos que usan los juicio finalistas como combustibles, si hubiese aprovechado la General Motors, nacionalizada tras su bancarrota, para hacer la transformación energética, viable desde 1996 para los vehículos movidos por combustibles tóxicos y sucios.
En consecuencia, a partir del reconocimiento de la Verdad liberadora, hay esperanzas de que el 95% -condenado por el 1% de sicópatas que conforman las cúpulas sociales y el 4% de serviles despreciables e inescrupulosos que les rinden pleitesía y los protegen, constituyendo el frente común de los indignos- logre frustrar sus planes y, después de vencerlos, enterrarlos junto a la Historia, que les permitió pelechar gracias a su predilección por la fuerza bruta y la violencia en detrimento de la inteligencia y la convivencia respetuosa.
No obstante, la inteligencia es el único recurso capaz de garantizar la convivencia más gratificante posible, basada en el respeto mutuo, en las sociedades planas que han de caracterizar a la Aldea Global.
Ésta fue anunciada tempranamente por Marshall McLuhan, y será consolidada por la Democracia Directa ejercida por las multitudes conscientes, lúcidas y dignas, una vez superen ideologías tan letales como el Neoliberalismo, que posa de ciencia.
Esta impostura de la mortal ideología explica que todos los cipayos le rindan pleitesía a pesar de los desastres evidentes que les causa a las mayorías y a la Naturaleza, cuyo agotamiento tienen calculado en el tiempo, según las tasas de aumento del PIB y el volumen de recursos naturales disponibles. Así son de cínicos, o de imbéciles y miopes ambiciosos.
Por consiguiente, sólo repudiando las bestialidades de economistas, políticos, periodistas, científicos y demás lacayos del sistema moribundo, los dignos lograremos sobrevivir, eludiendo el Apocalipsis y reivindicando a los descendientes del ingenuo incauto, Esaú.
Éstos, cuando la Historia llega a su fin, tienen la oportunidad de disfrutar la parte amable de la cruel bendición sucedánea que le dio Isaac a su verdadero hijo mayor, después de que Jacob, alcahueteado por la madre de ambos, la bella y perversa Rebeca, obtuvo la bendición como primogénito, sin serlo.
Aliados con los descendientes de su tío Ismael, hijo de la esclava Agar, y los de Cetura, otra amante de Abraham, han de reclamar sus derechos pisoteados antes de que sus sobrinos sionistas, provenientes del tramposo Jacob, su hermano felón, que se cambió el nombre por el de Israel, se salgan con la suya precipitando el juicio final que tanto los compromete con su despiadado y arbitrario Yahvé.
De paso, las mayorías que no comparten esos delirios podrán superar la enfermiza, primitiva y obsesiva condición fanática del creyente hirsuto, capaz de asesinar por su fe en difusas convicciones y despiadados dogmas, que lo inspiran para ir a su cielo si obedece a quienes dicen ser voceros e intermediarios de los dioses que le han inculcado desde niño indefenso y acrítico, lo cual es bastante usual.
Así lo han hecho los cristianos durante miles de años, mediante campañas tan sangrientas y arbitrarias como las cruzadas a tierra santa, la inquisición, los pogromos zaristas, la conquista del nuevo mundo, el fascismo, el falangismo y el nazismo; tanto como instaurando teocracias que mucho ha costado superar para sustituirlas por sociedades laicas que, al menos, reconozcan la libertad, la igualdad y el derecho a la Vida como principios políticos, así no hayan sido sino una ilusión, hasta ahora, pero que siguen motivando a las mayorías, que no renuncian a conquistarlos y materializarlos para todos.
Se trata de derechos fundamentales, que nos asisten a las personas por el mero hecho de existir, independientemente de lo perezosas o inútiles que seamos, de la cultura particular a la que pertenezcamos y de la fe que profesemos, o, inclusive, si nos consideramos ateos o ajenos a divinidades, existan o no.
Lo importante son el respeto, la protección y el fomento a la Vida, el sorprendente milagro de la Naturaleza que nadie pude apropiarse, aunque es lo que caracteriza a la piramidal y tenebrosa Historia: pisotear y afrentar la Vida, que es sagrada.
Ese asesinato justificado en las creencias religiosas, igualmente lo están cometiendo los musulmanes de varias sectas inspiradas en una interpretación genocida de la yihad.
Su mayor ofensiva y conquista de poder corre por cuenta de los vengativos integrantes del Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS), aunque Boko Haram, Al Nusra, Al Qaeda y otros grupos, representan la misma actitud retrógrada y homicida, enfocada en el exterminio de los infieles, como cualquier cruzada a tierra santa hace mil años. Pero también la representan gobiernos como los de Arabia Saudita, Egipto, Siria, Jordania, Yemen... o los de África subsahariana o de Asia meridional.
Alimentan el apoyo de los fieles al destino apocalíptico que comparten las tres religiones provenientes de Abraham.
Desde luego, los que históricamente vienen masacrando pueblos inermes, laboriosos y pacíficos, justificándose en sus dogmas, desde mucho antes, son los judíos, hostigados y obligados por los levitas, que de ninguna manera están dispuestos a perder los privilegios de zánganos afortunados, mantenidos por el trabajo de las once tribus restantes. Así lo estableció Moisés, como un mandato divino que pocos se atreven a ignorar o desobedecer, pues las consecuencias les son terribles, y los levitas se aseguran que lo sean, a nombre del rígido Yahvé.
Eso explica que desde que salieron del desierto tras su huida de Egipto, el primer imperio que los esclavizó, los obsesione la conquista de la tierra prometida, que Moisés les inculcó como voluntad de su dios, sin importar que otros seres humanos ya la ocupasen y tuviesen el derecho divino para hacerlo, pues también serían creados por el dios universal. Al menos es lo que supone la lógica teológica más ecuménica, simple y potable, aplicada sin prejuicios a la noción de creador de todo, que seria la mejor definición de Dios.
Pero la arrogancia sionista no se arredra por escrúpulos igualitarios respecto a pueblos no elegidos por su dios, quien sólo a ellos eligió entre toda la creación, como es evidente para quien se instruya leyendo los libros sagrados.
Gracias a su convicción, desde su salida del desierto, cuando terminaron de recibir maná, no han dejado de asesinar y despojar palestinos y demás pobladores originales de las tierras que les otorgó Moisés.
Este personaje -que no pudo entrar a latierra prometida, dejándole el honor de su conquista a Josué, cuya primera victoria fue contra Jericó, donde acudió a ondas sonoras, inspiradoras del proyecto HAARP, para derrumbar sus murallas- sí pudo darles las lecciones iniciales como genocidas despiadados e inescrupulosos, obligándolos a exterminar a los amorreos dirigidos por el rey Sehón, cuyas ciudades tomaron y habitaron los israelitas. Y les reforzó la lección lanzándolos contra Og, el rey de Basán, a quien mataron junto a sus hijos y a toda su gente, sin que quedara uno con vida, y se apoderaron de su tierra (Nm 21.35).
Es algo que no pueden negar. Más bien se ufanan de sus privilegios divinos, que los autorizan a matar gente y destruir lo que se les antoje, pues serían los dueños de todo porque su dios les creó el universo para que lo disfruten o lo destruyan o lo corrompan, a su capricho, según les plazca y les convenga.
Por eso insisten en apoderarse de Jerusalén, para reedificar el templo de Salomón y consolidar el Armagedón, que queda en el Medio Oriente; o sea, donde el Estado Islámico, el dictadorzuelo genocida, Bashar al Assad, los reyes, califas y jeques árabes, los represores de los pueblos yemenita, libio, egipcio, jordano, afgano, iraquí, turco, iraní y demás, están aportando pretextos para que el sionismo justifique la consolidación de sus crímenes sagrados contra la Humanidad.
Al fin y al cabo, es un anhelo compartido por las religiones musulmana y cristiana, pues las tres reivindican los sueños de Abraham, padre de Ismael e Isaac y bisabuelo -a través de su nieto, el tramposo Jacob- de los levitas encargados de sostener la doctrina sionista desde la salida de los judíos de Egipto. Lo han logrado explotando el trabajo, el miedo y la fe de los integrantes de las tribus encabezadas por los once hermanos de Leví, humanos díscolos e inteligentes, pero temerosos de Yahvé, el implacable.
De ahí el insólito apoyo, por parte de judíos liberales y humanistas, a Benjamín Netanyahu, el sicópata ambicioso, astuto e inspirado, recién reelegido como primer ministro de Israel tras demostrarle al Mundo que es el indiscutible jefe de gobierno de USA, muy por encima del títere Barack Obama, a quien pisoteó abiertamente al hablar ante el Congreso usano, sin contar con su autorización como jefe de estado encargado constitucionalmente de las relaciones exteriores, y a quien han obligado a autorizar agresiones contra la Naturaleza que ni el fronterizo George W. Bush se atrevió a sugerir.
No obstante, el mestizo de corazón blanco ha sabido eludir las órdenes más delirantes del jefe sionista, como lo ilustra su desacato al rechazo sionista a mantener conversaciones de paz con Irán, pues el anhelo sionista es atacarlo.
La reiterada aspiración sionista de recuperar su Sión, geográficamente se extiende, según alguna de sus delimitaciones bíblicas, desde el Mediterráneo hasta el río Éufrates. O sea que incluiría al Líbano, Palestina, Siria, Jordania e Irak.
Pero lo han ampliado, fomentando conflictos al efecto, a Turquía. Aunque su objetivo estratégico más acariciado es Irán, acusado calumniosa y persistentemente, como lo fue el dictador iraquí, Sadam Husein, cuando USA, o su gobierno en la sombra, resolvió derrocarlo, involucrándolo en los auto atentados del 11-S de 2001.
Evidentemente, los sionistas y sus víctimas judías, sus hermanos, abrigan una venganza milenaria contra el imperio persa, del que fueron esclavos en tiempos de Mardoqueo y su prima, la reina Esther. Se trata de una bella judía, una de las favoritas del rey Asuero, conocido en la Historia como Jerjes, quien reinó desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintiséis provincias.
Quizás ésta sea la extensión mínima que reclaman los sionistas para su tierra prometida, incluyendo a Egipto y no sólo a Arabia y sus emiratos.
Desgraciadamente para los gentiles, como llaman a los no judíos, su deseo de venganza contra los imperios que los han subyugado -como el nazi, el zarista, el sacro imperio romano, el romano, el asirio, el babilónico, el persa y el egipcio-, ahora están en condiciones de saciarlo mediante los instrumentos e instituciones del Nuevo Orden Mundial, que tiene en la OTAN su más letal garrote, y en el Consejo de Seguridad de la ONU, su mejor defensor, aunque la Asamblea General apoye a sus víctimas, interpretando el sentir de los pueblos solidarios y decentes.
El mismo papa Francisco ha actuado en consecuencia, reconociendo a Palestina contra la orden sionista, que muchos cipayos acatan obediente y acríticamente, pero que ya no tienen argumentos para seguir apoyando sin demostrar lo canallas y venales que son.
En general, dado su monopolio de la economía artificial o financiera, que les permite subordinar la real e indispensable, la que produce verdadera riqueza, los potentados cómplices del sionismo internacional saben que pueden subyugar y corromper a todos los gobiernos de vendepatrias casados con el Neoliberalismo.
Al menos, así será mientras no cambiemos las convenciones monetarias que tanto poder les han otorgado a los banqueros, pese a que el sistema financiero no los necesita, como quedó claro con la crisis de 1929, pues sus funciones son propias del Estado como representante de la sociedad, de modo que un Estado popular no dejará de retomarlas para beneficio de todos, ni de castigar a los bandidos que han usado el dinero como un mecanismo discriminador y opresivo y no como un invento adecuado para el funcionamiento fluido de las sociedades mercantiles.
Es evidente que todos los gobiernos están comprometidos hasta la médula con la letal doctrina, quizás con la excepción del rey de Bhután, aunque los populistas traten de soslayarlo o de negarlo, fingiendo dignidad, patriotismo e independencia mientras fomentan la destrucción de la biosfera, endeudan los países, construyen mega obras de infraestructura para facilitar el saqueo, entregan el patrimonio público a las transnacionales, arruinan la mediana y pequeña industrias nacionales y propician la desnacionalización de la grande, absorbida por las gigantescas corporaciones apátridas o extranjeras.
Independientemente de la ideología con que embelesen, fanaticen, embrutezcan o alienen a sus pueblos, los gobernantes politiqueros adoptan cualquier receta que les impongan las agencias internacionales controladas por los enemigos comunes, los sicópatas plutócratas.
Al efecto, toca remarcarlo, el converso Santos en Colombia le está dando prelación a la OCDE, afirmando que somos un país rico. Así evita alborotar aplicando las medidas del FMI y del Banco Mundial, tan desacreditados ante el vulgo, que ya conoce sus canalladas inhumanas, orientadas a ampliar la brecha social y económica de las mayorías decentes, creativas y productivas, respecto a los sicópatas que las expropian y envilecen, frenando el progreso de la Humanidad por capricho y en beneficio de los enemigos comunes.
El cambio de modelo antropológico es un requisito indispensable e ineludible, exigido por la Humanidad en el presente para avanzar hacia etapas superiores, que realmente podamos considerar civilizadas.
La alternativa del consumismo suicida y sus patrocinadores -moribundos de la Historia- es que las mayorías nos resignemos, ojalá de rodillas y pidiendo la salvación eterna, a perecer víctimas de la autocracia que impide alcanzar la igualdad y la libertad, soñadas por los mejores ejemplares de nuestra especie, tan depredadora y criminal si juzgamos por el talante de los sicópatas inescrupulosos que la han dirigido, subyugado y envilecido durante el período antropológico que agoniza porque ya cumplió su ciclo.
Superar el aterrador destino abrahámico es asunto de mayorías conscientes, libres, dignas y soberanas, conformadas por personas que no delegan en nadie su derecho a pensar, a expresarse, a evaluar lo que se propone y a inclinarse por lo que más les convenga.
Pero dispuestas a aceptar lo que realmente decidan esas mayorías autónomas, a las que voluntariamente se han sumado para cambiar democrática y conscientemente las sociedades desiguales, violentas y piramidales, características de la inicua y fructífera Historia.
Sin duda, a las multitudes conscientes nadie tiene derecho a dirigirlas, aunque todo el que lo desee lo tiene a participar en los asuntos comunes, tanto como a defender sus propias ideas e intereses, intentando convencer con argumentos y razones sólidos, que serán decantados por la discusión colectiva y libre, de todo el que quiera involucrarse, sobre el mejor curso de acción para atender los asuntos propios de los integrantes de una sociedad superior a las divididas en clases sociales antagónicas, que son las dominantes en la Historia, pero no las únicas.
Desde luego, la sociedad concertada por las mayorías será rica, plana, igualitaria, justa; capaz de proteger a todos sus miembros brindándoles con abundancia lo necesario para que se realicen como personas únicas, disfrutando de la mejor vida posible, garantizada por la sociedad en vez de por la familia, los amigos o alguna institución de caridad o filantrópica. Al fin y al cabo, Si al pobre hasta sus hermanos lo desprecian, con mayor razón sus amigos se alejarán de él, según afirma Pr 19.7. En otra versión se dice: Si todos los hermanos del pobre lo aborrecen, cuánto más sus amigos se alejarán de él.
Así podrá ser si logramos evitar el Fin del Mundo, que nos acosa como cualquiera puede constatarlo sin mayor esfuerzo ni abstrusos conocimientos de la falsa ciencia económica, ahora expresada mediante la mortal ideología neoliberal impuesta por el sionismo a todos los gobiernos, y cuyos resultados palpables, inevitables y crecientes están condenándonos a desaparecer o retroceder a épocas de oscuridad y violencia presididas por la teocracia y el absolutismo.
Para evitar el funesto plan de los caraduras supuestos voceros de dios, sirven la experiencia, los conocimientos y los inventos que la Humanidad ha desarrollado durante su existencia creadora, y que a todos nos pertenecen como miembros sobrevivientes de la especie, aunque los plutócratas nos hayan expropiado a las mayorías durante la vigencia de la pavorosa Historia.
En este sentido, el movimiento global de los Indignados soberanos, que empezó con la Primavera Árabe, ha de recibir aportes del martirizado pueblo colombiano
Éste se prepara para superar casi 70 años de guerra interna y unos 45 de Neoliberalismo, sin volver a caer en engaños de falsos representantes que nos suplanten, y perpetúen y agudicen la injusticia social que dio lugar a la insurgencia armada, pero que a todos nos corresponde resolver mediante una verdadera Asamblea Constituyente que concierte un Contrato Social legítimo, digno de respeto.
O sea, la Revolución Mundial incruenta y arrolladora, que a todos nos compete, exige la participación, de todo el que lo desee, en la definición de las normas de convivencia basadas en garantías sociales inviolables y universales, y materializadas en instituciones idóneas donde la corrupción y la mediocridad no tengan cabida.
Fundamentalmente podemos hacerlo a través de Internet, que, inadvertidamente para los enemigos comunes, se ha convertido en el Ágora Virtual de la Aldea Global, además del deliberadamente oprobioso instrumento de control y alienación universal al servicio del Gran Hermano, como denominó George Orwell al NOM, y como lo han demostrado plenamente las denuncias de Edward Snowden y de Hervé Falciani.
De ninguna manera, ningún pueblo puede seguir tolerando que le impongan leyes y constituciones políticas mediante el acuerdo cerrado de unos constituyentes, delegados por grupos de poder que despojan al pueblo. Lo suplantan para seguir subyugándolo y traicionándolo, disponiendo de la riqueza común como si les perteneciese.
Por esto, una medida constitucional elemental es prohibir que cualquier individuo pueda vender o ceder el patrimonio público, como lo exige la voracidad privatizadora del Neoliberalismo, que está a punto de expropiarnos de Isagen a los colombianos.
Fácilmente llevamos más que Chile aplicando la ruinosa y depredadora ideología neoliberal, pues acá empezó durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero, el papi de Andrés, quien gobernó ilegítimamente entre 1970-74, impuesto por el abuelo del delfín Germán Vargas Lleras.
Tan funesto y arrogante personaje fue el famoso malgeniado, pendenciero y altanero, Carlos Lleras Restrepo, conocido como Lleritas por la oligarquía santafereña, quién negoció la legitima presidencia en cierne de Rojas Pinilla, comprándole su victoria electoral del 19 de abril de 1970 al pusilánime general villano, y obligando al pueblo a esconderse en sus casas, al decretar el estado de sitio o de guerra para impedir la justa y merecida protesta contra la dictadura democrática impuesta por el patricio, repugnante pero seductor para los masoquistas.
Incidentalmente, tal estafa a la voluntad popular dio lugar al surgimiento de la simpática guerrilla organizada por el gozón Jaime Bateman, el M-19, que introdujo el secuestro como arma política, aplicada a José Raquel Mercado, el líder de los sindicalistas del partido liberal, la Confederación de Trabajadores Colombianos (CTC), quien terminó asesinado por sus plagiarios, como Aldo Moro en Italia, víctima de las Brigadas Rojas.
Pronto, la práctica perversa del secuestro se degeneró, convirtiéndose en una ruin fuente de recursos, peor que la artificial ilegalización de los alucinógenos, otra cuestionada fuente de ingresos que tanto obstáculo moral despertó en los setentas, entre los guerrilleros, pero que ahora les presentan a las nuevas generaciones como si hubiese sido un invento de las guerrillas, cuando lo que han hecho es aprovechar el sucio negocio, montado por las derechas mafiosas, las mismas que legalizaron a las CONVIVIR, y que se rastrea desde la bonanza marimbera surgida durante el gobierno de Misael Pastrana Borrero.
Así culminó el último período pactado por la dictadura civil, que implementó una ingeniosa hegemonía oligárquica bipartidista durante 16 años, el llamado Frente Nacional, tras recuperar el gobierno ejercido por el dictador títere, Gustavo Rojas Pinilla -abuelo de los bandidos de cuello blanco, los hermanos Moreno Rojas, quienes, como William Vélez y los Nule y algunos otros corrompidos afortunados, tanto pelecharon con negociados durante la dictadura del vitando Álvaro Uribe Vélez.
Al general populista lo utilizaron para desarmar a los guerrilleros liberales que se estaban saliendo del control de los gamonales y los politiqueros, tan bien encarnados éstos por el Lleritas durante el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, su rival liberal de origen popular, el 9 de abril de 1948, cuando fundaron la OEA en Bogotá y el pueblo herido por el asesinato de su líder estaba resuelto a cobrarle el crimen al presidente paisa, Mariano Ospina Pérez, peligrando la continuidad del régimen.
Incidentalmente, Misael le otorgó a Álvaro Uribe Vélez su primer cargo público de carácter nítidamente neoliberal, al designarlo para negociar con los campesinos del oriente antioqueño las feraces tierras del Peñol y Guatapé, destinadas a construir una mega represa.
Por tanta tragedia, los colombianos de las generaciones vivas que resolvamos reconocer el crudo pasado, caracterizado por las traiciones de los politiqueros, podemos extraer lecciones de verdadera democracia, para superar y desacreditar las farsas representativas, empoderando al ciudadano normalito o común y corriente y hasta inocentón.
De ninguna manera los diálogos de paz en la Habana conllevarán que el gobierno podrido o los guerrilleros anacrónicos, que se insurreccionaron para combatir el régimen oprobioso con las armas, decidan y pacten a espaldas de los demás, suplantándonos, el destino común.
La exigencia de las víctimas para ser tenidas en cuenta, no se agota con llevar algunas tandas a la mesa en Cuba. Además, víctimas somos todos, no sólo los agredidos por fuerzas armadas, pues el daño incluye agresiones sociales, económicas, ambientales, éticas y políticas, que han afectado a las mayorías por cuenta de los monopolizadores de poder.
Cuando no es por la fuerza o la tradición dinástica, lo obtienen a través de las imposturas de la falsa democracia representativa, que nada tiene qué hacer cuando estamos en condiciones de ejercer la Democracia Directa, como lo estamos, ahora, en todo el Mundo.
Claramente, todas las víctimas merecen dar su propia versión de los hechos y reclamar sus legítimos derechos, pues entienden que nadie puede interpretarlas en su singularidad, ni nadie puede suplantarlas, aunque es lo usual en la decadente y falaz democracia representativa, que estamos remplazando por la auténtica, la que ejerce cada uno libremente.
En síntesis, las víctimas no están dispuestas a que las suplanten porque, honradamente, nadie puede representar a nadie, sentir su dolor, defender sus derechos. Pero es lo que ha postulado y pretendido la falaz democracia representativa, la burguesa o liberal, la de los impostores que anulan, engañan y subyugan a los demás. Hasta ahora, pero ya no más, jamás.
Esto es algo que el Mundo ha de entender: lo que significa la verdadera y única democracia auténtica, actualmente posible y viable, que no puede ser otra cosa que la participación personal, libre y directa del ciudadano individual en los asuntos públicos.
Los colombianos tenemos que ser parte de los pioneros en este ejercicio, aprovechando la experiencia de un pueblo sufrido que se niega a seguir siendo engañado, traicionado y vendido, como lo está haciendo el cristiano nuevo, o marrano, Juan Manuel Santos Calderón, tan fiel a sus amos sionistas como el advenedizo Alvarito, su jefe y cómplice en los falsos positivos.
Ambos son fichas del Neoliberalismo, como todos los gobernantes que cabalgan sobre sus pueblos, despojándolos de sus ecosistemas y su cultura ancestral.
La revolución es mundial. No tiene dueños. La orienta la creatividad popular y la realizan las mayorías despiertas, ajenas a los sicópatas que conforman los enemigos comunes.
¿De cuáles eres tú?
REFERENCIAS
Rothschild y la guerra.doc
La guerra es el arte de destruir hombres.doc
Economía verde, no gracias pero ¡gracias Evo!.doc
TERREMOTO-ARMA DE EE.UU. AZOTA A TURQUÍA DESPUES DE SU INVASIÓN A IRAK.doc
A veces hay que utilizar bombas atómicas para defenderse.doc
Arroyo Bruno desviado.doc
Autosele
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