Policías y ladrones
"Y aquí seguimos; en esta prisión, este circo", canta el juglar mientras escribo esto en el Parque de los Periodistas, nuestra apabullada válvula de escape; actualmente bombardeada por los policías que nos aplican el fascista "Nuevo Código Nacional de Policía".
Es un instrumento que les están exigiendo a los sátrapas de la región, para sumir a los ciudadanos en miserias represoras, intentando que olviden la lucha contra los corruptos que se las imponen.
Esa es la razón politiquero-pragmática: amargarles sus existencias para obligarlos a ver cómo pueden defenderse, no sólo de la delincuencia común sino de la policía; que le permite operar sin molestarla, cuando su misión constitucional liberal es combatirla para poteger al ciudadano inerme.
Es una disposición teórica muy diferente a la de USA, donde los ciudadanos armados; a saber blancos de la Asociación Nacional del Rifle, delincuentes y policías, se dedican a matar impunemente a los inermes, como todo un privilegio constitucional, absolutamente bárbaro.
Sin embargo, ambas realidades sociales se parecen ya que en desarrollo de pactos secretos pero cuya existencia es innegable (como lo demuestra el escándalo del Secretario de Seguridad de Medellín; quien pactó favores y beneficios mutuos con los delincuentes que lo apoyarían para elegirlo como alcalde), la policía está dedicada a conculcar los derechos del ciudadano de bien que sea transgresor del confesionalismo y la amargura, si se atreve a disfrutar el espacio público para relajarse y consumir sustancias evasoras y lúdicas. Como los licores y los alucinógenos, que escandalizan a los cavernícolas de estricta moral cristiana (o de cualquier ideología represiva)
Es obvia la discriminación, porque otros ciudadanos pueden consumir sin ser molestados. Pero si lo hacen, como sucede con los licores, en un local comercial y no al aire libre sin pagar excedentes.
Desde luego, ambos consumidores tienen similar efecto sobre el "orden público"; cuya perturbación sería el pretexto para reprimir a quienes, evidentemente, no lo perturban, pero consumen en lugares propicios de carácter público.
Para los adultos, equivale al derecho a jugar, sin pagar y felices, haciendo perturbadoras alharacas, en los parques infantiles, que son para ese lucro social de los infantes.
Pero a los mojigatos moralmente superiores y sensibles, gentuza de una categoría superior y con más derechos que el vulgo descreído e irreverente; les parece y sostienen que estos ciudadanos, jóvenes y adultos, a quienes desprecian, carecerían del derecho a la recreación, reconocido a los niños sin ninguna objeción.
Abusivamente, amparados en un código que viola los Derechos Humanos; son discriminados y reprimidos los amantes del placer, la música, el teatro, la risa, la camaradería. En resumen, el disfrute de la vida en el marco de la tolerancia y el respeto, que son las reglas de convivencia que aplicamos los parroquianos del mencionado parque, relajante, lúdico y amable, auténtico hito civilizatorio de Medellín, donde se descansa disfrutando la trava, el pase y los tragos, sin molestar a nadie ni permitir faltones, a no ser los intocables y arbitrarios policias, pues los delincuentes comunes no tienen cabida, y negamos que los jíbaros lo sean porque explotan un negocio que nos están robando otros países; mientras acá, los lacayos vendepatria, disfrazados de moralistas extremos, ajenos a la ganancia y los negocios sucios, lo criminalizan más que la corrupción de los politiqueros o la destrucción de la biosfera.
En este escenario, los represores insisten en que los evolucionados usuarios del parque, sí deterioran el "orden público"; de modo que merecen ser sancionados.
Este es el ruin recurso para enfrentar mutuamente a los ciudadanos por sus discrepancias en gustos, valores y formas de vivir; en países donde duele y campea la impunidad de los corruptos politiqueros, enemigos y traidores del pueblo.
Pero, ¿quién se arriesga a confrontar al policía que le aplica el arbitrario código impuesto por los legisladores podridos y antipueblo, dedicados a lucrarse con los negociados inconstitucionales que ellos se encargan de legalizar?