Consideraciones a raíz del
"Comunicado: FARC-EP se pronuncia por la injustificada polémica por presencia en El Conejo"
Darío Botero Pérez.
Sin duda, "Ante la embestida guerrerista lo que se impone es la más amplia movilización del pueblo colombiano en defensa de su derecho a la paz con justicia social, democracia y soberanía", según concluye el Comunicado.
Si está constituida por las multitudes conscientes de la realidad porque se nutren de la Verdad tan tergiversada y monopolizada históricamente, pero ahora difundida en el Ágora Virtual Mundial, lo cual la pone al alcance de cualquiera que use su inteligencia; a medida que esta "anhelada y decisiva movilización popular" se convierta en la forma cotidiana de auto gobernarnos, descalifica a los politiqueros impostores y desenmascara los medios de comunicación tradicionales, que inventan su propia y conveniente verdad, ocultando o tergiversando la Verdad verdadera.
Así impiden que sus clientelas electorales y los consumidores de su basura des-informativa, respectivamente, desarrollen un sentido crítico independiente, que los habilite para ejercer con propiedad su ciudadanía, interviniendo en la política directamente mediante la maravillosa Ágora Virtual Global, jamás imaginada ni disponible para ninguna generación anterior.
Es maestra generosa para cualquiera, tribuna permanente para todos y saeta certera al corazón de los impostores para quien se ampare en la Verdad que nos está haciendo libres e iguales en medio de los estertores agónicos que su difusión y apropiación global pueden superar, evitando el cataclismo que nos han trazado desde épocas bíblicas y que ahora los abrahámicos -con la insólita y notable excepción del Papa Francisco, que influye a otros cristianos, gentes de otros credos y agnósticos- consideran que llegó el tiempo de aplicarnos.
Esta asombrosa, masiva y popular plaza pública mundial, nacional, regional, local y familiar -basada en Internet, que es un patrimonio de la Humanidad- constituye una consecuencia tecnológica democrática no prevista por los think tanks. Posiblemente es superior a la todopoderosa agencia de espionaje universal, puesta al servicio del Gran Hermano, que sí previeron y diseñaron, de modo que tiene en la NSA uno de sus más notables brazos, como bien nos lo dieron a conocer los heroicos Edward Snowden, Julian Assange y Bradley Chelsea Manning.
Además de herramienta de control y alienación social, Internet ha resultado el vehículo idóneo para igualarnos a todos en el ejercicio pleno del derecho de pensamiento, opinión y expresión libres, independientemente de dónde habitemos, del régimen político que suframos, de la capacidad argumentativa que poseamos o nos atribuyamos, o de las simpatías de que gocemos entre los tradicionales manipuladores de los medios de información.
Es una solución auténtica al ejercicio real del poder por su dueño legítimo, toda la Humanidad. Es una conquista inimaginada, impensada, poderosa y capaz de remplazar a todos los gobernantes que despojan a los ciudadanos de su derecho político a intervenir en los asuntos públicos sin cortapisas, en defensa de los intereses personales, buscando el apoyo de quienes los comparten, así sean muy pocos y, para defenderlos y conquistarlos, les toque batirse con argumentos como los de los discapacitados, que han sabido ganar batallas mediante razones respetables, propias de una sociedad civilizada preocupada por el bienestar de sus miembros en vez de asegurarles privilegios a los sicópatas que nos descalifican como especie digna de existir.
Para precisar, es evidente que el sistema de suplantación de los ciudadanos por cualquier élite gobernante, actualmente carece de justificación en la medida en que las mayorías están en condiciones de expresarse directamente y tomar parte activa en las decisiones que afecten la vida en común o los derechos o el bienestar de los individuos, sin ninguna discriminación ni privilegios ni exclusiones, admitiendo que cada uno es uno, y no más, y que es libre de involucrarse o no en cualquier asunto público.
Pero ninguno puede imponer su voluntad particular a nadie por muy capacitado que esté o por muy superior, lúcido, meritorio, generoso, hábil o distinguido que se considere.
En consecuencia, nadie puede seguir apropiándose la agenda colectiva. Todos tenemos derecho y medios para intervenir, opinar, criticar, rechazar, apoyar, mejorar, proponer y decidir.
Es tan cierto como trascendental en el presente, cuando los diálogos de paz entre el gobierno y las FARC-EP han llevado a ésta -tanto como las ambiciones de la derecha que espera perpetuar la impunidad del uribismo y volvernos a someter a la dictadura del emergente chalán de Salgar- a proponer la elaboración de una nueva Constitución.
Sin dudas, la necesitamos, pero no cocinada a las espaldas de las mayorías por unos expertos o delegados que las suplantan y suelen ser generosos con el amo extranjero, que paga en moneda fuerte sus traiciones a la patria.
Es una tarea común que podemos desarrollar minuciosamente recogiendo toda clase de propuestas divergentes o convergentes o incalificables, osadas, lúcidas, originales, o compartidas por sólidas o por atractivas y seductoras; sensatas o absurdas, racionales o incoherentes; expresadas sin censuras ni límites, pues el debate público extenso y argumentando -que permite Internet mediante determinadas aplicaciones informáticas, como las "redes sociales", el correo electrónico o los blogs- exige e impone a cualquier ciudadano despierto de la Aldea Global el ejercicio de la democracia directa mediante la libertad de pensamiento, opinión y expresión, sin límites ni cohibiciones impuestos por nadie a nadie, diferentes a los que cada uno se impone a sí mismo libremente; sin afanes, con responsabilidad y sentido de pertenencia a la especie humana, a la Vida y a una existencia única y particular que nadie tiene derecho a desconocer, descalificar, humillar, estafar, corromper, engañar, subyugar ni suplantar.
Es la vía correcta para superar las sociedades de clase que han imperado en la Historia y que el 95% de los humanos, no sólo los proletarios, queremos derrotar para imponer las planas, horizontales o igualitarias, soñadas por los mejores individuos de nuestra especie a través de los tiempos; donde nadie valga más que nadie y todos tengamos garantizados nuestros derechos.
Esta actitud libre y pro positiva la refuerzo anexando dos artículos que aportan alternativas al tema de las "democracias" y al de las "drogas del placer y del misterio", que también son una conquista humana, ahora estigmatizada para convertirla en una fuente de crímenes y enriquecimiento exorbitante para los traficantes y sus cómplices de todo pelambre, de inseguridad para la población y de discriminación, marginación, injusticia y represión para los adictos.
Espero que las tengan en cuenta, como deberán tener en cuenta los reclamos y los puntos de vista de las víctimas del conflicto, en vista de que éstas no se resignan a ser figuras decorativas sino que están conscientes de su importancia en la definición, debate y adopción de parámetros éticos, solidarios, aceptables y soberanos, realmente democráticos, que nos permitan concertar normas de convivencia legítimas sin lugar a dudas, a cambio de las arbitrarias e ilegales que propicia la democracia representativa, suplantándonos y despojándonos de derechos inalienables que ahora, por primera vez, estamos en condiciones de ejercer todos los seres humanos.
De todos modos, los ciudadanos estamos abriendo los ojos y dispuestos a dotarnos de nuestro propio "Contrato Social Democrático". Con éste conformaremos consensualmente nuestra propia Constitución Política inmanoseable, que sólo pueda reformarse mediante los mismos mecanismos que la creen.
Así también se conoce el pacto social impuesto por las minorías constituidas por sicópatas y sus peones incondicionales, que rige la vida común en la versión de la democracia burguesa suplantando a los ciudadanos por politiqueros ambiciosos y corruptos que ya no soportamos. Con un acuerdo de mayorías, realmente democrático y, por tanto, legítimo, a los politiqueros de todas las ideologías los pondremos en su merecido lugar de iguales a cualquiera, pero lacayos de los plutócratas y llenos de deudas con la dignidad ajena y la conservación de la Naturaleza, que tendrán que pagar.
Es el camino que se les abre a todos los pueblos, ahora dotados del poder para materializar, por fin, el cambio del modelo histórico de gobierno que subyuga a las mayorías en beneficio de unos pocos privilegiados blindados con ideologías excluyentes y abominables.
Pueden recuperar su dignidad e imponer la igualdad con base en razones objetivas ofrecidas por el asombroso desarrollo de las fuerzas productivas, que actualmente se basan en la automatización y no en la explotación del hombre por el hombre que los enemigos comunes se empeñan en perpetuar con sus absurdos y suicidas, pero sagrados para los vende patrias, dogmas neoliberales que infectan a todos los gobiernos corruptos, empeñados en precipitar nuestra tragedia colectiva global disfrazando sus bestialidades de sanas e inevitables medidas económicas y sociales.
Lo lograremos si y sólo si vencemos a los banqueros, cabezas de los potentados que lo impiden para perpetuar su dominio de las mayorías, tan alienadas por el dinero. No obstante, con las billonarias emisiones sin respaldo de la FED, la City de Londres y el BCE, ha quedado claro para cualquiera que piense, que el dinero es una simple convención social susceptible de orientarse en beneficio común y no de los plutócratas despreciables que siguen concentrándolo y usándolo para expropiarnos de la cuota de riqueza a la que tenemos derecho por el milagroso hecho de estar vivos.
También es claro que el creciente movimiento de los Indignados demuestra que las condiciones subjetivas maduran aceleradamente, de modo que es posible que, en vez del caos, del actual maremágnum universal surja y se consolide la soñada Revolución Mundial que imponga la Sociedad Democrática Global que venza al Nuevo Orden Mundial, impida la profundización de la tercera guerra mundial en curso y detenga la destrucción de la biosfera, gracias a la notable evolución de la conciencia política de las despreciadas masas, ahora devenidas en multitudes lúcidas, maduras, idóneas y combativas, hartas de politiqueros y demás impostores que las engañan, las explotan, las alienan, las reducen y ningunean, las despojan, las matan y las suplantan.
La cosa es seria, y los verdaderos materialistas que saben hacer análisis concretos de la realidad concreta, deben reconocer que se dan las condiciones para formas de socialismo ajenas al idealismo y los genocidios de las revoluciones "marxistas" del s. XX, ahora posibles gracias al revolucionario desarrollo de las fuerzas productivas que, con razón, Carlos Marx consideró condición objetiva indispensable para el cambio de Modo de Producción.
Sin dudas, es una condición mucho más determinante para el cambio social que la partera de la Historia, la suicida e inadmisible violencia, actualmentre actuante pese a su evidente obsolescencia que la hace altamente traumática, inconveniente e irracional cuando disponemos de suficientes arsenales atómicos como para extinguirnos varias veces.
Desde ahora, las mayorías que conformamos el 95% de personas, subyugadas e impotentes en el aislamiento pero invencibles si nos unimos -no sólo los obreros, el llamado "proletariado", que exaltan los llamados partidos " comunistas"-, seremos, como estamos siéndolo, los constructores de la nueva formación social que adopte patrones inalienables, enmarcados en la defensa y el respeto universal a los Derechos Humanos tanto como a la individualidad y singularidad cultural de pueblos y personas, que son, necesaria y naturalmente, creativos, diversos, únicos, irrepetibles, originales e irreemplazables.
Llegó la era de la verdadera democracia, la que ejercemos sin permiso, porque nos da la gana, sin delegaciones, imposturas, coacciones ni compromisos incondicionales con intereses colectivos no digeridos, ajenos a los propios.
Estos intereses individuales del ciudadano común, ningún politiquero -que busca su propio bienestar y enriquecimiento personal, generalmente mediante procedimientos viles- puede representarlos ni defenderlos como lo hace quien los identifica, los entiende y comparte, empezando por uno mismo.
Cada uno pesca para su propio costal, pero los estafadores corruptos, vendepatrias y farsantes, lacayos de sicópatas (a quienes admiran y emulan, cediéndoles el patrimonio común, como las rentables y estratégicas Telecom e Isagen), nos quieren convencer de lo contrario para seguir robándonos impunemente nuestros peces.
Confío en que algo de lo dicho les aclare cómo contribuir a concertar una sociedad gratificante para todos, rica y justa, surgida de consensos por convicción y no por imposición, que sus medios de difusión pueden ayudar a perfilar gracias al prestigio y la penetración de que disfrutan, en caso de que promuevan un debate amplio, capaz de argumentar en defensa de los derechos de las mayorías tanto como de contra argumentar para desenmascarar sofismas que las perjudican, en vez de ocultarlos.
El futuro nos pertenece a todos, si impedimos que nos lo arrebaten los enemigos comunes de la Humanidad, de la Tierra y de la Vida. Pero el tiempo apremia ante la ofensiva apocalíptica desplegada por los cánceres de la especie, lacras de la biosfera y patrocinadores de la muerte y la desolación.
De ahí la importancia de cualquier acción que estimule el ejercicio de la democracia directa como derecho fundamental a la expresión y difusión de las ideas, que a todos nos asiste aunque las minorías de sicópatas, dominantes en las sociedades desiguales de la Historia, siempre nos lo han negado.
Por fortuna, a pesar de sus mañas, ya han perdido ese monopolio de la manipulación ideológica e informativa, de modo que las multitudes no dejan de pensar y opinar o, al menos, de chatear con ciudadanos de la Aldea Global, independientemente de cualquier cosa que los separe, ya sean distancias, niveles de educación o formación, ideologías, razas, idiomas o déspotas.
Conviene entenderlo para evitar posiciones rígidas, eminentemente dogmáticas y mesiánicas, que poco cuajan en las generaciones despiertas, por mucha catequesis que hagan los predicadores de ilusiones, tradicionales cosechadores de dolores causados a las mayorías por sus verdugos históricos, las clases dominantes que ya no toleramos y vamos a derrotar para siempre, si no permitimos que nos extingan.
Por ahí debe ser la cosa, creo yo, según he tratado de demostrarlo con razones en vez de convicciones de carácter dogmático que se sustraen a la crítica y suscitan la violencia del iluminado contra quienes no se le sometan, lo cual niega cualquier ilusión de democracia, así los déspotas suelan usar las palabras que aluden al concepto para adjetivar sus empresas demagógicas, como la seguridad "democrática" de Álvaro Uribe Vélez, el gurú impune e incansable, tan seductor, inconsistente, oportunista, voluble, arbitrario, corrupto, perverso e impune, al menos todavía (como Belisario Betancur Cuartas, por aportar algo a la memoria histórica tanto como a la salvación del alma del anciano que, el 7 de noviembre de 1985, asó a los altos magistrados violando flagrantemente la independencia de los poderes, que constituye una de las bases de la falsa democracia liberal).
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Comunicado: FARC-EP se pronuncia por la injustificada polémica por presencia en El Conejo.
Comunicado
La presencia de miembros de la Delegación de Paz de las FARC-EP en el corregimiento de Conejo, en el departamento de la Guajira, ha desatado una injustificada polémica levantada por los más connotados voceros de la derecha guerrerista.
Se indignan los pregoneros de la continuación de la guerra, porque nuestros voceros llegan desde La Habana con un mensaje de paz y reconciliación a uno de los departamentos más castigados por el olvido y la corrupción de las élites gobernantes.
Tras el manido argumento del proselitismo armado, se pretende imponer el aislamiento de nuestra delegación y la prohibición de interactuar con los distintos sectores de la sociedad interesados en conocer los desarrollos del proceso. No se puede argumentar inexistentes compromisos en los protocolos acordados por las partes para el traslado de los delegados de las FARC-EP a Colombia, con el fin de socializar los avances del proceso con los guerrilleros y las masas que históricamente nos han acompañado, para desconocer el derecho a la libre información que asiste a todos los ciudadanos.
El momento actual, en el que la posibilidad de firmar un acuerdo definitivo de paz se hace más cierta, antes que ceder espacios a los enemigos de la paz y la reconciliación, exige de los principales protagonistas del proceso, la firme decisión de sortear de manera concertada cualquier obstáculo que pueda presentarse en el camino de la solución política. En esa dirección invitamos al Gobierno Nacional a trabajar para superar este impase.
Ante la embestida guerrerista lo que se impone es la más amplia movilización del pueblo colombiano en defensa de su derecho a la paz con justicia social, democracia y soberanía.
Febrero 19 de 2016.
Secretariado del Estado Mayor Central.
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
FARC-EP
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Arnoldo (miércoles, 20 abril 2016 10:14)
Según el informe oficial Basta Ya, entre 2003 y 2012, cuando supuestamente ya no existía este flagelo, 2.7 millones de colombianas y colombianos fueron desplazados y expropiados de sus tierras. En todos esos casos brilló la ausencia de acciones efectivas por parte de autoridades, militares, civiles y judiciales.
Es claro que los mismos intereses económicos y políticos que engendraron el monstruo paramilitar, continúan actuando hoy libre e impunemente. Sus arietes políticos y de la gran prensa pretenden crear un clima de intolerancia, odio e incitación que sirva de próximo escenario al esperado exterminio político.
Nadie que esté por la paz y la democratización real del país puede permanecer indiferente o inmóvil a lo que sucede ante las miradas de todos. No puede ser que mientras por un lado se anuncia la inminente firma de una Acuerdo Final de Paz, por otro, fuerzas políticas ultramontanas y sus grupos criminales de choque preparen y festejen de antemano un nuevo baño de sangre para Colombia.
Una afrenta de tal tamaño no puede ser aceptada de manera pasiva por ninguna persona decente que habite en el territorio nacional. Los millones de compatriotas que han soñado, creído y luchado por la paz para nuestra patria, la gente que ha empezado a mirar el futuro de nuestro país con esperanza, no puede guardar silencio ni permanecer de brazos cruzados.
Es el momento de actuar decididamente; de expresar masivamente el más abierto rechazo a los propósitos de los pregoneros de la muerte. De conformar un auténtico movimiento en defensa de la vida y la dignidad de los colombianos. No más silencio, no más miedo, basta ya de crímenes en este país.
Que se oigan las voces del pueblo, del comercio extorsionado en toda Colombia, de las comunidades rurales y urbanas sometidas al terror paramilitar y al cinismo de quienes infaman la memoria de Jorge Eliécer Gaitán invocándolo como su apóstol.
La respuesta de la gente buena de la patria tiene que estremecer las cuatro esquinas del país. Tienen que exigir del Gobierno Nacional y sus Fuerzas Armadas acciones reales y efectivas que cierren definitivamente el camino a las voces y las armas de los asesinos. Que el Estado y sus instituciones demuestren con hechos que son de verdad ajenos a la furia criminal que ronda a Colombia. Sólo eso puede hacer realidad la paz.
Es hora de que el Presidente Santos, su Gobierno y los demás poderes públicos asuman su responsabilidad con el futuro de las nuevas generaciones. Que muevan cuanto esté a su alcance para ratificar su vocación por la paz y la solución política.
Ha llegado el momento para que la comunidad internacional prosiga decididamente su apoyo al proceso de paz. Que se escuchen las voces de las Naciones Unidas, del gobierno de los Estados Unidos, de la Unión Europea, la CELAC, UNASUR, El Vaticano y las Iglesias. Nunca como antes se ha requerido su acción.
No puede postergarse más en la Mesa de La Habana el acuerdo sobre Paramilitarismo y Garantías de Seguridad. El mensaje ha de ser claro ante el país y el mundo. Con grupos paramilitares, con crímenes y atentados, con amenazas y terror no puede materializarse la paz. No se trata de tácticas dilatorias como aseguró el Ministro de Defensa, se trata de construir por fin un país distinto, democrático y justo.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC EP.
Arnoldo (miércoles, 20 abril 2016 09:45)
La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz, abril 6 de 2016
Con Paramilitarismo no habrá Paz.
El paramilitarismo no es ningún fantasma invocado por la insurgencia. Ni una elucubración dilatoria para postergar la paz.
Es una realidad fehaciente que acaba de lanzar el guante al rostro del pueblo de Colombia con el propósito de atravesarse en el logro de un Acuerdo Final de Paz. Su mensaje es claro: intimidar a los amigos de la solución política, mostrarles el país que pretenden una vez desaparezca la insurgencia armada.
Es la expresión armada de un pensamiento y una corriente política que ha hecho de la guerra y el terror, su principal medio de enriquecimiento. Y que considera llegado el momento de pasar a la ofensiva, a fin de impedir que la reacción de un poderoso movimiento nacional en formación, lo arrincone y destruya.
El reciente paro forzado en varios departamentos demostró una vez más la capacidad intimidatoria de esas fuerzas en amplias zonas del territorio nacional,
poniendo en evidencia su repugnante vínculo con sectores políticos, económicos, militares y de gobierno, todo ello en medio del negacionismo de la Administración Nacional.
Nadie en Colombia se traga el cuento de una casual coincidencia entre el paro paramilitar y el llamado de la ultraderecha a una marcha nacional contra el proceso de paz, sazonado además por el rechazo a la restitución de tierras. La comunidad internacional también ha sido testiga de la descarada amenaza criminal.
346 colombianos, integrantes de organizaciones sociales y populares, han sido asesinados durante el gobierno de Santos, contándose entre ellos 112 del Movimiento Político y Social Marcha Patriótica. Son miles los amenazados. A semejante horror se suma ahora el relanzamiento oficial de la horda paramilitar.
Arnoldo (miércoles, 20 abril 2016 09:23)
Es curioso el escándalo porque los jefes guerrilleros acuden a sus escoltas para proteger sus vidas, pues recuerdan el aleve asesinato de Alfonso Cano, al inicio de las conversaciones, o los de Jaime Pardo Leal, Bernardo Ossa, o el mismo "comandante papito" tras un acuerdo de paz entre el M19 y el gobierno.