ASTUCIA PRIMARIA Y CIVILIZACIÓN
Darío Botero Pérez
CONTENIDO
1/14 Antecedentes de redención
2/14 Estrategia bien fundada
3/14 Intromisión extranjera y guerra mundial
4/14 La rentable ilegalización y sus beneficiarios
5/14 Presidente emergente y neoliberal
6/14 Huestes enamoradas
7/14 Pescador milagroso
8/14 Motivos de (des)esperanzas
9/14 Hazañas de vendepatrias y sus amos
10/14 Proezas del indeseable amado
11/14 Deslinde de responsabilidades
12/14 Responsables oficiales directos
13/14 Indispensable Democracia redentora
14/14 Búsqueda de paradigmas democráticos
1/14 Antecedentes de redención
Álvaro Uribe Vélez conoce muy bien la sicología popular y el apego al poder de los criollos, de modo que supo aprovechar sus ocho años de dictadura democrática para conseguirse una clientela electoral propia.
Entendió que ejercer el alto gobierno se lo permitieron los tradicionales dueños del poder, como a Gustavo Rojas Pinilla en su momento, para que los libraran de esos guerrilleros que se les habían salido de las manos.
Sabían que ambos ambiciosos eran lo suficientemente desalmados como para proceder sin escrúpulos, con toda la crudeza y arbitrariedad que se necesitase.
Pero podían llegar al punto de no querer devolverles el gobierno del país tras cumplir sus labores de limpieza social, que los caciques de viejo y nuevo cuño siempre aprovechan para su acumulación de tierras por cuenta de las nuevas generaciones de colonos, tanto como de los resguardos de las comunidades originarias y de las tierras ocupadas por los afro americanos.
Desde luego, el ambicioso, marrullero, astuto e indeseable gurú paisa, también sabía del pago recibido por Rojas Pinilla tras desmantelar las guerrillas liberales, de las que lograron sobrevivir los campesinos que conformaron el Frente Sur para defenderse del asedio de la oligarquía, con su policía chulavita, en vez de dejarse exterminar.
Más tarde cambiaron su credo liberal por el marxista inspirado en las interpretaciones soviéticas; de modo que fundaron las FARC, en 1964. Son las mismas que están dispuestas a desmovilizarse tras 52 años de lucha sin vencer ni ser vencidas, en caso de que le otorguemos apoyo al plebiscito sobre el Acuerdo de Paz.
Por su parte, desde el primer día de su desgobierno, Álvaro Uribe Vélez actuó como enemigo personal de las FARC-EP porque en los noventas le mataron a su padre, sin respetar que su hijo era el gobernador de Antioquia, bien relacionado con Pablo Emilio Escobar Gaviria, a quien tanto poder le permitió acumular cuando, como director de la Aeronáutica Civil, le autorizó pistas y aeronaves.
Por tanto, no es extraño el oportuno helicóptero que el destacado capo sicópata puso a disposición del mandatario departamental para desplazarse con la mayor brevedad y con máxima celeridad, en adversas circunstancias del clima, a la zona del crimen cometido contra su padre.
2/14 Estrategia bien fundada
Gracias a sus experiencias y ambiciones personales, el salgareño enrazado en tigre, una vez elegido para ocupar la presidencia, desde el primer día se dedicó a seducir y comprar partidarios de extrema derecha, como los paramilitares (campesinos y citadinos), además de a gente decente, timorata, inerme, pacífica y normal, adepta al masoquismo y anhelosa de salvadores.
Buscaba, previsivamente, que apoyaran su mesiánica labor de disputa del poder a las oligarquías, y que lo protegiesen de la venganza y el abandono que sufrió el abuelo de los hermanitos Moreno Rojas tras cumplir a medias su papel de limpieza social y despojo de colonos.
De antemano sabía que estaba jugando con leones. No ignoraba que, después de utilizarlo y gozárselo, cuando se puso bravo y lo carcomió la ambición, al generalísimo le quitaron el Gobierno y lo privaron hasta de su ciudadanía, de modo que no podía vivir en la patria. Escasamente lograba arrimar en yate a Punta Arboletes, un cabo que se tragó el mar, donde se hizo construir un palacete.
Además de su conocimiento del caso, aprovechó su carisma entre los ciudadanos aterrados con las guerrillas, para atraerse esas simpatías que le atribuyeron teflón, de modo que le toleraron toda clase de abusos, y hasta se los celebraban, para empoderarlo en su macabro proceder porque lo consideraron un ser providencial, superior a las instituciones.
Y lo siguen haciendo contra todas las evidencias que lo señalan como un delincuente reincidente y diverso, desde su temprana juventud.
Aprovecha que sus seguidores cerreros no piensan independientemente; se nutren de las mentiras verdaderas del gurú, que los deja perplejos con sus desplantes irrebatibles, generalmente incomprensibles e incoherentes, muchas veces contradictorios, pues lo que él hizo no lo admite en los demás, lo cual acaba de entusiasmar a sus admiradores.
Así pasaba con Gustavo Adolfo Hítler y con su mentor, Benito Mussolini, hábiles manipuladores de masas resentidas, alienadas, confundidas e impotentes, ávidas de salvadores porque no confían en su fuerza individual.
Pero podrán hallarla mientras estén vivos, porque “no es posible engañar a todo el mundo todo el tiempo”, según me gusta recordar citando a Bertolt Brecht, quien popularizó la frase, aunque bien puede no ser su creación; simplemente, se identificó con ella, pues la experiencia comprueba su certeza.
En consecuencia, muchos de esos cristianos que dicen respetar la Verdad, pero han sido engañados por el ampuloso y falaz salvador neonazi, podrán rectificar y abrazar causas justas, sometidas a su análisis y que defiendan sus intereses en un marco común donde todos vivan con dignidad y nadie pretenda suplantar a nadie.
El hecho de que la justicia no se atreva a tocarlo no impide que la Verdad histórica sea evidente e innegable, sobre todo cuando el cinismo de las derechas criollas desesperadas los induce a amenazar al Mundo entero, exigiendo sanciones para los altos dignatarios que se atrevieron a acudir a la firma del Acuerdo de Paz en Cartagena, el 26 de septiembre, pese a la advertencia perentoria de Andrés Pastrana Arango y Álvaro Uribe Vélez, respaldadas por el destituido procurador, ilegítimo e inquisidor, Alejandro Ordóñez, para que se abstuviesen de hacerlo.
(Ver “EL OSO DE URIBE Y PASTRANA” por Grupo Editorial El Satélite/Octavio Quintero, enlace en <periodicoelsatelitehoy@gmail.com> del 17 de septiembre)
3/14 Intromisión extranjera y guerra mundial
A efecto de ganarse la confianza de los timoratos buenas personas que no se atreven a ejercer su cuota personal de poder; como gran argumento para su elección, Uribe prometió derrotar a las FARC-EP en su primer año de desgobierno, fortaleciendo el Plan Colombia.
Éste fue introducido, en 2001, por Andrés Pastrana Arango (1998-2002), aprovechando al arribista Bill Clinton, fiel promotor global del Neoliberalismo, como su rubia y ambiciosa esposa, Hillary.
Aunque se declaraba ajeno al conflicto interno -un asunto que, en principio, sólo nos debería incumbir a los colombianos, quienes deberíamos resolverlo por nuestros propios medios, como les corresponde a todos los pueblos soberanos-, el dichoso Plan “antidrogas” terminó usándose contra la subversión.
Así sucedió a pesar de haberse vendido como un recurso para combatir a los poderosos narcotraficantes, tanto a los de derecha como a los de izquierda, en la lamentable, tendenciosa, distractora y falaz Guerra contra las Drogas.
Ésta constituye una estrategia de alcance mundial, que usaron para mantener a las masas asustadas y maleables tras la práctica desaparición de la Guerra Fría, que de manera tan efectiva mantenía a dichas masas alejadas de la política, preocupadas por la forma de sobrevivir al holocausto atómico que, en algún instante, logró aplazar Kennedy a raíz de la crisis de los misiles.
Dicha Guerra Fría siempre fue una amenaza constante de guerra nuclear.
Se trató de algo real y nada deseable, que ahora están reviviendo temerariamente con las guerras en el Medio Oriente, en África y en donde sea que los abrahámicos logren suscitar conflictos, amenazándonos con una verdadera Guerra Caliente, activa, que Kim Jong Un, Vadimir Putin y otros sicópatas ajenos al abrahamismo están dispuestos a secundar.
4/14 La rentable ilegalización y sus beneficiarios
Se trata de peligros reales e inminentes, nada artificiales; al contrario de las calumniadas y perseguidas drogas del placer, que a tantos seducen sin afectar a los demás.
A no ser a los mojigatos convencidos de su superioridad moral, que pisotea cualquier ética humana globalizante, de modo que no dejan vivir libremente a quienes piensan y actúan diferente a ellos.
Son despreciables, a su juicio, como los habitantes de la calle, llamados desechables en Colombia desde los tiempos de Misael Pastrana Borrero, durante cuyo período comenzaron a matarlos como a moscas, sin sanción de nadie.
Por eso el alcalde de Bogotá no tiene inconveniente en desalojarlos, impidiéndoles contar con algún refugio a nombre del rentable combate a las ollas de vicio, que hacen parte del drama artificial causado por la arbitraria ilegalización.
Según lo repiten insistentemente los furibistas, el mayor cartel de drogas del Mundo son las FARC-EP, lo cual debería ofender a la DEA, si su misión no fuese engañar a la opinión pública mundial, haciéndole creer que combate lo que es una vieja fuente de financiación para los trabajos sucios del gobierno usano y sus beneficiarios sicópatas.
Eso lo sabe el Mundo entero desde los tiempos de Ronald Reagan, cuando vendieron opio afgano, gracias a las artes criminales del coronel Oliver North, todo un héroe para los usanos petulantes y depredadores, cuyo propósito era armar a los contras que combatían al sandinismo en Nicaragua, defendiendo la oprobiosa y prolongada dictadura de los Somoza.
Desde antes de que las guerrillas resolvieran aprovechar la jugosa fuente de financiación (o sea el sucio y artificialmente rentable negociado montado alrededor de individuales y comunales anhelos lúdicos legítimos, que se rastrean desde los orígenes de la especie, de modo que son atávicos) para la guerra popular y no para el enriquecimiento personal, que es el estímulo para los narcotraficantes purasangre; desde los comienzos del crimen concertado entre las naciones contra los ciudadanos aficionados al placer, se lucraban y amasaron fortunas fabulosas famosos narcotraficantes de derecha, algunos de los cuales, como Pablo Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha y Carlos Lehder, tan buenas migas tenían con el patrón de don Alberto Uribe Sierra.
Se trata del intocable Fabio Ochoa Restrepo, auténtico y poderoso capo di capi jefe del Cartel de Medellín.
A raíz del secuestro de su hija Martha Nieves por los fabulosos muchachos del M-19, que no sabían con quién se metían, fue fundador del MAS (Muerte a secuestradores), que rescató a su hija y despedazó a su directos victimarios.
Se trata del movimiento pionero de las autodefensas de derecha que Uribe legalizó como gobernador, contando con el respaldo del presidente Ernesto Samper Pizano, hoy flamante jefe de UNASUR.
Irónicamente, éste, para llegar a la presidencia tras una segunda vuelta, fue financiado por el cartel del Valle, el de los hermanos Rodríguez Orejuela, rival del de Medellín.
Es que la política es dinámica, como afirmó un tránsfuga del furibismo al ser rescatado por Santos del partido de los emergentes.
La ejercen y se la reservan los politiqueros, auténticos lobos que se unen o se enfrentan para esquilmar a las ovejas, en todos los pueblos sometidos a las inmoralidades de la Historia, según les convenga.
Proceden disputándose su control, pero impidiendo que ellas lo entiendan, pues, con razón, temen que resuelvan ejercer directamente el poder, que les pertenece pero que los politiqueros de todas la ideologías y con toda clase de argucias, les roban.
Desde luego, los Ochoa en Antioquia tenían íntimas relaciones con la familia del rejoneador, chalán, domador, jugador y parrandero, testaferro del clan de Medellín, Alberto Uribe Sierra, gran amigo y compinche de los muchachos de la familia del capo, en asuntos de farra, caballos y toros, amén de negociados poco claros, como el tráfico temprano de estupefacientes.
Este personaje, asesinado por las FARC por motivos que vale la pena que aclaren como parte de la Verdad que se ha prometido esclarecer, es el padre del ominoso dictadorzuelo que sigue insistiendo en retar al universo entero porque el único que no se equivoca es él. Considera haber heredado la infalibilidad que los papas negaron poseer.
En estas circunstancias, dada la admiración temprana de don Fabio por la precoz inteligencia de Alvarito, tan diferente a sus rudos hijos; desde niño le pronosticó y alimentó su narcisismo patológico, que el astuto capo di capi no dejó de vislumbrar ni de aprovechar en su beneficio.
De ahí que, con tan poderosos padrino, nada menos que el creador del “caballo de paso fino colombiano”, haya obtenido su nombramiento precoz, por Misael Pastrana Borrero, como negociador de las tierras donde se construyo la represa del Peñol.
Así demostró su incondicional aceptación del Neoliberalismo y sus barbaridades ecocidas.
Tales antecedentes explican que su carrera haya sido meteórica, en un país donde el poder nacional se lo han reservado los criollos auténticos, los que nos dieron la libertad, según dicen ampulosamente.
5/14 Presidente emergente y neoliberal
Para abonar sus aspiraciones, una vez elegido en 2002, Uribe empezó su nefasto ejercicio del gobierno ofreciendo la patria a inversionistas extranjeros, buscando ganar amigos poderosos, tanto como -desde luego, lo cual es obvio para quien logra adquirir poder personal- aumentar la fortuna familiar.
Y, entre sus alcaldadas, efectivamente lo hizo por medios truculentos que también habrá que aclarar si el plebiscito prospera. Por eso los aterra...
En particular, tiene al borde de un ataque de nervios a los dulces y hacendosos vástagos del gurú, Tomás y Jerónimo, que tanto se lucraron de los ocho años de dictadura de su laborioso padre.
Ahora disfrutan los frutos de sus desvelos, en USA y el Mundo entero, huyéndole a la envidia que es capaz hasta de hacerlos procesar por la justicia nacional, que tanto le teme –o le ha temido, hasta ahora, cuando Santos la ha llamado al orden- a su progenitor.
En cuanto a éste, para ganarse la voluntad de los electores que no lo conocían pero se dejaron seducir por su carisma macabro y oportunista, también aseguró que -además de acabar con las FARC, pues su confianza en el Plan Colombia era enorme, y su amistad con el fronterizo George W. Bush, inquebrantable y mundialmente conocida- sería capaz de acabar con la politiquería, la corrupción y el clientelismo.
Se trata de males endémicos de todos los gobiernos en todos los países, para consuelo de nuestros mediocres politiqueros, que nada han inventado aunque mucho han robado gracias a su fidelidad incondicional y permanente a tales prácticas.
No obstante; más bien, desde luego y obviamente, durante sus dos períodos dichas pestes tradicionales alcanzaron niveles jamás vistos en esta patria de gobernantes corruptos desde siempre, pero nunca tanto.
Hasta ahora siguen impunes; pero pronto habrán de pagar -él y sus huestes- tantos abusos y delitos contra la patria y el pueblo, pues con Juan Manuel Santos Calderón la oligarquía tradicional, que también es excesivamente corrupta, ha recuperado el control del Gobierno.
Y no lo cederá, por mucho que pataleen los partidarios de Uribe, azuzados por la cúpula de delincuentes que los excitan y fanatizan, y que ya sienten pasos de animal grande, de modo que su desespero es patético.
Entienden que la traición de Juampa fue absoluta, y que -cuando los vea suficientemente débiles y aislados, lo que ellos mismos están acelerando en su desespero- los tratará como sus antepasados trataron a Rojas Pinilla desde el diario El Tiempo.
6/14 Huestes enamoradas
Con su límpida mirada zarca, tan decidida y cautivante para los débiles emocionales, dulcificada con su mano en el corazón, el padre de Tom y Jerry logró atraer a muchos incautos.
Como domador de caballos, sabe que las masas se dejan engañar por culebreros y toda clase de estafadores de buenos modales, amables, recios; rudos, unas veces; otras, tiernos; pero siempre impredecibles, según se lo enseñó su seductor y experimentado padre, con insistencia.
De ahí el saludador y oportunista chalán, quien no deja de halagar a sus admiradores diciéndoles lo que quieren oír, exacerbando sus miedos personales, que promete calmarles definitivamente mientras permite que estrechen la mano de un inmortal que los llama por su nombre, pues alberga memoria de elefante en su cuerpo de tigre.
Muchos son excelentes personas, de buenas costumbres y santo temor a dios, con fe de carbonero, que ignoran las habilidades de quienes viven de explotar la buena fe de las mayorías decentes, nobles y dignas, carentes de malicia y fáciles de atraer con argucias de seductor.
Por lo general, se trata de personas comunes y corrientes, que no pertenecen a las clientelas electorales y corruptas de los caciques tradicionales ni de los emergentes, pese a que ambos tipos de clientelas contribuyeron decisivamente a los dos triunfos de Uribe y al primero de Santos, como es de conocimiento público.
Son uribistas; pero no tienen tratos con bandidos, ni admiten que sus jefes lo sean y, como tales, estén acostumbrados a tratar con ellos.
Pero que es así bien lo prueban los casos juzgados de Mario Uribe Escobar y de Santiago Uribe Vélez, primo y hermano del iluminado de Salgar, respectivamente; ambos condenados por paramilitarismo.
7/14 Pescador milagroso
Mediante su inagotable capacidad de trabajo, inspirada en su obsesión de caudillo indispensable y providencial, como lo creen quienes todo se lo perdonan; el neonazi paisa se dedicó a recorrer semanalmente el país, visitando los sitios más abandonados y convenientes para su televisado proselitismo, que es inherente a su ser y siempre ha ejercido, según reconoció su digna esposa, la discreta doña Lina Moreno.
Abusa de la confianza y buena fe del sector decente de la sociedad acorralada e indefensa, que ha logrado seducir hasta el punto de que sus huestes de ofendidos lo defienden incondicionalmente, y todos sus delitos se los perdonan.
Siguen confiando en que él y sus vástagos -empresarios geniales, según lo indicaría la significativa fortuna amasada en diferentes negociados al amparo de la dictadura de su padre- continuarán disfrutando de privilegios, así sus subalternos de alto nivel paguen sus delitos y cada vez los acose más la justicia ordinaria.
Incidentalmente, esta molesta persecución constituye un buen estímulo para que se acojan a la benévola Justicia Transicional acordada, ante la complacencia de la comunidad mundial, por las FARC-EP y el Gobierno colombiano.
Retornando al estratega neonazi, que repite como comedia la tragedia del fascismo en el siglo XX; ciertamente sabe muy bien el salgareño que el inepto mascachochas boyacense no le llegaría ni a los tobillos en talento y ambición.
Realmente, para ser honestos, ni Bolívar alcanza sus altísimas cotas, según nos lo hizo saber Pacific Rubiales, la petrolera que destruye los Llanos Orientales gracias a las concesiones del personaje, actualmente profundizadas por su heredero traidor, Juan Manuel Santos, el que firmó la paz y los tratados de libre comercio que nos auguran la ruina acelerada.
Entre sus hazañas y traiciones evidentes a la palabra empeñada -como buen admirador de Caballero y Góngora, el arzobispo traidor y verdugo de los comuneros inspirados por José Antonio Galán en 1781, durante el Levantamiento Comunero- el converso Santos Calderón también ha autorizado la exploración mortal en busca de petróleo en el Parque Natural La Macarena y en ambas plataformas oceánicas, lo que explica, en gran medida, el entusiasmo de las multinacionales con el Acuerdo de Paz.
De esta contundente manera confirma que las diferencias con su ex patrón Uribe son domésticas, pero están de acuerdo en la fundamental depredación neoliberal, que todos los gobernantes apoyan, y que sólo los pueblos podrán derrotar.
8/14 Motivos de (des)esperanzas
Sin embargo, para regocijo del hoy decaído Uribe; como Ave Fénix, el general usado en los cincuentas para pacificar el país, a quien después exiliaron y condenaron, consiguió reivindicarse tras la persecución oficial despiadada por parte de sus anteriores usufructuarios, las oligarquías liberales y conservadoras.
Éstas estuvieron centenaria y tácticamente enfrentadas hasta que la lucha de clases -amenizada con la lucha armada de las guerrillas de carácter popular, independientes de sus tutores oligarcas- las obligó, en 1957, a unirse ceremoniosamente mediante la firma del pacto excluyente y antidemocrático del Frente Nacional.
Este engendro que obligaba al pueblo a renunciar a su soberanía, aceptando que no podría dotarse de constituciones elaboradas por él mismo, lo sometieron a un plebiscito sin votos por el NO.
Se estableció, de entrada, una rígida dictadura civil en que liberales y conservadores, exclusivamente, se turnarían durante 16 años el ejercicio del gobierno y las mieles de la burocracia, buscando exterminar los focos de violencia que significaba los guerrilleros sobrevivientes, organizados en autodefensas campesinas independientes del establecimiento.
En gran parte, su apoteósica hazaña personal de resurrección la logró el lamentable general boyacense debido al carisma y el esfuerzo denodado de María Eugenia, su joven, ambiciosa, aguerrida y populista hija, quien se encargó de encarnar una Evita cafetera aprovechando una bonanza, bastante oportuna, en el precio exterior del grano que ha salvado a la patria tantas veces.
Respecto a esta sorprendente fuente de riqueza renovable, históricamente en ella se ha fundado gran parte de la estabilidad campesina, de modo que marca una sana, clara, viable, probada y disponible vía de resolución al problema agrario sin caer en la economía verde y el agro negocio depredadores.
Aunque la abominen los estadistas y los economistas siervos del Neoliberalismo, la estabilidad socio económica de Colombia se ha debido en gran medida a los minifundios cafeteros.
Podríamos decir que replican las productivas milpas mexicanas y otros desarrollos económicos auto sustentables, capaces de garantizar la supervivencia familiar al margen del mercado, alimentándose con lo que producen en su propias eras, gallineros y porquerizas.
Por tanto, aunque les sirve para complementar su consumo habitual, la obtención de ingresos no es la base de su conservación y reproducción como campesinos, lo cual desespera a los neoliberales que todo lo quieren monopolizar, impidiendo que los demás puedan ser soberanos.
A pesar de demostrar insistente y evidentemente su capacidad para sustentar familias enteras durante generaciones, tales formas tradicionales y familiares de producción agropecuaria han sido condenados por el mercado, que no admite alternativas a su vertiginosa depredación de la biosfera.
Tratando de negar o justificar con mentiras de expertos sus horrorosos resultados, el nefasto Neoliberalismo insiste en presentarse como la única alternativa racional para producir los bienes necesarios para la supervivencia, cuando lo cierto es que la “economía verde” que predica se dedica a destruir los ecosistemas que han garantizado la perdurabilidad de la especie humana durante milenios.
El motivo para tan absurdo comportamiento loco e irracional, es que consideran que el Fin del Mundo es su misión escatológica, más allá de veleidades humanas carentes del sagrado temor a dios, a quien -siendo el probable creador de todo, según la noción más absorbente del superlativo ente- no temen contradecir en su decisión de acabar con la Vida para precipitar el Juicio Final y Universal.
Afortunadamente, los defensores de la Vida no dejan de oponerse a los falsos “designios divinos”, por muy asesinos despiadados, iluminados y resueltos que se muestren quienes fanatizan a las masas supersticiosas, dispuestas a matar y a comer del muerto en defensa de sus convicciones, que consideran sagradas e intocables.
Es el lamentable espectáculo cotidiano que vemos con las locuras del yihadismo expresado en ISIS, DAESH, Al Qaeda, Al Nusra, Boko Haram y cuanta loca secta asesina inspirada en supuestos mandatos divinos se les ocurre a estos orates de dios... auténticos e indeseables enemigos de la Humanidad, la Vida y el planeta que las alberga.
Pero pese -o debido- a las virtudes del minifundio cafetero tradicional, que tanta seguridad le dan a nuestra soberanía, conviene recordar que su aporte gremial se encargó de reducirlo a su mínima expresión Jorge Cárdenas Gutiérrez, papá de Mauricio Cárdenas Santamaría, el hoy ministro de hacienda que tanto daño les ha hecho a nuestras riquezas públicas y ambientales.
Hasta vendió a Isagén -anticonstitucionalmente y contra el querer mayoritario del Congreso de bolsillo, que le ladró mucho pero salió con nada-, para financiar las carreteras de excelentes especificaciones que facilitarán el saqueo de esas riquezas naturales que son patrimonio de la Vida, no de los humanos exclusivamente, y que tenemos el deber de conservar y proteger indefinida y valientemente.
Su propósito es facilitar el saqueo acelerado de esos recursos vitales que hoy se encuentran alejados de la voracidad ecocida transnacional, de modo que el ritmo de su explotación aún no es mortal. Pero pronto lo será; y ya no hay guerrillas que lo dificulten.
¡Evitarlo es asunto del pueblo, no de guerrilleros ni de politiqueros!
Para eso disponemos de ese Internet que tanto se empeñan en restringirnos a su conveniencia, luego de que las multitudes han resuelto usarlo como su plataforma idónea para el ejercicio de la Democracia Directa Global.
Afortunadamente, gracias a acciones democráticas como las de Avaaz y Wikileaks, que generan conciencia en los ciudadanos globales, no han podido despojarnos de esta poderosa herramienta tecnológica y social.
(Ver “El verdadero poder está en la RED”, Por Libertad de expresión/Grupo Editorial El Satélite)
Sus virtudes democráticas nos permitirán hacer realidad la Aldea Global donde la igualdad jurídica entre todos los seres vivos sea lo normal, de modo que los sicópatas no podrán seguir despojándonos y apabullándonos impunemente.
9/14 Hazañas de vendepatrias y sus amos
Retomando el caso del traidor ex dictador de pacotilla, Gustavo Rojas Pinilla, la oportuna bonanza cafetera no sólo la utilizó para aumentar la fortuna familiar, como hacen todos los que acceden al poder, sino que una parte la distribuyó a través de Sendas, una organización que comandó su demagógica hija para calmar directamente el hambre de los pobres con actos de caridad que se les ganaron el corazón, y que el gurú replicó con su entrega semanal de cheques a quienes asistieran a sus Consejos Comunitarios.
Los frutos de la labor social de la Capitana se vieron en 1970, con la victoria electoral de su padre, tras una campaña de la Alianza Nacional Popular, ANAPO, surgida del espontáneo “pinillismo”, en donde se aglutinaron diversas fuerzas de oposición con posturas ideológicas diversas y hasta antagónicas, pues procedían de casi todo el espectro político descontento con el régimen existente en el momento.
Por desgracia, el presidente de origen conservador, que pudo cerrar el Frente Nacional como el cuarto y último candidato del pacto milimétrico, prefirió negociar su triunfo popular con el irascible Carlos Lleras Restrepo, el furibundo abuelo de su actual clon, Germán Vargas Lleras, vicepresidente precandidato, responsable de las carreteras de cuarta generación que le darían los votos necesarios para ganar, además de los que le aporten las casas gratis y su clientela electoral propia, reunida en Cambio Radical.
De esta manera accedió a la presidencia, ilegalmente, para el período 1970-1974, el papi del descocado, envidioso y mal perdedor, Andrés Pastrana Arango, el risueño Misael Pastrana Borrero.
Incidentalmente, esta tropelía dio origen al Movimiento 19 de abril, el M-19, un grupo guerrillero bastante espectacular, muy diferente en su inspiración y orígenes a las FARC-EP y oras guerrillas rurales.
En cuanto a Misael -politiquero conservador desde su juventud, como secretario privado de Mariano Ospina Pérez cuando asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán en 1948-, con la implantación del UPAC, Unidad de Poder Adquisitivo Constante, ya fracasada en Brasil, introdujo el Neoliberalismo en Colombia.
De esta manera adoptó las nefastas recetas que han ido dando al traste con la industria nacional; y con los demás logros económicos y sociales (como el ISS, o el IDEMA), obtenidos mediante las políticas de sustitución de importaciones que nos había impuesto la ONU anteriormente, a través de la CEPAL.
Durante ese cuatrienio se vivió mundialmente el bautizo oficial del Neoliberalismo arrollador, mediante el golpe de Estado, el 11 de septiembre de 1973, contra el gobierno humanista del médico socialista, Salvador Allende.
Tal crimen -cuyas consecuencias siguen agobiándonos con recetas mortales que nos tienen al borde del cataclismo definitivo, exigiendo una reacción multitudinaria consciente, inmediata y contundente, si no queremos perecer en masa como víctimas indolentes del Neoliberalismo o Capitalismo Salvaje- fue patrocinado por el monstruoso sionista Henry Kissinger, y realizado por la CIA, contando con la complicidad del miserable traidor Augusto Pinochet y la autorización del arribista Richard Nixon.
Este personaje amante del poder, pero advenedizo, como Uribe en Colombia, pronto cayó en desgracia con sus amos, que lo obligaron a renunciar a la presidencia, siendo el único que ha pasado por esa vergüenza en la metrópolis, hasta ahora, desde luego.
10/14 Proezas del indeseable amado
Desde luego, la campaña proselitista permanente de Uribe -que contaba religiosamente con sus costosos e ilegales recorridos sabatinos por cualquier rincón de la patria, repartiendo cheques y doctrina fascista- buscaba entronizar el Estado de Opinión que sustituyese al molesto Estado Social de Derecho.
Dicho Estado Social de Derecho y una serie de derechos humanos fundamentales que lo respaldan, fueron postulados por la Constitución de 1991 como una conquista popular de diversos sectores que concurrieron a su conformación, dándole, por fin, algún viso de legalidad al oprobioso régimen piramidal impuesto desde el siglo XIX por los libertadores, en su beneficio personal.
Con su república excluyente y elitista, remplazaron el absolutista régimen monárquico, que sigue flagelando a España bajo la figura de una absurda y contradictoria democracia monárquica, o monarquía parlamentaria, que produce subdidadanos sumisos, pero cada vez menos conformes con el anacrónico y desnaturalizado régimen, replicado en varios países de ese continente europeo.
En cuanto al detractor permanente de la Constitución del 91, que exige remplazar con la de Rafael Núñez, de 1886; o mejor, cocinar una para su propio beneficio; sin darse tregua, durante sus ochos años de dictadura, no sólo en el “Palacio de Nari” recibía grandes capos, también permitió que dos connotados integrantes de esos grupos criminales, Báez y Mancuso, se dirigiesen como héroes nacionales a los colombianos, desde la sagrada sede de la democracia, el Congreso.
Además, religiosamente, como la parte más fructífera de su estrategia populista individual, copiada de los grandes maestros totalitarios del s. XX; en los rincones más insólitos, cada ocho días reunía campesinos afines al paramilitarismo para ganárselos para su propia causa personal, superior a cualquier otra, desde luego.
Les hacía promesas, los llamaba por su nombre y les daba la mano untada con cheques que deberían repartir con sus respectivos jefes.
De esta manera les robó la voluntad, lo cual le permitió convertirse en un poder electoral independiente de sus padrinos, no sólo de ámbito nacional sino internacional.
Para verificar las proezas citadas, basta remitirse al precoz, penetrante y claro libro de María Jimena Duzán, que llamó “Así gobierna Uribe”, y complementarlo con las hazañas de sus ocho años de dictadura.
Así podremos entender los polvos de los que proceden el lodo y la pestilencia que invaden las cúpulas del Centro Democrático, como Uribe decidió llamar el engendro que reúne a su incondicionales, pues sabe del efecto mágico de la palabra “democracia”, en cualquiera de sus variantes.
Por tanto, siempre la ha utilizado, al menos desde que dejó de promover a Antioquia Federal con su pariente Pablo Emilio Escobar Gaviria durante sus primeros escarceos políticos en su temprana juventud.
Quedó claro cuando montó movimiento propio al separarse del grupo oficial del liberalismo liderado por Bernardo Guerra Serna en Antioquia. A la postre, su grupúsculo lo llevó a la gobernación en 1995 y a la presidencia en 2002.
Lo denominó Partido Liberal-Sector Democrático.
Y, ya de presidente, su política de exterminio de pueblo rebelado e insumiso la denominó Seguridad Democrática...
Es un demócrata como Oscar Arias, de los que prefieren la “democracia en dictadura”, la misma que el gurú supo practicar en Colombia durante ocho años. Y que tanto añora y busca recuperar, para volvérnosla a montar.
11/14 Deslinde de responsabilidades
Desde luego, la culpa no es de los ciudadanos políticamente atrasados y socialmente asustados y desamparados.
Siempre han sido engañados por politiqueros incapaces de concebir alguna manera diferente de ejercer el poder social en beneficio de las mayorías, que es lo que las mayorías decentes desean; pero no lo vislumbran porque su experiencia las disuade de cualquier ilusión de cambio real prometido por politiqueros.
Pese a su convicción, que debería motivarlas para defenderse y asumir el protagonismo en sus vidas, aprovechando que aún no han muerto, pues “más vale perro vivo que león muerto”, según enseña la Biblia, consideran que los plutócratas son invencibles, y que las cosas del gobierno son demasiado complejas y están muy alejadas del ciudadanos pedestre; maleable e ignorante, al menos en cuestiones de política y economía. Además, saben que a quien se meta en eso, lo suprimen los poderosos.
Como siguen esperando redentores, ven en el desabrochado y pendenciero gurú al más apto para defenderlos, pues demostró con creces que no le tiembla la mano para atacar a los enemigos izquierdistas y hasta a meros sindicalistas o líderes sociales ajenos al marxismo, que cayeron por centenas durante sus ocho años de dictadura, llegando casi a extinguirlos.
El caso de la Escombrera, en Medellín, no deja de asombrar, por ejemplo, pues con el pretexto de combatir bandidos comunes, fueron muchos los asesinados inocentes enterrados en ese basurero del barrio San Javier, cuyos habitantes fueron vilipendiados, violando sus Derechos Humanos de forma flagrante, como la de Peñalosa con los desechables, en la actualidad.
Los gobernantes populistas proceden así no sólo para satisfacer sus ansías sicopáticas de dolor ajeno. También pretenden demostrar gran eficacia a una ciudadanía indolente ante el sufrimiento del otro, pues su propio miedo, azuzado por demagogos sin escrúpulos, les agota la capacidad solidaria.
Como el comunista español Jorge Semprún, cuando la represión falangista era absorbente y la lealtad entre compañeros era vital, “prefieren la mentira dentro del partido que la verdad fuera de él”.
Para su tarea de limpieza social no fue indispensable contar siempre con las fuerzas de la Mano Negra, poco dispuesta a cooperar una vez fueron traicionados los grandes capos paramilitares con la extradición, para evitar que denunciaran a sus jefes de cuello blanco.
Ahora apoyan el plebiscito esos extraditados que no pudieron reproducirse como Bandas Criminales por haberlos sacado de escena antes de tiempo.
Pero esa fue la oferta del régimen furibista, a cambio de dejar el monopolio de la política en los intelectuales de la mafia, pilares fundamentales de la parapolítica que ha de garantizarles el ejercicio del poder efectivo a los emergentes.
Sin embargo, quizás dada la identidad de su origen social, parece que los extraditados prefieren convivir con los guerrilleros desmovilizados y con aspiraciones políticas, a quienes antes combatían y mataban para defender el statu quo que nos condena a todos a la sumisión y la miseria eternas.
Sin dudas, están deslindándose del traidor ambicioso, que les aplicó la misma medicina que al desgraciado Pedro Juan Moreno, su cómplice en la creación de las CONVIVIR; y que tantos de sus ocasionales socios han sufrido en carne propia, como el ex alcalde popular de Rionegro, Antioquia, Rubén Darío Quintero Villada.
12/14 Responsables oficiales directos
El osado trepador, hijo de don Alberto, no tuvo inconveniente en traicionar a los puros narcotraficantes de derecha –que compraron franquicias para posar de verdugos de la guerrilla y los pueblos, buscando disfrutar las gabelas y ventajas que les otorgaba la ley de impunidad cocinada por Uribe Vélez, denominada como “Ley de Justicia y Paz”-, traicionando simultáneamente a los verdaderos paramilitares desmovilizados en Santa Fe de Ralito.
Para convencerlos de que accediesen a su desmovilización, les ofreció y recibieron, de parte del diligente Comisionado de Paz, el fugado Dr. Ternura, Luis Carlos Restrepo, trato de subversivos; mientras a las guerrillas el régimen las trataba como a narcotraficantes comunes, además de terroristas, negando el obvio altruismo de su lucha y su carácter eminentemente político.
Pero una vez extraditados los grandes capos del narcotráfico fomentado por la derecha, el trabajo sucio contra el pueblo lo tuvieron que realizar directamente agentes del Estado, acudiendo a las fuerzas armadas constitucionalmente para defender la vida, honra y bienes de los ciudadanos; se supone que de todos.
Desde luego, el carácter criminal de tal acción es protuberante y no puede ser maquillado ni perdonado a la luz de las más elementales reglas del derecho.
La Constitución obliga a los ciudadanos y a las autoridades, sobre todo, a respetar los Derechos Humanos y la ley, que los delincuentes violan como su razón de ser.
Y cuando los delincuentes comunes llegan al poder, siguen en su ley, no respetan normas. Se dedican al saqueo mondo y lirondo, que arruina a los países.
Pero es lo mismo que los criollos ambiciosos están haciendo con la presidencia de Juan Manuel, desde 2010.
Y lo hicieron Álvaro (2002-2010) y Andrés (1998-2002), Ernesto (1994-1998) y César (1990-1994), Virgilio (1986-1990), Belisario (1982-1986), Julio César (1978-1982) y Alfonso (1974-1978).
Como sabemos, lo vienen haciendo, todos, desde Misael (1970-1974), quien contó con el beneplácito del hacendista Carlos Lleras Restrepo para irse desprendiendo de las saludables políticas de la CEPAL.
En cambio, aunque es una ilusión deshecha por el Axioma de lord Acton, que postula que el poder a todos nos corrompe, los delincuentes políticos auténticos imponen su propia legalidad, ajustada a su derecho.
Y, si pretenden ser civilizados, ajustada al Derecho como disciplina intelectual de la especie humana, no simplemente de una clase social privilegiada, pese a que históricamente se ha desarrollado tratando de evitar arbitrariedades y ser justos entre y con los integrantes de las élites, acostumbradas a violar impune y libremente los derechos de quienes consideran sus inferiores y subordinados naturales.
Realmente, el logro global democrático de una organización social regida por el Derecho consistirá en extender a todos los individuos la práctica de la justicia escrupulosamente impartida, reconociendo su condición de seres humanos absolutamente singulares y únicos, pero convencionalmente iguales, merecedores de los mismos derechos y garantías que cualquier otro.
Se trata de lo que postuló la Revolución Francesa, clara y seductoramente para las mayorías, siempre desamparadas y despreciadas por el absolutismo de los plutócratas; absolutismo que se niegan a dejar de ejercer los sicópatas amos del Mundo, en la actualidad.
Pero los indignados estamos hartos de la opresión y el despojo; resueltos a recuperar e imponer como verdad social la libertad, la igualdad y la fraternidad (o, al menos, la tolerancia) en las organizaciones planas que han de sustituir a las piramidales y autocráticas, dominantes durante la hegemonía de la traumática Historia.
Entre muchos crímenes que irán conociéndose con tanto detalle y veracidad que no los puedan negar ni sus más fervientes, falaces, desalmados e hipócritas seguidores; los “falsos positivos” constituyen un perfecto ejemplo de las bestialidades de estos bandidos neoliberales que nos desgobiernan traicionándonos.
Han sido repudiados por el Mundo entero; tanto o más escandalizado que con el asesinato, el 26 de septiembre de 2014, de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en México.
Este crimen también se lo ha apropiado la Humanidad como causa ofensiva que tienen que pagar sus autores en aras de la dignidad de la especie, tan pisoteada por los sicópatas que la han gobernado durante la vigencia de la Historia.
Los “falsos positivos” son parte de las canalladas inhumanas cometidas por el régimen neoliberal desabrochado que presidió durante ocho dolorosos y despojadores años, Álvaro Uribe Vélez, contando con el acompañamiento y la complicidad de notables bandidos de cuello blanco, reconocidos internacionalmente por la oligarquía y el Imperialismo, como el destacado Juan Manuel Santos Calderón, su piedra en el zapato desde que fue elegido presidente.
El aristocrático personaje le ha dado sopa y seco, tras haberlo utilizado para acceder al solio de Bolívar, que les pertenece por derecho propio a los herederos de los libertadores.
Bien lo sabemos los humildes integrantes del pueblo raso, incluyendo a quienes no lo aceptan, como los arribistas que no se resignan a tal suerte, cual es el caso del demagogo Uribe y de la mayoría de sus cortesanos.
Paradójicamente, también es el caso de quienes optan por tomar las armas para cambiar la lamentable realidad social, económica y política en que estamos sumidos por delegar nuestro poder, o por no ser capaces de asumirlo y ejercerlo con probidad democrática.
Si se descuida el gurú, o sus fuerzas se le agotan, como está ocurriendo, su anterior ministro de defensa está a punto de someterlo a la justicia, así al mismo Santos le toque confesar su participación evidente en el sórdido episodio de los “falsos positivos”, aunque todavía sostenga que su misión fue evitar que siguiesen sucediendo, lo cual no ha ocurrido ni siquiera durante su propio desgobierno, pues siguen matando inocentes para ganar méritos como valientes, hábiles, osados y grandes guerreros.
¡El circo requiere sangre, sobre todo cundo el pan escasea!
De todos modos, si no confiesan y la justicia funciona, se van a pagar sus crímenes a la cárcel durante veinte años, según lo acordado con la Justicia Transicional, que les permite eludir el castigo si confiesan la Verdad.
En términos de reconciliación pro activa, se trata del gran logro de este proceso de reconciliación nacional para quienes tienen sus manos untadas de sangre; pero siguen impunes pese a que sus víctimas saben muy bien quiénes son y qué les hicieron.
Se han mostrado dispuestas a perdonar, pero se niegan a la amnesia, aunque prefieran recordar sin rencores ni odios que les acaben de amargar su existencia.
Para ello exigen conocer la Verdad, algo que no están dispuestos a hacer los furibistas, de ninguna manera, pues su rabo de paja y la viga en sus ojos son enormes, de modo que en un ambiente de reconciliación fundada en la Verdad, tendrán que ser castigados por sus numerosos y variados delitos.
Se entiende, entonces, que la probable refrendación popular del acuerdo haya tenido justamente aterrados a los impunes furibistas, pues no saben cómo eludir una justicia cuyos magistrados ya no serían sus fichas incondicionales.
Pero el jefe iluminado y severo les prohíbió acogerse a la Transicional... ¡Qué lío!
Ese tribunal independiente y la Comisión de la Verdad, más la disposición de la gente a revelarla, nos permitirían confirmar la despreciable catadura de los politiqueros y de las oligarquías a las que les sirven en su sometimiento de las mayorías, confiados en prolongarlo “por los siglos de los siglos, amén”.
Al fin, al menos como resultado inmediato del plebsictito que negó apoyar lo acordado, los furibistas y los demás criminales de cuello blanco que auspician la guerra y la aprovechan para adelantar negociados mortales, han quedado en espera (o stand by), ingeniándose la manera de poner ese rechazo a su servicio.
Pero el pueblo ha empezado a hacer lo mismo, optando por una revisión crítica de lo acordado, que elevará su conciencia política y acostumbrará a los ciudadanos dignos a intervenir directamente en los asuntos públicos, sin volver a delegarlos en politiqueros y tecnócratas interesados en medrar a costa de lo común, aprovechando la ingenuidad de los ciudadanos que no lo defienden.
13/14 Indispensable Democracia redentora
En estas circunstancias, es claro que nadie puede representarnos a todos, ni siquiera a una parte; menos a las mayorías. Realmente, en la vida real y verdadera cada unos se representa a sí mismo, o lo arrollan.
Lo máximo y normal es que unas minorías se impongan; pero no en beneficio de los sometidos, como lo harían los buenos gobernantes legendarios descritos en “Las mil y una noches”, sino de ellas mismas.
De sobra lo sabemos. Es propio de la Historia y sucede en todo el Mundo.
Lo novedoso es que ahora podemos evitarlo de una vez por todas porque, como ninguna generación anterior, disponemos de los medios materiales e intelectuales para ejercer la invencible Democracia Directa, la única verdadera.
En términos concretos -como elemento clave para la construcción y consolidación de la Sociedad Democrática Global que anhelamos los enemigos de los sicópatas para superar colectivamente sus aterradoras formaciones sociales-, es indispensable ponernos a desarrollar de forma democrática auténtica las acciones políticas, sociales, económicas e institucionales que garanticen los derechos de todos.
Así evitaremos ser alienados por ideólogos, manipulados por politiqueros y aplastados por guerreros, pues -al propiciar la participación de cualquiera que lo desee en la determinación de las políticas públicas, impulsado por su propia conciencia ciudadana-, de hecho estaremos superando y eliminando las sociedades autocráticas que han permitido, durante la vigencia de la Historia, la opresión de las mayorías pacíficas, laboriosas y crédulas (o cándidas, como las llamó Voltaire), por minorías de sicópatas desalmados.
La reciente y vigente experiencia de Colombia con los diálogos de paz, que crearon expectativas en todos los demócratas regados por el Mundo, ha abierto un camino de participación ciudadana, todavía incipiente pero correcto y acertado, que debemos profundizar y socializar como el único que puede garantizar soluciones reales a nuestros problemas sociales, económicos, políticos y ambientales.
El texto de los acuerdos constituye una base objetiva para que cada ciudadano que lo desee intervenga con sus opiniones en la evaluación de los puntos pactados, tanto como en la adición de otros que son cruciales para recuperar la soberanía y proteger la Vida en todas sus expresiones.
Sin duda, algunos son seriamente nefastos, pero señalarlo no justifica negarse a detener la carnicería fratricida. Esta hemorragia es indispensable detenerla, de modo que es la prioridad. Después, en el camino enderezaremos las cargas, si nos atrevemos a intervenir, apropiándonos del poder que nos pertenece a todos pero que monopolizan los politiqueros.
Simplemente, el NO obtenido por una escasa mayoría del tercio de ciudadanos que participó en la jornada electoral, significa que los puntos acordados no pueden implementarse de forma automática, pasando por encima de la discusión, la evaluación, la depuración y la aceptación ciudadanas.
Éstas son indispensables para que el Acuerdo avance, en vez de quedar como una relación extensa de buenas intenciones, cuyo maquiavélico objetivo estratégico es desarmar a las FARC-EP, y, tras éstas, al ELN.
Alcanzado este objetivo, el saqueo transnacional puede discurrir sin tropiezos insalvables, pues la protesta civil la aplastan con gran facilidad.
De hecho, no están dispuestos a permitirla; de ahí la decadencia del diezmado sindicalismo, que tan duramente golpeó Uribe Vélez como otro de sus aportes macabros y diestros a la plutocracia global reinante.
Incidentalmente, por la práctica desaparición de sus sindicatos pudo desnacionalizar Telecom y el ISS, y Granahorrar y el banco Popular, y el banco Cafetero, y muchas empresas de servicios públicos domiciliarios, de salud y de educación, además de sagrados ecosistemas, frágiles, vitales e irrecuperables; todo ello acatando las sagradas e incuestionables recetas neoliberales.
En su conjunto -a cambio de beneficios para los jefes de las FARC-EP y la promesa de recursos para los guerrilleros de base a fin de que puedan acomodarse en la sociedad civil con algunas posibilidades de pelechar-, lo acordado se inscribe en un marco neoliberal bastante grotesco, camuflado, agresivo y peligroso para la soberanía nacional y la supervivencia de los habitantes.
Amparada en la reducción de las matanzas, de los acosos a los ricos y de los bombardeos a las zonas rurales -lo cual es un signo de civilización evidente que convoca a cualquier ser decente a aceptar el armisticio que detenga el desangre-, la osadía de lo pactado, oportuna, perversa y temeraria, nos invita a todos a involucrarnos directamente en la definición y la implementación de la sociedad igualitaria, justa, generosa, rica, soberana, digna y gratificante para todos; soñada, desde siempre, por las mayorías evolucionadas y decentes, afortunadamente cada vez más capaces y conscientes de su poder soberano, cuya unión de ciudadanos libres e iguales nos hace fuertes e invencibles.
En consecuencia, si abrimos los ojos y asumimos nuestra ciudadanía con madurez, a los colombianos se nos está presentando la oportunidad de involucrarnos directa y personalmente en la política auténtica, que se interesa por el bien común más que por garantizarles privilegios a los politiqueros y sus amos, los potentados sicópatas dueños de las multinacionales y del sistema financiero mundial.
Se trata de quienes dominan el complejo industrial militar usano y se dedican al ecocidio generalizado en toda clase de ambientes naturales, tanto como a fomentar guerras.
El propósito y pretexto “económico” (vale decir, sagrado y superior a cualquier embeleco vital) de las rentables multinacionales, es mantener el crecimiento continuo del PIB asesino correspondiente a la industria de las armas -que tanto apasiona a los republicanos en USA, defensores a ultranza de la segunda enmienda-, tanto como el correspondiente a la actividad depredadora adelantada contra la biosfera por las transnacionales de manera frenética, evidentemente suicida.
La feliz pero azarosa ocasión de responder efectivamente a estas acciones criminales del sistema agonizante, se nos presentó a causa del plebiscito del 2 de octubre que, muy probablemente, ratificaría lo acordado entre el Gobierno y las FARC-EP en la Habana, durante más de cuatro años de diálogos y negociaciones.
Si lograse convocar ampliamente a la ciudadanía, es casi seguro que ganaría el SI, a pesar de las confusiones difundidas por la derecha para angustiar y desempoderar, sugestionándolos con mentiras, a sus ingenuos y atemorizados seguidores, que no saben a quién creerle, pero confían incondicionalmente en el buen gurú, de modo que están ávidos de votar NO.
En tal eventualidad, no sólo habrá que abrirles a los capos del Centro Democrático, hasta ahora impunes y cacareando, los procesos legales pertinentes, sino que tendremos que asumir la iniciativa para que se respete la frontera agrícola, de modo que no se destruya más Naturaleza virgen.
Pero tal agresión deliberada al Medio Ambiente -cuyas consecuencias le achacan al cambio climático gracias a la oportuna intervención de Al Gore con su falaz documental “Una verdad incómoda”, que produjo, animado por Maurice Strong, para ocultar las verdaderas causas determinantes del desastre definitivo en que nos tienen embarcados, que no son otras que la demencial y vertiginosa depredación de la biosfera- está siendo el primer resultado del acuerdo, pues ya están visitando nuestros nichos vitales, los preciosos ecosistemas que contiene nuestro territorio, los grandes empresarios petroleros y mineros, además de los saqueadores de madera y asesinos de especies animales, y otros degenerados enemigos comunes de la Vida.
La fauna degenerada genéticamente de los sicópatas ambiciosos, es extensa, y daña todo lo que toca.
Sin embargo, al conocer sus intenciones, quines nos consideramos sanos porque respetamos la Vida, no podemos tolerar que sigan destruyendo impune y libremente todo lo que se les antoja.
En consecuencia, la Reforma Rural Integral no puede hacerse a costa de los recursos naturales que todavía conservamos.
Tiene que basarse en las tierras ya saqueadas a la Naturaleza e incorporadas al mercado, sobre todo las sub-explotadas por terratenientes rentistas.
Prefieren mantenerlas como lotes de engorde que no producen ni tributan pese a su enorme potencial económico, pero que les permitirán a sus propietarios obtener un buen precio cando decidan negociarlas con el estado o con las multinacionales.
Y seguro lo van a hacer en medio de alegatos de violaciones a la propiedad privada, que mantengan asustadas a sus huestes y aumenten el precio de sus latifundios.
No obstante, conocido el resultado negativo del plebiscito, la sociedad civil tiene la palabra. Y la está usando crecientemente, aunque por ahora está siendo utilizada por el ganador del Nobel, contrarrestando la politiquería de sus rivales con la propia.
Pronto habrá de materializarse la creciente iniciativa popular que arregle las cargas, pues el viaje ya empezó, sin vuelta atrás, y los retos son mortales, masivamente mortales.
En consecuencia, sólo los puede sortear con éxito cada ciudadano que se integre a la multitud consciente.
Ésta ya no cree más en politiqueros. Asume la política como su derecho soberano más importante para vivir en sociedad de manera gratificante, respetuosa y valiosa. Como seres libres, creativos y soberanos, que delegan el trabajo en las máquinas que crean, no en hombres ni en animales esclavizados, cuya verdadera misión es disfrutar al máximo sus vidas, buscando que los demás también puedan lograrlo.
Evidentemente, el Objetivo Social Democrático Global, es algo totalmente diferente a lo que nos han impuesto las sociedades piramidales, elitistas, depredadoras y arbitrarias dominantes durante la moribunda Historia.
14/14 Búsqueda de paradigmas democráticos
Si, de alguna manera, no es sincero el discurso democrático y revolucionario que han exhibido las FAR-EP durante su larga lucha revolucionaria, inspirada en el “foquismo” puesto de moda por la Revolución Cubana...
Si insisten en replicar las experiencias fracasadas del siglo XX, tan abundantes y costosas en vidas y sufrimiento humanos; en las cuales suplantaban al pueblo los llamados “cuadros” dirigentes, encargados de establecer el dogma antidemocrático mediante el falaz “centralismo democrático”, que concentra el poder absoluto en los secretarios del partido, de modo que niega absolutamente cualquier ilusión de democracia verdadera...
Si pretenden engañarnos con discursos que realmente envalentonan y atraen a los ciudadanos conscientes del papel personal tan importante y determinante que juega cada ciudadano en una verdadera Democracia; pues nos apoderamos de esos discursos.
De esta manera asumiremos, de una vez por todas y para siempre, el papel protagónico en la definición de la nueva sociedad que estamos obligados a construir democráticamente a la mayor brevedad.
La razón es que las amenazas que enfrentamos son demasiado serias cono para seguir delegando su solución en unos corruptos politiqueros, cuya existencia ya no pueden negar ni ellos mismos, como bien claro lo ha dejado Enrique Peña Nieto al tratar de sostenerse en su cargo pese a las serias denuncias por corrupción en su contra, que han hallado en los padres de los 43 normalistas a sus más insistentes y eficaces difusores.
Es la asombrosa toma de conciencia política por los pueblos, que no deja de actuar, crecer y madurar desde la gloriosa Primavera Árabe iniciada con el derribamiento del gobierno de Túnez en 2010.
Cada vez somos más quienes entendemos que la única salida posible y admisible para superar la ominosa Historia depende de la vigencia plena de la democracia única y verdadera, la que fundamenta la vida pública en las deliberaciones y decisiones libres de los ciudadanos sobre los asuntos de interés común.
En plata blanca, para los colombianos esto significa que la suerte común, la de las FARC-EP, del EPL y de las BACRIM, la de la Naturaleza y el Medio Ambiente, la de las especies que habitan nuestro asombroso y bendito territorio, depende de que nos liberemos de los politiqueros que nos suplantan, engañan y traicionan.
Exige que estemos dispuestos y seamos capaces de ejercer el poder popular soberano, sin volver a delegarlo en nadie, con el objetivo de concertar entre todos una Nueva Constitución Política que todos haremos cumplir y que nadie podrá manosear, utilizar, tergiversar ni degenerar a su conveniencia.
Tal manipulación oportunista es a lo que se dedican los parlamentos profesionales formados por politiqueros, dispuestos a todos los delitos para justificar sus cargos y llenarse de poder y riquezas.
Desde luego, este camino de verdadera redención popular es global.
Lo debemos recorrer todos los pueblos de manera concurrente, para poder engendrar colectivamente el nuevo modelo antropológico de convivencia.
Éste dará origen a la Sociedad Democrática Global, venciendo el Nuevo Orden Mundial impuesto por los sicópatas que gobiernan el Mundo mediante sus recetas económicas neoliberales, que los Clinton se han encargado de difundir entre sus amigos del tercer mundo. Y mediante su doctrina neoconservadora, racista, discriminadora, arrogante y eugenista, tan bien representada por Donald Trump.
El gran propósito civilizador del ejercicio democrático contundente y definitivo del poder por los ciudadanos de la Aldea Global, es enterrar la Historia piramidal para ingresar a una nueva etapa antropológica realmente igualitaria y civilizada.
Será el más exquisito fruto del trasegar humano, alcanzado tras unos diez mil años de oprobio universal bastante fructífero desde el punto de vista del desarrollo de esa civilización que sólo ahora podemos alcanzar a disfrutar como iguales, si vencemos a los sicópatas que lo impiden porque acaparan todo el poder y la riqueza.
Proceden de forma tan contraproducente debido a su egoísmo enfermizo, propio de su atraso genético que les impide apreciar lo verdaderamente valioso, mientras envilecen la Vida y convierten el Mundo en un basurero incapaz de sustentarla.
El reto es interesante. Si los vencemos, de modo que no alcanzarán a desatar la guerra nuclear que lo haría imposible, estaremos habilitados como especie, superior a las clases sociales que la dividen artificialmente, para explorar el Universo sin ánimo de conquista.
En eso consiste la diferencia y superioridad evolutiva de los mansos curiosos y bondadosos, que han desarrollado la corteza cerebral más allá de lo instintivo.
En cambio, lo primario es el gran estímulo para los falsos héroes de la Historia, auténticos sicópatas despiadados, incapaces de superar el cerebro reptilano que domina sus comportamientos primitivos, obligándolos a impedir que las mayorías decentes vivan con la dignidad que nos merecemos todos, pero que sólo alcanzaremos si las mayorías lo “conquistamos”, pues los sicópatas no lo van a ceder por las buenas.
Será el último acto de dominación -mediante la fuerza bruta y no con argumentos, que serán la guía para resolver las diferencias en las sociedades planas- de unos seres humanos sobre otros, pues la sociedad subsiguiente buscará la armonía y las amigables componendas para resolver los conflictos, en vez de la violencia.
A partir de entonces, parafraseando a Erich Fromm, ¡Seremos como dioses; pero todos!
Si lo decidimos, lograremos que así sea.