INSISTENCIA
Darío Botero Pérez
Debido al notable crimen económico cometido por el régimen colombiano en cabeza de Juan Manuel Santos Calderón, quien no tuvo inconveniente en vender Isagen contra una oposición nutrida y diversa, me permito reenviar, con las debidas correcciones ortográficas pero conservando íntegros los textos, este extenso pero acertado escrito, publicado a fines de mayo de 2015. Su relativa vigencia confirma sus afirmaciones -que podrían reputarse de precoces y anticipatorios aunque las referentes al gobierno oportunista en Grecia resultaron erradas- e invita a la acción efectiva.
Dicha acción parte de desconocer las ideologías autocráticas, incluyendo la democracia representativa y a los vendepatria que la utilizan para perpetuar el saqueo, la destrucción, la opresión y todas las calamidades que nos ha traído el Neoliberalismo a nivel global.
Sin lugar a dudas, sólo los pueblos, ejerciendo la Democracia Directa (ahora al alcance del ciudadano global, como jamás lo estuvo), están en condiciones de vencerlo, superarlo y castigar a los sicópatas que exigen apurar el Fin del Mundo inspirado por las ideologías basadas en los sueños de Abraham y sus descendientes apocalípticos y juicio finalistas, que tanto aterran a Jorge Mario Bergoglio, el amable y pacífico Papa Francisco, de tan buen juicio... mientras yihadistas y sionistas se esmeran por apurar la guerra mundial.
Todos los individuos soberanos tenemos, por primera vez, la oportunidad de reaccionar positivamente -usando nuestra inteligencia, guiados por nuestra conciencia, defendiendo nuestros intereses y aportando nuestra personal cuota de poder- para dejar de creer y proceder abiertamente a confrontar las mentiras de los enemigos comunes, combatiéndolos sin cuartel hasta vencerlos.
O de perecer masivamente a nombre de dogmas abominables y en provecho de quienes nos los imponen, si no las rebatimos, cambiándolas por interpretaciones sensatas del progreso, la riqueza, la dignidad, la igualdad, la libertad, los derechos, el respeto, la solidaridad y el bienestar.
La decisión sigue siendo personal y urgente. Afortunadamente, casi puede afirmarse que cada uno de los más de siete mil millones que somos tiene los medios para participar, gracias al asombroso desarrollo de las tecnologías de la información y las telecomunicaciones. Son medios que no había tenido ninguna generación anterior a su disposición, y que podemos usar para defendernos e imponernos, a pesar de la intención de controlarnos y esclavizarnos que ha motivado a los enemigos comunes para difundirlos y popularizarlos.
Pero es un asunto tuyo que nos incumbe a todos, pues nos permitirá vencer a los sicópatas cuando alcancemos la masa crítica necesaria, lo cual tiene que suceder antes de que sea demasiado tarde porque habremos traspasado el punto de no retorno.
De ahí la urgencia de sumarse a la lucha global desde cada rincón o posición local; tanto como la importancia individual de todo el que se decida a ejercer su ciudadanía en función social, pues por insignificante o imprescindible o superior que se considere, nadie es más que nadie en una verdadera democracia, pero todos somos únicos e importantes.
Si lo entiendes, no hay razón para que permitas que los politiqueros te sigan suplantando en beneficio de los enemigos comunes. Llegó la hora de derrotarlos, castigarlos y superar sus mezquinos gobiernos, recuperando la riqueza y el poder para los pueblos.
Cordialmente, DBP, enero 20 de 2016
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