VIDEO ESENCIAL
Darío Botero Pérez
20160426
La necesidad estratégica y vital de conservar recursos tan preciosos e indispensables para el equilibrio de la madre Tierra como el carbón, el gas y el petróleo, es reconocida por cualquiera que posea sentido común y no esté enceguecido por la desinformación y el consumismo, ambos letales y envilecedores, difundidos por los medios de alienación de masas, que se los imponen sutilmente a los incautos.
Por fortuna, disponemos de recursos materiales e intelectuales adecuados para oponernos a semejantes amenazas a la Vida tanto como a la biosfera, que la alberga y mantiene. Tales amenazas consisten en la destrucción deliberada del Medio Ambiente, que, además de saquear y destruir abiertamente con acciones como las de la minería a cielo abierto o la destrucción de selvas, llevamos contaminando sistemática y criminalmente con el uso de combustibles fósiles desde el siglo XVIII; inicialmente mediante el empleo del carbón y, luego, del petróleo y el gas, durante el siglo XX, sobre todo; y los bio o agro combustibles, ahora, en pleno siglo XXI, pero sin descartar los anteriores; más bien incrementando su mortal consumo..
Todos siguen usándose ininterrumpida y crecientemente, causando daños irreparables, cada vez mayores y a un ritmo acelerado, al Medio Ambiente. Se trata de agresiones mortales que tenemos que detener de una vez por todas, para empezar a revertir urgentemente los desastres, antes de que sea imposible. Pero ya lo es en demasiados casos, como en los de extinción de especies.
Para eso sirve Internet, no sólo para desenmascararnos y robarnos la intimidad, que es el motivo por el cual lo difundan de tal manera, a conveniencia y en beneficio de los enemigos comunes.
Mediante fuentes de información tan objetivas, amplias, depuradas, democráticas y celosamente observadas como Wikipedia, quien lo desee puede sacarle provecho a ese poderoso medio de comunicación global, que ha roto con el monopolio de la opinión y la información en manos de los sicópatas que nos agobian, engañan y amenazan, cuando no es que nos asesinan, como a Berta Cáceres en Honduras y a tantos más defensores incondicionales de la Vida digna y la Naturaleza que la cría y sustenta.
Sin dudas, con un manejo multitudinario acertado, Internet, que es fruto de la “guerra fría”, irónicamente es el medio más idóneo y expedito; el más democrático y adecuado para hacer la Revolución Mundial que nos permita superar la Historia venciendo a los sicópatas mediante el ejercicio de la Democracia Directa, que tan fácil se hace a través de la red de redes.
Dichos sicópatas, que apenas representan al 1% de la especie humana pero que se han impuesto durante los últimos diez mil años, por la fuerza y el engaño, a las mayorías evolucionadas, pacíficas y creativas a través de la vigencia de tal período antropológico (apenas uno de los tantos de existencia de la Humanidad, que abarca millones de años en su devenir existencial), son quienes nos han dominando, a nosotros y a nuestros ancestros, pero tal vez no a nuestros hijos ni a nuestros nietos, si somos dignos...
O sea, se trata del 1% desalmado y ambicioso que ha concentrado el poder y la riqueza, a punta de violencia y mentiras, durante unos diez mil años que desean eternizar, o prolongar hasta que destruyan la biosfera para satisfacer al único dios de los abrahámicos, comprometidos todos éstos (a saber, judíos, cristianos y musulmanes) con el Juicio Universal y el previo Armagedón que lo permita, según como lo han concebido y lo describen en sus libros sagrados.
No obstante, acudiendo a Wikipedia nos enteramos de que el adevenedizo Bill Clinton quiso frenar el enorme crimen ecológico causado por la llamada “cultura del petróleo”, que, además de los numerosos y nefastos derivados de éste, incluye fuentes de combustibles tan contaminantes y nocivos como el carbón, el gas y los de origen vegetal.
Para los últimos destinan abundantes tierras fértiles en la siembra de diferentes plantas de las que extraen carburantes en vez de comida.
Además, con ese pretexto “económico” de suministrarles combustibles a los poseedores de vehículos, que es realmente suicida, en vez de producir comida abundante para saciarnos a todos, insisten en culparnos del hambre porque, según su miopía excluyente, nos reproducimos como conejos.
De semejante “crimen” -basado en la vital, fundamental e imprescindible pero fastidiosa e intolerable para las élites, conservación de la especie- nos acusan desde los tiempos de Malthus en el s. XIX, hasta el punto de que de los actuales siete mil millones sobraríamos 6.500, según calculan los sabios masones, tan humanitarios, previsivos y capaces...
Por eso se esmeran en extinguirnos, y no dejan de buscar la manera de profundizar la guerra abierta entre civilizaciones, que iniciaron con los auto atentados del 11 de septiembre de 2001 en USA, buscando endosárselos a supuestos radicales islamistas entrenados por el imperio usano. De todos modos, se trata de ideologías religiosas, con antecedentes violentos innegables. Aunque rivales irreconciliables, son del mismo tronco y comparten iguales propósitos escatológicos.
En cuanto a la cultura del petróleo, sus efectos aterradores fueron advertidos por Clinton desde 1993, lo que lo llevó a comprometerse en estos términos, según Wikipedia:
“Reconociendo la necesidad de reinventar el automóvil, el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, anunció en 1993 un proyecto conjunto del gobierno y la industria automovilística estadounidenses para diseñar el auto del futuro. Dijo: “Trataremos de poner en marcha el programa tecnológico más ambicioso que jamás haya tenido nuestra nación”. Queda por ver si se logra “crear el vehículo ecológico de eficiencia perfecta para el siglo XXI”.”
Quizás tuvo en cuenta estas Ventajas señaladas en la citada enciclopedia:
1. “No producen contaminación atmosférica.
- No producen contaminación sonora.
- Su uso permite prescindir de combustible y así ahorra petróleo, una materia prima limitada y se puede dedicar a otras materias también necesarias.
- Su mantenimiento y costo del "combustible" es mucho menor al de uno convencional. El Tesla Model S, por ejemplo, gasta 700$ de electricidad al año; el Porsche Panamera Turbo gasta 3400$ de combustible al año.
- Mayor eficiencia y par motor a partir de 0 revoluciones y la total ausencia de marchas(en caso de tener transmisión la misma puede aprovechar la potencia de manera más eficiente sin retardo alguno), lo que se traduce en mejor respuesta en aceleración.
- En los deportivos, el uso de potencia distribuida en las ruedas y control del par motor de cada uno proporciona una mayor estabilidad en las curvas, y por tanto, en seguridad.
- Según Francisco Laverón, Miguel Ángel Muñoz y Gonzalo Sáenz de Miera, dos economistas y un ingeniero de la compañía Iberdrola, un coche consigue una eficacia de un 77% si la electricidad procede de fuentes renovables, mientras que 42 % si procede de energía eléctrica basada en gas natural. Además estos autores aseguran que un coche eléctrico podría recorrer casi el doble de kilómetros que uno de gasolina.[1]
- pueden recargar su batería mediante el frenado regenerativo, prolongando así la vida útil de las balatas del sistema de frenado(lo cual aumenta su autonomía de cierta forma aunque la misma solo presente un aumento insignificante)
- con el pasar de los años la tecnología de las baterías ha mejorado para ofrecer una autonomía casi similar a algunos vehículos de combustión interna de reducida cilindrada
- se prevee también que en un futuro los mismos vehículos puedan suministrar energía suplementaria a la red eléctrica en caso necesario o también proveer suministro para un hogar promedio durante ciertos periodos de tiempo como contingencias eléctricas(para esta modalidad se desarrollan los sistemas "Vehicle 2Grid" o V2G). “
Ya que estamos en esas, conviene saber que: “El coche eléctrico fue uno de los primeros automóviles que se desarrollaron, hasta el punto que existieron eléctricos anteriores al motor de cuatro tiempos sobre el que Diesel (motor diésel) y Otto (gasolina), basaron el automóvil actual. Entre 1832 y 1839 (el año exacto es incierto), el hombre de negocios escocés Robert Anderson, inventó el primer vehículo eléctrico puro. El profesor Sibrandus Stratingh de Groninga, en los Países Bajos, diseñó y construyó con la ayuda de su asistente Christopher Becker vehículos eléctricos a escala reducida en 1835.
.... Justo antes de 1900, antes de la preeminencia de los motores de combustión interna, los automóviles eléctricos realizaron registros de velocidad y distancia notables, entre los que destacan la ruptura de la barrera de los 100 km/h, de Camille Jenatzy el 29 de abril de 1899, que alcanzó una velocidad máxima de 105,88 km/h” (Misma fuente).
Habidas estas consideraciones retóricas, conviene revisar el vídeo sobre vehículos eléctricos que hace años rueda por la red y que pone de manifiesto la hipocresía de quienes se niegan a dejar de asesinarnos junto a la Tierra.
Demuestra la eficacia de la directriz de Clinton, pues en escasos tres años la General Motors produjo el EV1, totalmente funcional, inaugurando una tendencia interesante, que duró varios años y el mismo Edward Schwarzeneger, nada menos que Robocop, disfrutó cuando fue gobernador de California.
Pero pronto se impuso el interés de los criminales apocalípticos, que el Neoliberalismo -considerado infalible como teoría económica cuando no es más que una sarta de medidas arbitrarias diseñadas e impuestas para despojar a las mayorías- ha extendido a todos los regímenes, pues todos son corruptos porque están conformados por personas como cualquiera, que no desperdician su oportunidad, en general.
Esto ocurre cuando la Historia se acerca a su fin y el poder financiero está concentrado en poquísimas manos. Con él corrompen a todos los gobernantes que suplantan a los pueblos en el ejercicio del poder.
Lo consiguen gracias al fetiche del dinero. Éste seduce y embrutece por su capacidad para comprar todo lo que se vende, que es lo menos valioso de lo que poseemos como especie, incluido el verdadero amor.
De esta manera, las lacras abominables que planean diezmarnos y lo están haciendo, disfrazan su ecocidio como empresa comercial protegida por los dogmas económicos universales basados en el sagrado derecho a la propiedad privada.
Este interesante derecho a poseer cosas, animales y hasta gente es, paradójica e insoportablemente, excluyente de las mayorías y exclusivo para las élites que se encargan de negárnoslo.
Curiosamente, como solemos vivir de ilusiones irrebatibles, hay quienes se consideran inferiores de modo que “naturalmente” llegan a aceptar que no es un derecho para todos. Y hasta dan sus vidas para defender el ejercicio de ese derecho exclusivamente por quienes nos despojan, pues los consideran seres superiores, como tanto timorato xenófobo, ignorante y fracasado que apoya a Donald Trump en USA.
Por la impotencia, el engaño y la subyugación en que vivimos sumidas las mayorías, el sagrado derecho a la propiedad, que todos nos merecemos, apenas es real y pleno en las cúpulas de la pirámide social, compuesta por un 1% de plutócratas.
Éstos están reforzados y custodiados por un 4% de indignos ambiciosos e inescrupulosos, que les sirve -a cambio de las jugosas migajas que caen de la mesa de los potentados- para subyugar al 95% restante, sometido a las arbitrariedades y canalladas de los amos y enemigos comunes.
Evidentemente -abusando del poder y la riqueza que nos arrebatan gracias a la complicidad de todos los gobiernos corrompidos por el dinero, que suelen ocultar y acumular en cuentas abiertas en paraísos fiscales que les guardan el fruto de sus acciones de vendepatrias mientras les conservan el anonimato-, las lacras depredadoras que avergüenzan a la especie humana están continuando y agudizando sus agresiones mortales a la biosfera.
Tal ofensiva demencial está representada, para el caso que nos ocupa y cuya gravedad es enorme, en la suicida extracción del cada vez más escaso y precioso petróleo.
No obstante, existen alternativas limpias y más eficientes desde hace años, no sólo las centenarias reseñadas por Wikipedia, sino recientes y funcionales masivamente, como las mostradas en el video adjunto. Le asigno el nombre de “Autos Eléctricos.pps” porque ignoro cómo lo denominaron inicialmente sus autores o su sobrado autor.
Supongo que sus denuncias son innegables y de una realidad contundente, que demuestra la total y patética perversidad de quienes retrasan por todos los medios la adopción de energías limpias tanto como de prácticas de producción no depredadoras sino sensatas, responsables y sostenibles; absoluta e incondicionalmente comprometidas con la defensa y protección de la Vida y la biosfera.
Confío en que es suficientemente claro, de modo que aporta elementos de juicio objetivos a todo el que quiera ver y reconocer la corrupción de los enemigos comunes en vez de burlarse de los ambientalistas y su desprecio al consumismo. Que no al consumo, pues hemos alcanzado altos niveles de riqueza que todos podemos disfrutar si superamos la Historia con sus cuitas y despojos en beneficio de peligrosos parásitos, capaces de todos los crímenes.
Su condición de sicópatas despiadados está plena y abundantemente documentada y al alcance de los amigos de la Verdad verdadera.
Los sensatos y dignos prefieren y buscan ésta en vez de la falaz verdad convencional y acomodaticia, que defiende intereses ocultos disfrazados de protección al bien común y promoción del bienestar general.
¡Quizás alguno se anime a sumarse a la indispensable defensa colectiva como ciudadano de pleno derecho en la Sociedad Democrática Global capaz de derrotar el Nuevo Orden Mundial que nos han impuesto en su agonía quienes llevan diez mil años suyugándonos!
De todos modos, el vídeo es entretenido y muy real.
Pero no sé cómo agregarlo a mi página, de modo que me limito a extraer algunas imágenes de sus dolorosas denuncias.
Quien desee una copia del vídeo original, puedo suministrársela si la solicita al correo gritosescritos@gmail.com con el ASUNTO: VIDEO AUTOS .