OTRO REVOLCÓN NEOLIBERAL LETAL
CONTENIDO
1/4 Paz armada
2/4 Depredación
3/4 Consecuencias
4/4 Víctimas
1/4 Paz armada
Con el ejemplar Acuerdo de Paz entre el gobierno colombiano y las FARC se desarma parte del pueblo, que se ha insubordinado apelando al derecho a la rebelión frente a un Estado canalla cuyos gobernantes son meros títeres de los plutócratas que se están apoderando del Mundo y destruyendo la biosfera.
Pero se conservan los ejércitos privados de vigilantes y sicarios, armados al servicio de los oligarcas represivos y vendepatria que han creado las condiciones oprobiosas en que viven las mayorías, y que los subversivos aducen como causa objetiva de su lucha, tan denostada, repudiada y descalificada por los explotadores.
2/4 Depredación
Se trata de otra jugada macabra del converso Juan Manuel Santos Calderón, quien promete reforma rural mientras impulsa la ley Zidres, que la niega de plano al convertir al pequeño propietario campesino (en particular al que recibiría los baldíos tras los acuerdos de paz) en un socio perdedor de las multinacionales.
Éstas se encargan de esterilizar las tierras y envenenar aguas y atmósfera, en un proceso intensivo que aplica las técnicas de la industria a la agricultura y demás actividades del sector primario de la economía.
Es una trasgresión a los ritmos naturales, propia de la absurda y mortal agroindustria neoliberal tanto como de su gran minería, legalizadas ambas por los vendepatrias contra la Naturaleza y los pueblos. A pesar de las mentiras propagandísticas, la minería de las transnacionales es tan criminal, nociva y perjudicial como la pequeña y la mediana, sean legales o no.
3/4 Consecuencias
La razón del repudio a estas prácticas y políticas criminales no es la legalidad o la ilegalidad de la actividad que nos afecta mortalmente, sino sus irreparables daños a la Naturaleza por su deliberada destrucción de ecosistemas, territorios, paisajes y nichos de Vida; con su envenenamiento de las aguas y hasta del aire a través de las fumigaciones de venenos.
En el caso del aire, se trata de sustancias letales, como el glifosato o las que nos echan los aviones que difunden los chemtrails o estelas químicas, indudablemente tóxicas, cuya composición, origen e intenciones siguen siendo un misterio en Medellín, Antioquia, tanto como en Sevilla, España, donde hace varios años nos someten a esa práctica. cuya consecuencia obvia es la degradación de la Vida.
En resumen, nos amenazan con la abrupta finalización de las condiciones apropiadas para mantener a las comunidades y a los individuos de todas las especies en condiciones de sobrevivencia digna y segura.
Entre dichas comunidades también figuran las humanas que han logrado conservarse durante siglos al margen del “mercado”.
Este concepto seudo económico pero realmente político y militar, hoy las está llevando a la extinción masiva, alrededor del Mundo entero, en beneficio de los amos del tal “mercado”, que estos sicópatas consideran superior a la Vida.
En estas condiciones, a los capitalistas que disponen de los recursos para depredar la biosfera, presentando sus agresiones como progreso, poco les importan los títulos de propiedad sobre los espacios que han resuelto destruir para convertirlos en eriales.
La justificación del crimen de lesa naturaleza es su transformación en ganancias privadas. Éstas son mayores en la medida en que los costos reales de la macabra intervención quedan ocultos y no le exigen egresos o gastos al inversionista, extranjero, preferente y generalmente, o criollo rico, arribista y vendepatria.
4/4 Víctimas
Allá verán cómo se las arreglan los flamantes propietarios campesinos, pues en la sucia maniobra pierden su medio tradicional de subsistencia, cuya explotación racional y respetuosa de los ciclos naturales, les ha permitido sobrevivir a muchas generaciones; al margen o por fuera del mercado capitalista, olvidados por la macroeconomía con sus PIBs y demás instrumentos de saqueo y depredación, crecientes y cada vez más poderosos, ecocidas e inhumanos.
Se presentan con careta económica pero sus fines son apocalípticos. Obedecen a una conspiración milenaria claramente expresada en los libros sagrados de las tres grandes ramas del abrahamismo; a saber, el sionismo, el cristianismo y el islamismo.
Si no lo entendemos y combatimos abiertamente, pronto se saldrán con las suyas, y todos seremos víctimas.