CATALUÑA Y LOS RESPETOS DEL MUNDO DEMOCRÁTICO
(versión actualizada)
Dario Botero Pérez
El 27 de octubre de 2017 constituye un día histórico para Occidente, con repercusiones globales, pues la declarada independencia de Cataluña es un acto soberano que merece el reconocimiento de los demócratas del Mundo, pese a que también es una maniobra de plutócratas para obtener beneficios propios. Por tanto, sus motivaciones egoístas superan su voluntad libertaria, pero la identidad popular la comparten muchos patriotas que no renunciarán a su anhelada independencia aunque los politiqueros sean simples oportunistas. Han causado "una crisis crítica", según el asnal José María Aznar.
La recuperación de su soberanía bien vale algunos sacrificios, que pronto han de subsanarse, pues la decisión del parlament catalán al respaldar la voluntad popular -manifiesta el 1 de octubre en un valiente referendo sometido a represión demencial por el Partido Popular-, es democrática en el más claro de los sentidos, al convocar a clases sociales diversas, todas con amor y orgullo patrióticos legítimos, pues antropológicamente poseen una identidad cultural que une a los ciudadanos nacional y políticamente, sobre las diferencias económicas y sociales.
Se trata de la continuación de la gesta independentista que las colonias de ultramar ya superamos, desde el siglo XIX, gracias a las hazañas de los arrogantes criollos, entonces bandidos, hoy libertadores, Simón Bolívar y José de San Martín, aliados con el hijo del Ambrosio gobernador de Chile y virrey del Perú, el chileno Bernardo O'Higgins, y otros masones así -antecedidos por el aristócrata Francisco de Miranda- resueltos a ejercer la dictadura activa sobre sus propios pueblos, confrontando los confesionalismos que han seguido oprimiendo a numerosas regiones en la provincia ibérica.
Conforman estas regiones una serie de naciones claramente diferentes, que han logrado conservar su identidad pese a haber sido subyugadas desde hace siglos por las testas coronadas de los Austrias, luego remplazadas por las de los Borbones.
Sólo cuenta, hasta ahora, la victoriosa excepción de Portugal, que logró conquistar y negociar su independencia con éxito, del cual otros no han gozado aunque lo han intentado y no han renunciado a conseguirla a través de los años.
Los reyes y sus serviles lacayos son tan arrogantes con el despreciado pueblo como la patética vicepresidente, Soraya Sáenz de Santamaría, ficha incondicional del Club de Bilderberg y agente eficaz del inhumano, criminal y depredador Neoliberalismo con su funesta globalización ecocida y genocida, que les han aplicado a los españoles con notables cinismo y sadismo.
Con razón la ha elegido Rajoy para que les aplique mano dura a los catalanes, demostrando la torpeza e incapacidad de los lacayos.
Los miserables bandidos indignos apenas atinan a reprimir al pueblo para evitar que exprese su descontento y asuma el poder, arrebatado y monopolizado por estos farsantes, que nos suplantan en todo el Mundo a los ciudadanos.
En consecuencia, la vicepresidente muestra su sed de sangre sin rubor, con fruición, con agresividad evidente. Sabe que es su oportunidad para lucirse brillando con luz propia; y la aprovechará al máximo, precipitando los acontecimientos libertarios y definitivos, a medida que despliegue su brutalidad.
Semejante torpeza ha de servir al fortalecimiento de la causa independendista, pues la desmesura de la seňora motivará el sentimiento nacionalista auténtico en quienes siguen engañados por la corona y sus abusos históricos.
Emulando las proezas de los reyes católicos -que echaron a los judíos, combatieron a los moros y descubrieron América en 1492-, y las de Carlos I (el emperador Carlos V de Alemania) -quien subyugó a nombre de Castilla y Aragón a las demás nacionalidades ibéricas-, ejerciendo autoridades absolutas que la Humanidad ha superado conceptualmente como bestialidades inaceptables para una especie inteligente, sensible y civilizada, los falangistas impunes, bajo las aberraciones del franquismo, han sabido cocinar una absurda demonarquía o engendro monstruoso, ideado en 1947 por el piadoso caudillo como Ley de Sucesión, e impuesto con la constitución fascistoide de 1978.
Lo lograron tras la muerte del criminal beato y traficante de niños, Franciso Franco Bahamonde, el dictador plebeyo que restableció la monarquía en vez de establecer su propia dinastía.
Fue un acto de generosidad que lo santifica y limpia sus manos ensangrentadas, al menos para los católicos anticristianos del Opus Dei, aficionados al odio que les inculcó Jose Maria Escriva de Balaguer, su santo y neurótico fundador.
Se destacó, el general falangista, desde 1936, como enemigo declarado de la República, debido a su condición de siervo innato e incondicional de los reyes de sangre azul, de cuya existencia depende la de los palaciegos ambiciosos, tanto como la de los arribistas irredentos y la de los hipócritas que comulgan con ruedas de molino.
El desprendido personaje es el venerado y temido caudillo de estos criminales desenmascarados. Tras su funesta dictadura teocrática restableció en el trono al fratricida, elefanticida, vil farsante y traidor, Juan Carlos de Borbón, contra los derechos de Alfonso XIII, su padre pusilánime.
El monarca abandonó la corona en 1931, al declararse la Segunda República, animada de una clara disposición democrática que permitió el gobierno del Frente Popular, en 1936, dando lugar a una real experiencia anarquista, cuya inspiración sigue incidiendo en las gentes decentes.
Abusivamente, falangistas, comunistas y socialistas han procedido suplantando al resto a nombre de la democracia representativa, que aguanta todo menos la Democracia Verdadera.
Ésta no puede ser otra que la Democracia Directa, o sea, la que ejerce libremente quien lo desee, sin pedirle permiso a nadie ni jurar fidelidades a doctrinas o banderas que lo cohiban y coarten su libertad de opinión y expresión.
Cada vez esta participación es más popular, multitudinaria y arrolladora, de modo que no admite la farsa monárquica, disfrazada de democracia pero actuando con absolutismo gracias a los corruptos lacayos de la corona, hace varios años dirigidos por el ladrón, mentiroso y genocida Mariano Rajoy.
Las amenazas y la represión lo han desenmascarado ante el Mundo, que había tolerado su arremetida demencial contra los inmigrantes africanos y asiáticos, inducidos a morir ahogados o molidos a garrote por los inhumanos guardias civiles.
Pero su arremetida contra los pacíficos e influyentes catalanes ha comprometido al jefe Borbón, Felipe VI, quien comprende que la disolución de su absurdo, corrupto y anacrónico régimen ha iniciado un camino imparable irreversible, del cual la destitución de su padre y las pilatunas judiciales de su hermana son pruebas al canto.
Sabe que el noble y valiente gesto soberano de los altivos catalanes, pronto han de seguirlo otras autonomías, descontentas desde hace siglos con el decadente imperio y resueltas a contribuir a su caída completa.
Por eso, el respaldo a los catalanes se ha constituido en elemento crucial para la Humanidad en su conquista de Democracia de Verdad.
Es asunto de los ciudadanos globales fortalecerla, tanto como denunciar a los criminales que han resuelto asumir el poder en la nación catalana a nombre de la decadente monarquía, aplicando la extraña constitución libero-monárquica, de 1978, orgullo de vendepatrias y oprobio de las autonomías.
Sin duda, otras nacionalidades de la provincia también la odian, la detestan y han de combatirla con las mismas armas democráticas invencibles usadas por los ciudadanos de Catalunya, cuya gallardía y soberanía la gente decente del Mundo apoya y necesita apropiarse.
El recurso a la violencia ya no funciona, de modo que los ejemplares luchadores por la independencia del pueblo vasco, el navarro, el canario, el andaluz, el gallego y los demás, podrán insistir en su justa causa acudiendo a la fuerza de los argumentos compartidos por multitudes empoderadas, libres de los prejuicios con que las han fanatizado durante siglos.
De razón, legitimidad y argumentos civilizados y democráticos, carece el régimen oprobioso y caduco, cuya desaparición es inminente, pues su único recurso es la fuerza, como el de todos los plutócratas decadentes.
Pero la Humanidad lo ha entendido, de modo que, como soldado avisado, no está dispuesta a morir en guerra, aunque los sicópatas insistan.
Por eso no les ha cuajado el dramático y conmovedor esfuerzo bélico entre culturas. O sea, la "guerra de civilizaciones" que el fronterizo criminal impune, George W. Bush consideró la consecuencia inevitable e inmediata de los auto atentados del 11-S de 2001.
La caida de la demonarquía borbona empujará la del engendro que ha establecido la Unión Europea según los criterios e intereses de los enemigos comunes, de modo que exige ser reelaborada por los pueblos, respetando sus identidades y evitando que los plutócratas dirigidos por los Rothschild nos impongan su Gobierno Mundial en la Sombra, propio del Nuevo Orden Mundial que nos agobia a todos los enemigos del 1% superior, conformado por reconocidos y temidos sicópatas.
El reto para el pueblo catalán es parte del desafío de los plutócratas sicópatas contra la Humanidad decente, conformada por el restante 99% y agobiada con la crisis definitiva del capitalismo y sus iniquidades, que incluyen la homogeneización consumista, la depredación de la biosfera y el robo de las identidades diversas de los pueblos, real riqueza antropológica invaluable.
La cuestión no es de defensa de la propiedad privada sino de la conservación de las especies y la biosfera que las sustenta, pues el capitalismo y sus aberraciones las están acabando rápida y deliberadamente mientras nos ponen a pelear por causas menores.
Lo que corresponde para apoyar la justa lucha catalana, que hace parte de las reivindicaciones democráticas del ciudadano global, es hacer la Revolución Mundial Democrática que derrote a los enemigos comunes en todos los lugares, lo más pronto y simultáneamente posible, de modo que la Aldea Global funcione en defensa de la Vida y no extinguiéndola rabiosa, radical y aceleradamente, como lo viene haciendo el Neoliberalismo disfrazado con todas las ideologías.
Esa es nuestra responsabilidad generacional para evitar la extinción en curso: Remplazar las sociedades piramidales y oprobiosas con la Sociedad Democrática Global capaz de derrotar y enterrar el Nuevo Orden Mundial que nos vienen imponiendo los enemigos comunes mediante su mortal e inhumana deformación de la Globalización.
¡No te engañes ni te dejes engañar!
Cree en ti, basado en la Verdad y en la identificación y defensa de tus intereses, que son los de las mayorías, ahora capaces de expresarnos y defendernos sin acudir a la matanza mutua, propia de las sociedades piramidales dominantes en la Historia.
Ya agotadas y sin capacidad de ofrecer algo positivo, están muriendo con ella, en medio de los peligrosos chapaleos agónicos de los Trump y sus perversos colegas e involucionados amos, que nos quieren matar a todos.
Siguen convencidos de que a los reyes hay que acompañarlos a sus tumbas para morir con ellos, según sabemos de los faraones y los emperadores chinos.
Pero las generaciones actuales, quienes estamos vivos, independientemente de la edad acumulada por cada uno, nos negamos a hacerlo.
Más bien, despreciamos, denunciamos y combatimos a quienes dan sus miserables vidas por defender las de los amos.
Defendemos la Vida, la propia y las ajenas, contra sus enemigos, que disfrazan el ecocidio y los genocidios como altas e incuestionables razones económicas, resumidas en el mandato ineludible de elevar el PIB por cuenta de la antieconómica, depredadora, inmune e impune inversión extranjera, cuya fuente de ganancias extraordinarias es el saqueo inmisericorde de la Naturaleza más que la alta tasa de plusvalía postulada por el sagrado Carlos Marx.
Les es indiferente matar animales o gente, tanto como desolar ecosistemas irrecuperables y milenarios, agotando aceleradamente la biosfera, pues no se los cobran los vendepatrias.
Evidentemente, estos crímenes económicos, sociales y ambientales son imperdonables y demasiado graves.
Pero económicamente hablando no son más que crematística engañosa, indiferente a los valores de uso de las cosas pero empeñada en sostener que la especulación y las estafas son la máxima conquista económica de la Humanidad, tan adolorida, doliente, engañada y aplastada, pero despertando.
Ojalá lo hagan las mayorías, antes de que el consumismo y la gigantesca irracionalidad neoliberal acaben con todo, incluidas las esperanzas.
¿Cuál es tu posición?
Darío Botero Pérez
Contenido
1. Valor de las mayorías 1
2. Votos, poder y corrupción 7
3. Esencia de la Historia 12
4. El papel de las fuerzas productivas 13
5. Farsa electoral contra la Verdad 16
6. Auténticos enemigos comunes 18
7. Pueblo unido contra politiqueros y plutócratas 19
1. Valor de las mayorías
Un líder de la derecha venezolana vendepatria, Ramón Muchacho, ha afirmado que “no hay una salida democrática para Venezuela”, porque entiende que quien escruta elige, inclusive aunque el reconocido y declarado como ganador no lo sea, de manera pública y evidente.
Éste es el escandaloso caso con Donald J. Trump, el indeseable bipolar que los halcones de Wall Street impusieron como presidente espurio, desde el inicio de la campaña, aunque perdió el voto popular en USA.
El reclamo del ejercicio directo de la presidencia obedece a que los enemigos comunes ahora están desaforados en su destrucción masiva de biosfera y concentración de la riqueza.
Se esmeran en impedir que la equidad se establezca gracias a la abundancia alcanzada por la alta productividad industrial, si se la apropia la Humanidad en su beneficio en vez de permitir que la despojen los plutócratas.
Por fortuna, también están plenamente desenmascarados ante los honestos reacios a asimilar tanta maldad, pero obligados a combatirla en defensa de la Vida y la Madre Tierra, porque el ánimo apocalíptico de los abrahámicos es evidente.
Si no reaccionamos, Benjamin Netanyahu lo garantiza gracias a la disposición homicida del cómplice y socio, Donald J. Trump, como bien claro quedó dicho por el magnate sicópata en la Asamblea General de la ONU, en septiembre, cuando los huracanes y terremotos conmovían a la Humanidad sensible y evolucionada.
Pese al fracaso evidente del modelo cuando no existen justificaciones para que unos individuos suplanten a otros porque todos pueden intervenir directamente, insisten en defender la democracia representativa -pero degenerando el concepto de acuerdo a los criterios de la Neolengua que denunció Orwell en su libro 1984, y que Trump denomina Posverdad- imponiendo la voluntad minoritaria a la mayoritaria.
Así deforman la esencia misma del concepto representativo, porque les conviene a los plutócratas juiciofinalistas para mantener sus privilegios contra los Derechos Humanos, Sociales, Políticos, Económicos, Ambientales y Culturales de las mayorías engañadas, fanatizadas, divididas, traicionadas y utilizadas.
Ya están decididos a desatar el Armagedón universal que los advenedizos -como Obama o Hillary- podrían eludir o intentar evitar.
Fue lo que hizo el mestizo al pactar con Irán contra las órdenes sionistas, lo cual retrasó el conflicto nuclear que anhelan. Y que Trump comparte con los demás halcones, como objetivo estratégico fundamental de los plutócratas para que la Historia no muera. Al menos, no antes de matar los siete mil millones que les sobramos y estorbamos. Y destruir cuantos ecosistemas puedan...
Por eso impusieron a su par plutocrático sobre la decisión popular, sosteniendo que fue elegido legalmente, aunque violando de forma expresa y evidente la voluntad de las mayorías de quienes votaron, que prefirieron a su rival demócrata.
No les importa que, en todas partes, reconocerle la victoria al que obtiene la mayoría de los votos es lo lógicamente esperado para legitimar el proceso del despojo mayoritario del poder, delegado por los votantes en los elegidos, que hacen parte de excluyentes ramilletes de elegibles.
Así procede la democracia burguesa, que es una falsa democracia porque el poder se lo reservan élites de politiqueros, lacayos de los verdaderos dueños del poder, que son los plutócratas.
Estas convenciones ya no tienen fundamentos cuando Internet nos permite expresarnos sobre lo que nos interese, tanto como defender nuestras preferencias sobre los asuntos públicos, buscando consensos más que imposiciones a las mayorías de lo que les conviene a las despiadadas minorías.
Es evidente que, con las farsas representativas, unos notables mediocres ambiciosos, serviles, abyectos, desalmados y sin escrúpulos, suelen imponer legalmente su falsa grandeza.
Además de elevar sus egos, ser los elegidos les permite acceder a esferas superiores, donde se pactan los peores crímenes contra los ciudadanos, su dignidad y sus derechos; donde se deciden los negociados contra la patria, la biosfera y el patrimonio común.
La esperada mayoría en los sufragios depositados, legal o ilegalmente, así sea falsa pero oficial, sería la gran prueba de que los procesos electorales son democráticos de alguna manera relativamente cierta para la institucionalidad liberal.
Su anormalidad admitida la denunció temprana y magistralmente Nicolás Gogol en su novela Las almas muertas. Por tanto, escandalizarse por sus fraudes es ignorancia o perfidia, malicia y picardía.
Sin embargo, tal democracia es bastante convencional, frágil y laxa, de modo que quienes estamos vivos podemos superarla definitivamente ejerciendo la Democracia Directa.
El elemento esencial de la falsa democracia representativa, liberal, burguesa o capitalista, es la elección periódica de los verdugos que han de despojarnos del poder durante cierto tiempo, para lucrarse personalmente, desde luego.
Tal sería la verdadera razón por la cual los politiqueros arribistas dedican sus vidas para alcanzar el poder, especializándose en todas las “picardías” que les permitan obtenerlo.
(El amable, precioso y elegante término para denominar la corrupción, “picardía”, tan propio del siglo de oro, cuando Lope de Vega decía que “En esta edad es discreto el que más al otro engaña, el que roba, el que enmaraña, el que no guarda secreto”, lo puso de moda el aristocrático marrano e indigno premio Nobel de Paz de 2016, Juan Manuel Santos Calderón, actual presidente de Colombia. Por sus crímenes sabemos que, aunque impune todavía, se trata de un frío y calculador asesino, además de traidor con alma de tahúr, lo cual le valió engañar al gurú, su entonces jefe, Álvaro Uribe Vélez, el famoso coautor de los pícaros y picarones “falsos positivos”. Así se conoce su asesinato deliberado de jóvenes indefensos y desplazados, para hacerlos pasar como guerrilleros caídos en combate, lo cual les suena a gloria a sus huestes furibistas, ansiosas de sangre. No obstante, ambos se niegan a reconocer sus crímenes ante la justicia ordinaria, que no se atreve a procesarlos por nada de lo denunciado y oculta muchos de sus delitos. Pero podrían aprovechar las gabelas de la Jurisdicción Especial para la Paz, convenida en los Acuerdos de Paz con la FARC, en vez de correr el riesgo de que la Corte Penal Internacional asuma sus responsabilidades y los juzgue como se lo merecen. Confían en que ésta es otro instrumento del sistema global oprobioso, de modo que no los castigará. La tarea de hacer justicia de verdad, le corresponde a los pueblos que se yergan, a nadie más)
Esta clase de ventajas explica que los politiqueros y sus amos gasten enormes cantidades de dinero para comprar caciques electorales, votantes pusilánimes o venales, testigos, jurados, funcionarios y auditores de los procesos y las actas oficiales de escrutinio.
Se trata de una forma de enfrentamiento entre politiqueros más civilizada y conveniente -para mantener su integridad, tanto como sus privilegios personales de seres superiores a los engañados que les creen- que eliminar físicamente a quienes les disputan el turno para gobernar a los demás.
O sea, para apabullar a los electores. Pero, sobre todo, a los cándidos e inermes ciudadanos que detestan la farsa electoral, de modo que no votan y suelen ser más numerosos y cultos que quienes lo hacen, pero se ven obligados a someterse a los elegidos, por corruptos, arrogantes, ignorantes, desalmados, viles y despreciables que sean.
La elección del que más votos exhiba sería la consecuencia evidente del ejercicio ciudadano del “derecho a elegir”, que le da la mayoría a uno de los candidatos escogidos entre quienes tienen el raro y exclusivo “derecho a ser elegidos”, convirtiéndolo “naturalmente” en el ganador.
Poco importa, porque más bien es lo normal en tales farsas rituales y periódicas, que los resultados los adulteren los escrutadores antes de darlos a conocer públicamente. Igual de usual es que los votos obtenidos sean comprados. O, en vez de libres y conscientes, forzados, ya sea por amenazas o por promesas.
O frutos de la mentira monda y lironda, como ocurrió en el plebiscito del 2 de octubre de 2016, en Colombia, cuando se indujo a votar contra los Acuerdos de Paz con las mentiras difundidas por los grandes enemigos de la Verdad, agrupados en el furibismo pero con más tentáculos cavernarios.
Pero la asombrosa democracia ejemplar de USA no funciona así porque, cuando los plutócratas lo deciden, gana el que determinen los “colegios electorales” en vez del que obtenga la mayoría de los votos registrados, lo cual da al traste con toda la farsa.
Sin embargo, la siguen sosteniendo porque todavía encuentran quien les haga el juego en la democracia ejemplar, que ningún USAno tiene derecho a criticar porque sería considerado un traidor a la patria, castigado con tanta demencia como los coreanos del norte que no se le arrodillan a Kim Jong-Un.
La censura es manifiesta pese a la primera enmienda que garantiza su extraña y restringida libertad de expresión. Los potentados la definen, conceden y vedan a su antojo, como bien claro lo han dejado el macartismo y los ataques directos de Trump a las protestas de los jugadores de su fútbol.
O, lo que es más nazi fascista todavía, sus ataques a la prensa imperialista tradicional, pese a que es apologista del régimen atroz.
La descalifica y ridiculiza entre sus huestes cavernarias porque tiene el deber de criticar los excesos que afecten a los sectores de potentados cercanos a sus intereses de cuarto poder, afortunadamente ya superado por Internet, que nos ofrece a todos sus posibilidades democráticas auténticas.
Es lo que vemos en la aterradora metrópoli sede de los halcones, verdaderos enemigos comunes de la Humanidad, ahora abiertamente desafiando a los dignos con las bestias asesinas del ku-klux-klan y la Asociación Nacional del Rifle.
Sin embargo, los indignados pueden recuperar su protagonismo -que nutrió el ejemplar movimiento Occupy Wall Street en 2011- antes de que los asesinen los rezanderos criminales de la America profunda, tan buenos o, al menos, tan bien armados, desalmados y entrenados.
Evidentemente, superan a cualquier ejército nazi o fascista conocido, en capacidad de exterminio de marginados sociales inermes, como los numerosos inmigrantes.
O como los fastidiosos negros, cubanos exiliados y puertorriqueños, que creen tener iguales derechos a los de los blancos anglosajones protestantes, por igualados, insoportables y descarados, de modo que se han ganado el exterminio a los ojos de los herederos de quienes exterminaron a los nativos y han asolado el territorio.
2. Votos, poder y corrupción
Votar es un rito elemental del ejercicio liberal ciudadano, que adocena, desvirtúa o deshonra sus potencias individuales mediante la imposición de las ingeniosas instituciones de Montesquieu.
https://gritosescritos.jimdo.com/2017/10/24/la-farsa-electoral-dar%C3%ADo-botero-p%C3%A9rez/
ASUNTOS para el correo
1. Mientras Trump siga como presidente espurio, se obsequia el libro NERDOS O MATONES
Para recibirlo en formato PDF, sin ningún compromiso, basta enviar un mensaje al correo (o e-mail)
ASUNTO Libro NERDOS O MATONES
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2. Ensayos de Darío Botero Pérez en formato PDF,
1. EL NUEVO ACUERDO DE PAZ Y LA SITUACIÓN MUNDIAL
(453 KB / 67 p)
2. TRAS FIDEL: APOCALIPSIS O REVOLUCIÓN MUNDIAL
(411 KB / 87 p)
3. CONSTITUYENTE POPULAR CONTRA GUERRA Y DESOLACIÓN MUNDIAL
4. VERDAD DE VERDAD ¿Qué hacer?
(292 KB / 54 p)
5. DEMOCRACIA VERDADERA GARANTIZA VERDADERA P A Z
(575 K / 131 p)
6. ASTUCIA PRIMARIA Y CIVILIZACIÓN
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7. NUEVA ERA CONTRA CRISIS, eL cAMBIO eS tOTAL
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