ADIOS ACUERDO DE PARIS
Otra notable decisión de Trump
Darío Botero Pérez
Para Juanita y Alejandra,
en su cumpleaños
Los caminos de Dios son inescrutables. Quizás él nos traza un destino que no debemos eludir.
O, tal vez, Dios no existe. De cualquier manera, no se justifica matarnos por creencias, acabando nuestras reales y materiales existencias en aras de ideologías que nos dividen, condenándonos a actuar como borregos de pastores corrompidos, peores que los lobos.
Pero, si eludimos nuestro presentido destino, haciendo uso del libre albedrío que nos permite ser irresponsables con la Vida y la Naturaleza, impediríamos nuestra realización personal de carácter trascendente. En términos hindúes, afectaríamos nuestro karma por nuestra propia decisión.
Apegarse a metas individuales esencialmente narcisistas y torpes, traicionando los principios de solidaridad que buscan el disfrute de la riqueza por todos, le afecta la vida al misántropo arrogante e involucionado, convertido en enemigo objetivo de los seres solidarios que no pretenden abusar de nadie y fundan las relaciones sociales en el amor, la tolerancia y el respeto.
Paradójicamente, quienes disfrutan con el sufrimiento ajeno consideran que tener el poder personal para infligirlo significa que son mejores personas que los sufrientes.
En consecuencia, su aberrado juicio de triunfadores los lleva a concluir que sus arbitrariedades y caprichos inh0u174manos, les mejoran sus ruines existencias. No entienden que sucede a costa de su verdadero disfrute.
Su afán insolidario, carente de amor y empatía, los convierte en bestias narcisistas, megalómanas, miopes, arrogantes e ignorantes, tan patéticas como el amargado Donald J. Trunp.
Son engendros incapaces de alcanzar satisfacciones auténticas, porque su egoísmo extremo es enfermizo y contraproducente. En vez de garantizarles la mejor vida posible los sume en una angustia y una paranoias permanentes, que tratan de remediar llenándose de escoltas, carentes de privacidad y viviendo en bunkers.
Las víctimas de tal enfermedad del alma hacen todo lo posible para que los demás se frustren.
Actúan brutalmente, corroídas por la envidia, que exhiben como arrogancia, objetivamente fundada en la falsa prueba de su superioridad, que quedaría absolutamente demostrada por las riquezas acaparadas en medio de la absoluta impunidad, garantizada por sus leyes supranacionales y sus jueces lacayos.
Por eso atacan la lúdica mientras envenenan las aguas, los suelos y el aire, exhibiendo su poder, como lá bestia güera, el inmaduro Trump, el peligroso basp, inconsistente, arbitrario, todo un emperatov dueño del Mundo- que lo detesta y tiene la obligación de sacárselo de encima.
Todos tenemos esta obligación, si asumimos nuestros derechos de ciudadanos globales íntegros- resueltos a defender y ejercer directamente nuestra personal cuota de poder, que nos han rapado los representantes y todos los gobernantes, generosos, dispuestos a sacrificarse para servirnos a los ineptos, que somos mentalmente inferiores, poco dignos, bruticos e incapaces de saber lo que queremos o de entender las teorías que nos pueden salvar, según cada demagogo dispuesto a suplantarnos.
Es el destino de quienes estamos vivos, advertidos por las profecías apocalípticas del abrahamismo en sus tres vertientes; y amenazados directamente por un loco que representaría la cristiana.
Sin embargo, primero su esposa eslovena, y luego el Papa Francisco, no se dejaron coger la mano en público por el sulfuroso psicópata, pues no pueden admitir a la bestia apocalíptica como si fuese un cristiano.
Se cree superior aunque sus bestialidades e ignorancia suma demuestran su bajeza, volubilidad, inconsistencia y ordinariez.
Siempre que rebuzna, resaltan su incapacidad para gobernar y su innata disposición para bestializar con plena irresponsabilidad, como si el Mundo fuese su emporio particular y tuviese derecho a actuar impunemente, a título del gran triunfador que se considera a sí mismo, sin darse cuenta, o no querer reconocerlo, que su fortuna proviene de ser un hijo de papi afortunado, inescrupuloso, voluble, inconsistente, evasor de impuestos y de responsabilidades personales. corrupto, grosero, caprichoso y tramposo.
Ciertamente, es un personaje detestable para mi gusto personal, pero admirable en su megalomanía de mediocre sin límites, que se ha salido con la suya, hasta ahora, lo cual indica talento.
Ha sido capaz de atraer infelices, cuya suerte me duele, al ofender mis propias convicciones de grandeza personal, que les atribuyo a todos por el maravilloso hecho de existir.
Pero que nadie tiene derecho a imponerles a los demás, como si unos valiesen más que otros, pues todos merecemos consideración y respeto, por infelices y acomplejados que nos consideremos debido a carencias de amor propio que nos reducen y humillan.
Y que los matones no dejan de aprovechar para oprimirnos y acosarnos, desde la escuela, en todos los escenarios, incluyendo Internet, desde luego.
Las decisiones de Trump tienen la virtud de la arbitrariedad extrema, que derrumba convenciones dirigidas a adormecer las conciencias de quienes se escandalizan con las agresiones a la biosfera.
Éstas son deliberadas. Las justifican, los enemigos comunes, como medidas razonables y convenientes para alcanzar la alta meta de ser los más ricos del Mundo.
Nos lo dice la revista Forbes, para anestesiar contra el horror del Neoliberalismo a los envidiosos, enceguecidos por la codicia. Son seres elementales y alienados, incapaces de ver la iniquidad que causan.
Son decrépitos magnates, sicópatas condenados a desaparecer con la agonizante Historia, que nos quieren llevar a todos a la sepultura colectiva, con la guerra nuclear y el envenenamiento creciente de la biosfera.
Una de esas convenciones atacada abiertamente por Trump, letales pero consoladoras, se ha materializado en los esfuerzos colectivos de “todos los países de la Convención del Clima – cerca de 195”, oficializados desde 1988:
“En 1988 se creó el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés) por iniciativa de la Organización Meteorológica Mundial y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)...” que dio lugar a la “Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que se celebró en 1992 en Río de Janeiro, conocida como Cumbre para la Tierra.”[1] [2] [3]
El objetivo inmediato del pantallero Trump, es la COP-21, origen del Acuerdo de Paris de 2015 sobre cambio climático, que hace parte del esfuerzo precario por salvar la Tierra, tan insuficiente, pero que calmaría las ansias de los ambientalistas menos avisados.
Sin embargo, apenas representa paños de agua tibia frente a la mortal fiebre consumista y depredadora que arrasa con la Naturaleza, afectando el clima pero envenenando la biosfera y amenazando seriamente la existencia de la Vida en la Tierra, lo cual es absolutamente inaceptable por ser más grave que el cambio climático aislado, aunque éste se deba en gran parte a la actividad humana y, también, sea mortal.
Lo estamos comprobando en Medellín, tras las sostenidas e impunes agresiones a nuestra atmósfera local, por la pésima calidad de los combustibles que nos suministra ECOPETROL, aprovechando que nadie se atreve a impulsar la conversión energética, popularizando el uso de vehículos eléctricos, tanto como la generación de la energía necesaria para los hogares, los vehículos, las oficinas y las fábricas, mediante fuentes limpias, no convencionales pero disponibles fácil y económicamente.
También se encarga de causarnos toda clase de enfermedades pulmonares, la acción de envenenamiento deliberado mediante la fumigación del aire por aviones fantasma, voluminosos, cuya carga letal dispersan en nuestra atmósfera con una frecuencia que espanta pero nadie explica, que yo sepa, aunque las estelas químicas o chemtrails no dejan de notarse..
El desafío es para todos los afectados por la locura consumista depredadora, en todos los rincones del planeta, que no satisface sino que induce a la destrucción del Medio Ambiente, ofreciendo vanas y enfermizas compensaciones, alcanzadas por el simple hecho de comprar para botar.
Por desgracia, ese consumismo artificial, sujeto a las modas y la inducción publicitaria, hace daños irreparables, en vez de calmar y suplir necesidades, deseos o caprichos de consumo reales, insatisfechos para millones de personas, que bien podrían beneficiarse con lo que los irresponsables convierten en basura para sentirse ricos y derrochadores; sin duda, superiores a los despojados marginados del mercado.
Los criminales seguirán causando daños crecientes, graves, imperdonables e irreparables, que las medidas de Trump garantizan y aceleran en USA, pero que provienen de las políticas desastrosas impuestas por el Neoliberalismo desde hace años.
Al respecto, “Un estudio realizado durante la era Clinton, concluyó que 39 Estados de los 50 entidades sub-nacionales padecerá a partir de 2022 las consecuencias de la escasez de agua, y en 2025, todos sus ríos, lagos y fuentes de agua potable estarán en fase tóxico-dinámica, ‘donde ningún ciudadano podrá sobrevivir’, según la Asociación Mundial del Agua”[4] .
Siendo estrictos, tales efectos nefastos son típicos rasgos del capitalismo egoísta y suicida, ahora salvaje y moribundo, tal y como lo pronosticó el sensato jefe seattle en su carta de respuesta al loco presidente de USA, Franklin Pierce, quien pretendía convertir la Tierra y los recursos naturales en mercancías.
Estaba resuelto a conseguirla, como buen basp o masón o sionista del cartel de Washington, apoyándose en las armas que les permitieron extinguir a los búfalos, en caso de que los “salvajes” no accedieran a vendérsela a los blancos tipo Trump.
El sabio jefe lo entendió, y también comprendió la debilidad de su pueblo inerme, pero le espetó, con todo respeto, el significado y consecuencias obvias de su locura, en culta y considerada carta sobre la criminal y absurda propuesta, escrita en 1855[5] en respuesta a la recibida del dignísimo depredador, en 1854, y que conviene conocer, para evaluar culturas y razones.
Sorprende la exactitud de las profecías, cuya culminación le corresponde sufrir o evitar a nuestra generación del temprano siglo 21, dependiendo de la valía de quienes estamos vivos todavía.
Aunque los que niegan el cambio climático consideren que se trata de estupideces, la ponderada carta, tras alabar a la madre Tierra, ignorando que dios la hizo para los hombres, según los abrahámicos, concluye razonando así:
“La tierra es preciosa, y despreciarla es despreciar a su creador. Los blancos también pasarán; tal vez más rápido que todas las otras tribus. Contaminen sus camas y una noche serán sofocados por sus propios desechos.
“Cuando nos despojen de esta tierra, ustedes brillarán intensamente iluminados por la fuerza del Dios que los trajo a estas tierras y por alguna razón especial les dio el dominio sobre la tierra y sobre el hombre piel roja.
“Este destino es un misterio para nosotros, pues no comprendemos el que los búfalos sean exterminados, los caballos bravíos sean todos domados, los rincones secretos del bosque denso sean impregnados del olor de muchos hombres y la visión de las montañas obstruida por hilos de hablar.
“¿Qué ha sucedido con el bosque espeso? Desapareció.
“¿Qué ha sucedido con el águila? Desapareció.
“La vida ha terminado. Ahora empieza la supervivencia.
FIN”
Sin duda, la ignorancia del salvaje insumiso, brilla por su ausencia, pero la calidad involutiva de su rival capitalista, la confirman Trump y los sabios honorables que lo rodean. ¿No es cierto?
La mayor responsabilidad en la lucha contra los criminales reside en los jóvenes, pues son los mayores perjudicados; aunque la culpa les es ajena, al menos si se niegan a dejarse utilizar como factores inconscientes pero auténticos agentes, tanto pasivos como activos, del desastre.
Lamentablemente, son los que más están perdiendo al quedarse sin el Medio Ambiente que bendice y promueve la Vida; que los viejos logramos disfrutar pero que las corporaciones trasnacionales están destruyendo a velocidades vertiginosas, extensa e intensamente.
Envenenan todo, con los milagrosos insecticidas y demás pesticidas cancerígenos, producidos por Bayer, Bash, Syngenta, Monsanto, Dow Chemical, Dupont y otras perstigiosas agencias de la muerte. Sucede desde que éramos niños, y antes, heredado de las prácticas nazis, aunque, entonces, apenas era incipiente el efecto, que ya ha saturado todos los ambientes con venenos.
En consecuencia -por decir lo más elemental del placer de vivir integrado a la Naturaleza, disfrutando, sin necesitar dinero, el verdadero bienestar que nunca podrá ser remplazado por el insípido, costoso y “desechador” o “embasurador” confort-, bañarse en una quebrada o bucólico riachuelo, ahora significa exponerse a severas enfermedades de la piel, tanto como a infecciones gastrointestinales y de las vías respiratorias, al sumirse en venenos de todo tipo.
Estas sustancias extrañas no existían en esas aguas, cuando eran cristalinas y primaba la agricultura orgánica sobre el agro negocio o sobre el sector minero energético, cuyas osadías han sabido rechazar comunidades organizadas, como las de la zona campesina de Cabrera, en el páramo de Sumapaz, quienes evitaron el cambio de vocación de sus territorios agrícolas, con una multitudinaria Consulta Popular, en la cual 97% de los votantes rechazaron “las pretensiones de la empresa EMGESA de desarrollar proyectos de explotación en su territorio”[6]
Es una lección replicada, entre otras más, por las comunidades de Cajamarca, amenazadas por la minera Anglo Ashanti, cuyas pretensiones derrotaron ejemplarmente, también, fortaleciendo el camino del rescate de la soberanía.
Cada vez más ciudadanos -amenazados por la codicia arrasadora de las transnacionales- entienden que nadie los, ni nos, va a salvar, pues las autoridades son siervas de los enemigos comunes, de modo que es indispensable denunciar y atacar de frente sus pretensiones de vende patrias incondicionales, ejerciendo nuestra condición de ciudadanos libres y soberanos, gobernados por gusanos que ya no toleramos.
Los jóvenes, particularmente y de manera más drástica, están amenazados por el desastre que no han causado.
Pero muchos están dispuestos a defender sus presentes y futuros denodada y consecuentemente, porque todavía no han desarrollado los intereses mezquinos que obligan a tantos adultos a ser cómplices y promotores, silenciosos y discretos, del crimen creciente contra la Naturaleza y la Vida, que tratan de enmendar comprando bonos de carbono.
No son bandidos sino ciudadanos impotentes, obligados a obtener ingresos a cómo dé lugar, para ser alguien socialmente reconocido, tanto como para responder adecuadamente a sus obligaciones personales, familiares y sociales.
Los bandidos auténticos son los Trump y sus semejantes.
La ignorante y arrogante torpeza de Trump se ha puesto de manifiesto desde que comenzó su campaña para llegar a presidente, porque se le metió en la cabeza serlo y lo considera su derecho de cuna.
Una de sus bestialidades es la insistencia en negar el evidente cambio climático, lo que le sirve para autorizar y promover más desastres ambientales con medidas tan retrógradas, criminales y nocivas como la autorización para construir dos acueductos que contaminarán mucho más, afectando las aguas de Dakota y del río Missouri, cuando desde 1960 se sabe que los lagos Erie, Ontario y Michigan están contaminadas con una elevada concentración de fósforo[7], lo cual confirma el crimen deliberado disfrazado de asunto económico sagrado.
Al rubio malo, o bad gorila, le es indiferente la oposición sensata y fundamental de los nativos de la región, herederos del respeto a la sagrada Naturaleza, que los capitalistas consideran fuente de mercancías gratuitas, ante el espanto de los seres integrados con la madre común, auténticos hijos y guardianes de la Tierra, cuya causa nos corresponde asumir a todos los enemigos de los sicópatas y los plutócratas, que pisotean la Vida al considerarse superiores y triunfadores.[8]
Por eso, el magnate anuncia la reapertura de numerosas minas de carbón en muchos estados federados, para despejar cualquier duda sobre su carácter reaccionario, retrógrado y mortal, de loco astuto carente de valores y sentimientos, sin un alma que acose su conciencia o una sensibilidad capaz de reconciliarlo con la Vida, que le permitiesen apreciar lo realmente valioso e irremplazable, que jamás comprará el dinero ni suplirán las joyas.
El ignorante supino -que lo es por negarse a educarse, a leer y cultivar los valores y talentos que no dan dinero sino vida-, convencido de que Arabía Saudita pertenece al Oriente Medio y que los latinos somos todos cretinos, convence a los ignorantes condenados a serlo por el sistema oprobioso que, estratégicamente, les niega el acceso al conocimiento libre, amplio, científico, objetivo, crítico, ajustado a la denostada razón, tan indispensable para guiarnos en la vida personal como lo son la capacidad crítica y la independencia mental.
A los habitantes de la América profunda los someten a supersticiones y visiones primitivas, tan patéticas como las de los amish que muestran sus retrasos mentales en televisión; espantados por sus miedos atávicos de seres indefensos ante las arbitrariedades de los dioses y las acechanzas del demonio.
Presos de sus leyendas y prejuicios, viven como habitantes del medioevo en pleno siglo XXI, apoyando a la bestia involucionada que les alimenta su ignorancia soberbia, sin atenuantes, con constancia perversa.
Ese es el modelo de vida que nos quieren imponer los sicópatas del 1% enemigo de las mayorías, hasta ahora indefensas e inermes ante las armas y el absolutismo de los dogmas infalibles impuestos por los grandes farsantes desalmados, tan bien representados por el infantil y caprichoso magnate basp.
Tal pusilanimidad de las mayorías, fortalecida con el respaldo incondicional de sus retrasados y valientes seguidores, dispuestos a matar en defensa de sus valores sagrados, han fortalecido al delincuente de cuello blanco y veleidad absoluta.
Es tan vanidoso e irresponsable que ha llegado al punto de retirar unilateralmente a USA del flojo tratado climático de Paris, de diciembre de 2015, que tantos esfuerzos costó y tanta decepción produjo tratando de mejorar la tónica seudo proteccionista del protocolo de Kyoto, lo cual alimenta ilusiones mientras el desastre avanza hasta hacerse irreversible.
“En el paper reciente que publicamos en la Nature, mostramos que si de hecho, los países se limitaren a hacer aquello con lo que se comprometieron, de manera alguna estaremos caminando para un mundo con temperaturas por debajo de 2ºC; muy por el contrario, dependiendo del acierto que se debería de tener, a groso modo, las INDCs[9] llevarían al mundo a temperaturas, al final del siglo, variando entre 2,9ªC y 3,9ºC, o sea, una temperatura más alta de lo que era la temperatura media del planeta en la era pre industrial.
“A pesar de eso el Acuerdo de París fue importante porque fue la primera vez en la historia en que todos los países pasaron a tener metas de reducción de la emisión, situación bastante diferente de aquella en que se trató del Protocolo de Kyoto, en 1997.
“El Protocolo de Kyoto jamás iría a funcionar, porque, dado que el problema de las emisiones es mundial, de nada sirve la Unión Europea o Japón, o quien sea, tener una meta de reducción si otros países no la tienen, y fue eso lo que pasó con Kyoto. Una buena parte del cumplimiento del Protocolo de Kyoto por la Unión Europea y por el propio Japón se dio porque ellos transfirieron parte de sus industrias para los países que no estaban en el acuerdo; de esa manera, Japón emitía menos porque pasó a importar más productos de China, que emitía más para poder hacer productos para el Japón... En este sentido el Acuerdo de París es más inteligente, porque puso en "el mismo lugar” a todos los países. Entonces, a partir de ahora todos tienen la obligación de reducir sus emisiones... tal vez lleguemos muy tarde, pero nos estamos moviendo en la dirección correcta... el Acuerdo de París no podría haber sido más ambicioso, porque se así fuera, no habría permitido que 195 países estuvieran de acuerdo en algo.”[10]
Su gran logro fue tal unanimidad, que sólo Nicaragua y Siria rompieron, y ahora USA se les ha sumado, el 1 de junio de 2017.
Con sus voluntarios compromisos, han eludido tomar medidas radicales, ciertamente indispensables para enfrentar y resolver el problema definitivamente. Su efecto sería adormecer las conciencias sobre el peligro mortal inminente.
La solución obvia y general, siempre evitada por los enemigos comunes y sus complacientes sátrapas vende patrias, todos tramposos, ecocidas y criminales, es prohibir el consumo de necro combustibles y sus derivados mortales, como los indestructibles productos de la industria petroquímica, tan versátiles y útiles, pero cuyo exceso está acabando con todo, y ha formado hasta islas gigantes de basura plástica en los océanos.
Salvar el Planeta y sus contenidos vivos es obligación de todos, que jamás asumirán los politiqueros vende patrias, aunque no faltarán los que se muestren sensibles al problema, decididos a adormecernos con promesas de que lo resolverán, mientras negocian con los saqueadores depredadores sus coimas personales.
Así funciona el Mundo bajo el mando de los sicópatas enemigos de la Vida y amantes del dinero sobre todas las cosas. Es lo que nos hacen creer, que se trata de vulgar codicia, para seducir y despertar la envidia de los más vanos, mientras avanzan los planes apocalípticos de los ladinos abrahámicos, que son el oculto pero verdadero propósito del falso progreso capitalista.
Apocalipsis, Armagedón y batalla final contra los herejes en Dabiq, es lo que está en marcha pero tratan de que no lo veamos.
¡Tú verás; o seguirás ciego o vendado voluntariamente, como buen siervo, inferior a los demás seres humanos que nacieron para mandar a infelices!
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[1] “La ciencia del clima”, © 2014 United Nations Framework Convention on Climate Change
[4] Citado por Ramón Alcides Ávila Peralta, “EE.UU. busca recolonizar Sudamérica”, periódico Periferia, No. 128, p. 17.
[5] “Carta del Jefe Seattle al presidente de los Estados Unidos”
[6] Elmer Guerrero – Tierra Libre “Cabrerunos rechazan proyectos minero-energéticos”, periódico Periferia, No. 126, p. 4.
[7] Cfr. Ramón Alcides Ávila Peralta, “EE.UU. busca recolonizar Sudamérica”, periódico Periferia, No. 128, p. 17.
[8] "Cuando el último árbol haya sido talado, el último animal haya sido cazado y el último pez haya sido pescado, solo entonces, el hombre blanco entenderá que el dinero no se puede comer"
PROFECÍA DE LOS NAVAJOS DE NORTEAMÉRICA
"El petróleo es la sangre de la madre tierra. Cuando el hombre blanco haya acabado con él, vendrá el desastre."
PROFECÍA DE LOS INDÍGENAS U´WA DE COLOMBIA (Tomado de Aterradora crónica del periodista y escritor colombiano Juan Gossaín.)
[9] Contribución Nacional Determinada Pretendida – INDC, en su sigla en inglés
[10] De la ‘picardía’ del Protocolo de Kyoto a las fragilidades del Acuerdo de París: la temperatura climática puede llegar a 3,9ºC. Entrevista con Roberto Sxhaeffer. “Roberto Schaeffer es doctor en Política Energética por la University of Pensylvania y actualmente alecciona Economía de la Energía en la Universidad Federal de Río de Janeiro – UFRJ, y actúa en el Programa de Planificación Energética de la COPPE. Fue miembro del Panel Metodológico en Líneas de Base y Monitoreo del Mecanismo de Desarrollo Limpio de las Naciones Unidas (UNFCCC CDM-Meth Panel) desde su creación en 2002 hasta 2011. Desde 1998 es miembro del Panel Intergubernamental de Cambios de Clima (IPCC) de las Naciones Unidas.”